El país nórdico teme que su producción de petróleo pueda caer más de un 70% en 20 años si no se realizan nuevos descubrimientos. Por este motivo a pesar de los alarmantes escenarios climáticos, Noruega no tiene planes de detener el desarrollo de nuevos recursos de hidrocarburos. Al contrario. En el primer semestre de 2021, las empresas realizaron ocho nuevos descubrimientos que se calcula que contienen unos 60 millones de metros cúbicos estándar de equivalentes de petróleo.
Los hallazgos se hicieron en todas las partes de la plataforma del país, incluido el mar de Barents, informa la Dirección de Petróleo de Noruega. Y se están realizando más perforaciones. A lo largo de 2021 se perforarán unos 40 pozos de exploración, un 25% más que en 2020.
«La exploración tiene una enorme importancia para la creación de valor a largo plazo en la plataforma. La adición de recursos de petróleo y gas a partir de nuevos descubrimientos, como hemos visto en lo que va de año, es necesaria para evitar un fuerte declive de la actividad de la industria petrolera después de 2030», afirma Torgeir Stordal, director de Tecnología y Convivencia de la Dirección de Petróleo de Noruega.
«Sin nuevos descubrimientos, la producción podría caer más de un 70% en 2040 en comparación con 2020», sostiene Stordal.
La producción de petróleo y gas ha aportado a Noruega una gran riqueza y el Fondo de Pensiones del Gobierno Global posee ahora más de 1.300.000 millones de dólares
Pero la extracción de hidrocarburos es objeto de crecientes críticas por parte de un número cada vez mayor de personas y grupos, tanto en el país como en el extranjero. Noruega se ha comprometido a cumplir los objetivos del Acuerdo Climático de París y pretende reducir sus emisiones en un 50% respecto al nivel de 1990 para el año 2030.
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En los últimos años, Noruega ha concedido cientos de licencias de perforación en su plataforma, muchas de ellas en aguas del Ártico. A principios de 2021, se ofreció a treinta empresas un total de 61 nuevas licencias como parte de las últimas adjudicaciones en zonas predefinidas. Muchas de ellas estaban en el Mar de Barents.
En junio de 2021, se ofrecieron a siete empresas participaciones en cuatro licencias como parte de la 25ª ronda de concesión de licencias en Noruega.
La plataforma noruega está a punto de ver una ola de proyectos, y hay buenas perspectivas de gran actividad y producción en los próximos años, informa la Dirección de Petroluem. Según el organismo gubernamental, hay hasta 50 proyectos en los que los licenciatarios aspiran a tomar decisiones de inversión para finales de 2022.
El consumo global anual de pescado fue de 20,5 kilogramos por persona en 2020, un nivel récord que se espera que aumente en los próximos diez años, según los expertos. Las pesquerías de pequeña escala también contribuyen a satisfacer las necesidades de nutrición de la población generando en el Atlántico más de seiscientos millones de euros de valor añadido. Pero, además, proporcionan otros servicios ecosistémicos culturales con numerosas manifestaciones a lo largo de las regiones costeras Atlánticas (más de un millar de elementos culturales materiales e inmateriales, tales como, eventos, fiestas gastronómicas, rituales, el buen saber hacer de los pescadores, entre otros.). Estos servicios culturales también se traducen en beneficios a la población tales como el bienestar en términos de salud y disfrute.
Sin embargo, el desarrollo de esta actividad también incide de forma negativa en ciertos servicios ecosistémicos de regulación y contribuye a la sobreexplotación de los recursos marinos. Así mismo, la contaminación asociada a estas actividades pesqueras está degradando en cierta medida la condición de los ecosistemas marinos (degradación de los fondos, basura marina, ruido submarino, capturas accesorias…). A ello se suma el cambio climático como una fuente añadida de presión, ya que el consumo de combustible de estas flotas de pequeña escala genera importantes emisiones de CO2 en el Atlántico.
La sostenibilidad, factor clave para la gestión pesquera
En este contexto, CABFISHMAN pretende poner en valor la importancia de la sostenibilidad en todo el sector de la pesca a pequeña escala y en los numerosos agentes que facilitan la gestión de esta pesca en los caladeros Atlánticos. El proyecto está desarrollando nuevo conocimiento e innovadoras herramientas comunes y de referencia que contribuyan al desarrollo económico sostenible de estas pesquerías como base para asegurar el mantenimiento a largo plazo de los mencionados beneficios a la sociedad en su conjunto al tiempo que se preserva la biodiversidad marina.
El proyecto pretende conseguir efectos rápidos a corto plazo, dada la urgente necesidad de clarificar cuál es el impacto de estas flotas en el medio marino, cuáles son y cuánto aportan económicamente los servicios ecosistémicos que proveen, así como cuáles son los patrones espaciales de comportamiento de la actividad. Para ello, se está trabajando en el desarrollo de nuevas herramientas y metodologías que contribuyan a cambiar la gestión actual de las pesquerías hacia una gestión ecosistémica en la zona europea atlántica. “Bajo este enfoque, tenemos en cuenta no sólo el recurso pesquero explotado, sino también los impactos de la actividad en el medio marino, la evaluación de los servicios ecosistémicos o el impacto del cambio climático, entre otros”, explica Arantza Murillas, experta de AZTI en economía marítima y evaluación monetaria de los servicios ecosistémicos.
Nueva herramienta Geotool accesible para cualquier usuario del sector pesquero
Hasta la fecha, en el marco del proyecto se ha desarrollado una matriz de impactos físicos, ecológicos y pesqueros asociados a las principales tecnologías pesqueras empleadas por estas flotas y, se ha llevado a cabo una evaluación del valor económico derivado del servicio de provisión de alimento que generan las pesquerías en los distintos caladeros del Atlántico.
CABFishMAN también ha inventariado los elementos culturales más relevantes y elaborado una herramienta común para su evaluación en términos económicos. Se ha generado nuevo conocimiento en relación con la distribución espacial del esfuerzo de pesca en todo el Arco Atlántico, inventariándose las herramientas principales utilizadas por los distintos países para la recopilación de estos datos espaciales. Todo ello será integrado en la denominada Geotool CABFishMAN que estará muy pronto accesible en internet para que cualquier agente pueda visualizar y descargar mapas con la información bio-económica y ambiental descrita para toda el área Atlántica.
Aportaciones a corto plazo a las Estrategias Europeas
El proyecto espera contribuir a la Estrategia de Biodiversidad de la Unión Europea, a través de la evaluación económica de los servicios de los ecosistemas, tales como los servicios de provisión y culturales. Contribuir además a la estrategia de crecimiento azul y, ampliar el conocimiento sobre los impactos de las pesquerías de pequeña escala en el medio ambiente que permitirá dar respuesta a los requerimientos de la Directiva MSFD (Directiva Marco sobre la Estrategia Marina, en terminología inglesa).
“Los nuevos datos y métodos serán útiles para los gestores a la hora de enfrentarse a los retos de la Estrategia Marítima para la Zona del Océano Atlántico, tales como la aplicación de un enfoque ecosistémico de las pesquerías de pequeña escala, el conocimiento y posible reducción de la huella de carbono generada. Estas importantes contribuciones se espera que puedan tener efectos en los próximos 5 a 10 años”, concluye Arantza Murillas.
Con finalización prevista en diciembre de 2022, y liderado y coordinado por AZTI, el consorcio de CABFishMAN está integrado por los organismos nacionales: Centro Tecnológico del Mar (CETMAR), Universidad de Huelva (UHU), Instituto Español de Oceanografía (IEO), Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales (CEP), y, la Universidad de Oviedo (UNIOVI). Así como, por otros organismos internacionales: Unversidade do Algarve (UAlg), Institut Français de Recherche pour l´Exploitation de la Mer (IFREMER), University Court of the University of St Andrews (USTAN), Centre for Environment, Fisheries and Aquaculture Science (CEFAS), Joint Nature Conservation Committee (JNCC), (Instituto Portugês do Mar e da Atmosfera (IPMA) y Bord Lascaigh Mhara- Ireland´s Seasfood Development Agency (BIM).
El último dictamen de los científicos del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (CIEM) confirma el mal estado de la población de lenguado en el Golfo de Vizcaya.
El dictamen, que recomienda una reducción del 36% del total admisible de capturas (TAC) en 2022, se publicó el miércoles 30 de junio, junto con otra serie de dictámenes para las poblaciones de peces del Canal de la Mancha, el Mar del Norte, el Mar Céltico y el Golfo de Vizcaya.
Si se sigue este consejo, el TAC será de 2 233 toneladas en lugar de 3 483 toneladas este año, con un gran impacto en las flotas de redes de enmalle en particular. En 2020, el lenguado fue la principal especie en términos de valor en la pesquería francesa, ocupando el primer lugar en muchas subastas, con más de un tercio de la facturación en Arcachon, Royan o Noirmoutier, puertos con muchos pescadores de lenguado con redes de enmalle. Sería difícil que se pasaran a la merluza, para la que la reducción de cuota propuesta es del 27% (en una población con una distribución geográfica muy amplia).
Sobreexplotada y degradada
Sin embargo, si la población de lenguado se considera ahora sobreexplotada y degradada, no se debe a un aumento de la presión pesquera. Ha aumentado ligeramente, pero sigue estando dentro del rango recomendado por el plan de gestión. El descenso de la biomasa se debe principalmente a un reclutamiento muy bajo. La contratación de 2019 se revisó a la baja y la de 2020 fue muy inferior a la prevista el año pasado. Estas dos últimas contrataciones han sido las más bajas de la historia, aunque ya estaban en un nivel bajo en la última década.
Para esta especie, que nace y crece en zonas costeras, el impacto de los factores ambientales (temperatura del agua, degradación del entorno) es sin duda la explicación. Sin embargo, parece inevitable una nueva reducción brusca de las cuotas a corto plazo, quizá combinada con otras medidas de gestión.
Si Rusia y Noruega, que cogestionan el Mar de Barents, siguen los consejos científicos, habrá casi 180.000 toneladas menos de bacalao en el mercado en 2022, con grave perjuicio para la flota española
Se trata de un retroceso respecto a 2021, cuando el aumento del total admisible de capturas (TAC), fijado en 885.600 toneladas por los dos países a finales de octubre, fue del 20% respecto a las 738.000 toneladas que acordaron en 2019.
En su dictamen para 2022, el Consejo Internacional para la Exploración del Mar (CIEM) recomienda un Tac de 708.480 toneladas. Los científicos volvieron a evaluar las series de los años anteriores y estimaron que la biomasa, aunque seguía en un nivel respetable, estaba sin embargo disminuyendo, con reclutamientos de aproximadamente la mitad de los años récord de 2007 y 2008.
En cuanto al eglefino, el otro pescado blanco más pescado en el Mar de Barents, el CIEM también propone un descenso, de 232.527 toneladas en 2021 a 180.003 toneladas en 2022.
No es seguro que la decisión política para el bacalao llegue hasta el nivel recomendado por el CIEM, ya que los rusos y los noruegos suelen evitar modificar los TAC en más de un 20%. Pero, sin duda, habrá menos lomos de bacalao noruego en el mercado en 2022, lo que debería beneficiar a Islandia, cuyas existencias (gestionadas de septiembre a agosto) están más o menos al mismo nivel que el año pasado, con una recomendación del SIGC de 222.373 toneladas.
En 2018, el volumen mundial de la producción de bacalao (Gadus morhua, Gadus ogac, Gadus macrocephalus) fue de 1,63 millones de toneladas (FAO). Rusia fue el mayor productor del mundo (29% del volumen), seguido de Noruega e Islandia. Los tres países representaron prácticamente el 70% del volumen mundial producido. Los 28 Estados miembros de la UE produjeron 116.693 toneladas en 2018, lo cual supuso el 7% de la producción mundial. Mientras que la producción de bacalao a nivel mundial lleva en aumento desde 2009 (+33%), la producción comunitaria de 2018 fue un 8% inferior a la de 2009.
La UE-28 produce solamente bacalao del Atlántico (que constituye también la especie más capturada a nivel mundial). En 2018, la UE-28 fue responsable del 9,6% de la producción mundial de bacalao del Atlántico. Los principales productores fueron el Reino Unido, Dinamarca, Alemania y España (entre 13.971 y 34.680 toneladas cada uno en 2018). Según las estimaciones de EUMOFA con respecto al «consumo aparente, el bacalao es una de las cinco especies más consumidas de la UE (junto con el atún, el salmón, el abadejo de Alaska y el camarón y langostino). En 2018, el consumo aparente comunitario de bacalao se situó en torno a las 790.000 toneladas de equivalente en peso vivo (epv). Los principales países consumidores fueron el Reino Unido, Francia y España (consumo aparente superior a las 140.000 toneladas epv). El autoabastecimiento, que es la capacidad de un país o región de satisfacer la demanda a través de su propia producción, se puede calcular como el ratio entre la producción nacional y el consumo nacional. En 2018, el autoabastecimiento comunitario de bacalao solamente alcanzó el 7%, por lo que la UE mantiene el alto nivel de consumo de bacalao gracias a las importaciones procedentes de otras regiones del mundo. Las importaciones comunitarias de bacalao originarias de terceros países consisten, fundamentalmente, en productos congelados y, en menor medida, en productos preparados y en conserva. En 2019, el valor total fue de 2.770 millones EUR, principalmente de Noruega, Islandia y Rusia. En el mercado intracomunitario, los Países Bajos, Dinamarca y Suecia son los principales puntos de entrada a la UE del bacalao procedente de Noruega, Islandia y Rusia. Los Países Bajos y Suecia son los mayores exportadores de productos preparados y en conserva, mientras que Dinamarca es uno de los principales exportadores de bacalao fresco. Portugal, Francia e Italia destacan como importadores. Portugal e Italia importan en su mayoría productos preparados y en conserva, mientras que Francia es uno de los principales importadores de filetes congelados de bacalao. Bélgica es el noveno importador de la UE y el décimo exportador. Estel estudio se centra en los filetes congelados de bacalao de tres Estados miembros: Los Países Bajos, Bélgica y Francia. En los Países Bajos, los filetes congelados de bacalao se importan fundamentalmente de Rusia e Islandia; o En Bélgica, las importaciones de filetes congelados de bacalao proceden en su mayoría de los Países Bajos, Dinamarca, Alemania y China;
El consumo aparente se obtiene a partir de la siguiente ecuación de la balanza de suministro, calculada en equivalente en peso vivo: (capturas para uso alimentario + producción acuícola + importaciones) – exportaciones = consumo aparente En el caso de Francia, los filetes congelados de bacalao se importan fundamentalmente desde China, Alemania y los Países Bajos.
Principales costes
A pesar de las investigaciones, no ha sido posible obtener información específica sobre los costes y márgenes del sector en el canal mayorista y en el canal minorista. No obstante, teniendo en cuenta el flujo de filetes congelados de bacalao que se importan a estos tres Estados miembros, los costes de producción de los operadores son limitados, dado que los productos ya se encuentran congelados y troceados al importarlos. Los principales costes conciernen a la fase final de procesado (como los cortes en porciones), el envasado y la distribución.
En vista del reducido volumen de la producción nacional con respecto al volumen de filetes congelados de bacalao importados, para realizar el análisis de la transmisión de los precios a lo largo de la cadena de suministro se han elegido los filetes congelados de bacalao importados.
El precio de importación de los filetes congelados importados de bacalao oscila entre los 5,62 EUR/kg de los Países Bajos y los 7,36 EUR/kg de Bélgica. El precio de venta al público (sin IVA) se sitúa entre 8,26 EUR/kg en los Países Bajos y 13,20 EUR/kg en Bélgica
Puerto de Celeiro ha puesto en marcha un método revolucionario de subasta virtual a la carta como una nueva forma de aprovisionarse de pescado por parte de todos los compradores: mayoristas, minoristas, restauración e, incluso, consumidor final. A juicio de Puerto de Celeiro, esta apertura permitirá «poner el producto a disposición de un mayor número de clientes, fomentando así prácticas más competitivas», ganar agilidad en la puja y reducir los tiempos de comercialización.
La subasta de especies seguirá por los métodos tradicionales, pero ahora se verá complementada por la subasta online, que permitirá a clientes que no estén presentes en la rula participar en la puja -previa autorización- independientemente del lugar en el que se encuentren, empleando para ello herramientas digitales, como ordenador, tableta o teléfono inteligente.
No obstante, el método tradicional como en el virtual tendrán sensibles mejoras, pues se dispondrá de datos que ahora no es posible facilitar, como la cantidad de producto disponible -incluso con antelación-, datos sobre calidades que se pondrán a la venta, tamaño de los ejemplares, días de marea, etcétera.
Incluso se plantean pujas personalizadas entre comprador y armador, ofertas directas, encargos previos… Y, si no fructifican, siempre quedará la subasta convencional.
Evitar recelos entre pescadores
Como la convivencia de ambos sistemas podría generar recelos entre los que operan a distancia y los que lo hacen en el propio recinto de subastas, la plataforma permitirá tanto a productores como a compradores disponer de información en tiempo real de sus transacciones, asegurando tiempos de respuesta para garantizar las adjudicaciones al pujador antes de que pare la subasta. Es más, recogerá un protocolo de asignación de lotes basado en el Fair Ordering Services, que permite asegurar la justicia en la asignación de lotes.
La Comisión Europea (CE) ha iniciado los trabajos para revisar la Política Pesquera Comunitaria (PPC) en 2022, con el fin de aplicar a esta actividad sus estrategias contra el cambio climático e incrementar la «gobernanza» internacional de los océanos.
La directora general de Pesca de la CE, Charlina Vitcheva, ha señalado el inicio de los debates para dicha reforma durante un seminario virtual sobre la dimensión externa de la PPC, organizado por el Comité Consultivo de la Flota de Larga Distancia (LDAC, siglas en inglés), organismo con sede en Madrid.
La PPC actual empezó a aplicarse en 2015 y para su «actualización» la CE tendrá en cuenta los retos climáticos y la necesidad de incrementar los «esfuerzos» para una política más equilibrada y que contribuya a la conservación de la biodiversidad.
Rusia e Irán están negociando alcanzar fructífera cooperación en el ámbito de la pesca para proteger los recursos compartidos en el Mar Caspio. Según el jefe de la Agencia Federal de Pesca, rusa Ilya Shestakov, tras una reciente reunión con el ministro iraní de Desarrollo Agrícola, Kazem Khawazi, que tuvo lugar en Moscú, se trata de una colaboración de carácter estratégico.
Hasta la fecha, 25 años después del acuerdo entre los gobiernos de ambos países firmado el 18 de mayo de 1996, los efectos producidos han sido positivos para ambas partes. Se trata de un trabajo sinérgico que se lleva a cabo con sesiones periódicas de la Comisión Ruso-Iraní de Pesca, en las que las partes discuten los resultados de los trabajos de investigación conjuntos, los proyectos de pesca en el territorio de ambos países y la expansión del comercio mutuo de productos pesqueros.
«El área prioritaria de nuestra cooperación es el problema de la conservación y el aumento de las poblaciones de especies de esturión en el Mar Caspio. Consideramos necesario continuar el diálogo sobre la ampliación de la prohibición de la pesca comercial del esturión, así como elaborar recomendaciones generales para restaurar sus poblaciones», dijo Ilya Shestakov.
El jefe de la Agencia Federal de Pesca propuso intensificar la interacción en varias áreas de cooperación científica, entre ellas el intercambio de experiencias para mejorar la calidad y aumentar el volumen de liberación de alevines de esturión de las piscifactorías de la cuenca del Caspio, la reproducción y cría comercial de esturiones y otras especies de peces y, por último, la realización de programas conjuntos de investigación científica compleja.
«Solo gracias a los esfuerzos conjuntos, los Estados del Caspio consiguieron llegar al Acuerdo sobre la Conservación y el Uso Racional de los Recursos Biológicos Acuáticos del Mar Caspio en 2014, que se convirtió en la base de la cooperación de los Cinco* en el ámbito de la pesca», subrayó Ilya Shestakov.
El Ministro de Desarrollo Agrícola de la República Islámica de Irán subrayó que Rusia e Irán comparten una posición común sobre la conservación de las especies de esturión y propuso intensificar los trabajos de liberación de alevines y profundizar en el seguimiento de las capturas en el Mar Caspio.
«Proponemos desarrollar y aplicar un programa integral para reducir la carga de las poblaciones del Mar Caspio y preservar su capital para las generaciones futuras. Nuestra cooperación carece de seguimiento y evaluación conjuntos del estado de los esturiones y otras especies», dijo Kazem Khavazi.
Shestakov y Khavazi también discutieron cuestiones de interacción entre países a nivel de negocios e inversión privada, y confirmaron su interés mutuo en establecer empresas conjuntas.
La empresa Hynova ha presentado su primer yate con motor de hidrógeno. Bautizada como The New Era, esta embarcación de 12 metros, diseñada por Chloé Zaied, directora general de Hynova, tiene capacidad para 12 personas y una autonomía de ocho horas a una velocidad de 12 nudos. Se trata de la primera embarcación de recreo equipada con el sistema de propulsión de hidrógeno extensor de autonomía (RexH2) desarrollado por Energy Observer Developments (EODev).
La empresa se instaló en mayo en los astilleros de La Ciotat, con el objetivo de lanzarse a la producción en serie. Espera construir tres barcos en el primer año y completar ocho en tres años.
«Además de diseñar licitaciones que tengan el menor impacto posible en el medio ambiente, Hynova quiere promover y aumentar el uso del hidrógeno verde en el mundo marítimo», explica Chloé Zaied, al tiempo que precisa que para este recorrido por la Costa Azul se recurrirá al hidrógeno renovable certificado, «a falta de hidrógeno verde disponible».