La comidilla del mundo oceánico es Seaspiracy, una película original de Netflix producida por el mismo equipo responsable de Cowspiracy y What the Health. Al igual que esas dos películas anteriores, Seaspiracy está llena de desinformación y ha sido vetada por verdaderos expertos. La indignación que está generando es notable.
El mundo marítimo y pesquero se refiere a los matices racistas y xenófobos de la película, a la atroz cantidad de tiempo dedicado a tratar de engañar a las organizaciones sin ánimo de lucro , a la tergiversación de sus invitados en las entrevistas y a la falta de integridad general de los realizadores para contar historias reales con un desprecio hacia todo el sector pesquero al que tilda de depredador.
La desinformación y mentiras son de importante calado.
Información errónea: Los océanos se quedarán sin peces en 2048.
Verdad: Las poblaciones de peces monitoreadas (que representan más de la mitad de las capturas mundiales) están, en promedio, aumentando en abundancia y lo han hecho durante años.
Cada vez que se repite el mito de 2048, una parte del alma de los científicos pesqueros se queda bloqueados Todo ello procede de un artículo de 2006 que malinterpretó una serie de datos. Algunos periodistas siguieron insistiendo enla memorable cifra y, a pesar de que docenas de artículos de seguimiento y los propios autores originales actualizaron los datos, la lacra persiste.
Fue un momento importante en la ciencia pesquera cuando los autores originales colaboraron con un grupo más amplio de científicos para construir un conjunto de datos más extenso para un documento de 2009 que mostraba, en promedio, ninguna tendencia a la baja para las pesquerías mundiales. Aunque sus predicciones indicaban que algunas poblaciones de peces disminuían, también mostraban zonas en las que no se preveía una sobrepesca y otras en las que las poblaciones aumentarían tras reducir la presión pesquera.
De hecho, ese mismo conjunto de datos se actualizó de nuevo el año pasado. En la última década se ha avanzado aún más: las poblaciones de peces monitorizadas en todo el mundo, que representan más de la mitad de todas las capturas, están en general sanas o en aumento.
Así que no, el océano no se quedará sin peces en 2048. Esa estadística no está científicamente aceptada y debería dejar de citarse.
También es pertinente señalar que el documento de 2006 abarcaba una serie de temas; la proyección de 2048 era una pequeña parte. El comunicado de prensa destacó la proyección del «colapso de las pesquerías en 2048» y eso llevó a la cobertura de los medios de comunicación principales
Información errónea: Hasta el 40% de las capturas se devuelve como captura accidental.
Verdad: El 10% se ha desechado en el mar durante la última década.
Esta es otra estadística que se cita habitualmente pero que es falsa. De un post anterior de UW Sustainable Fisheries:
La autoridad mundial en materia de pesca, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), define las capturas accidentales como «el total de las capturas de animales no objetivo». Esta es la definición ampliamente aceptada.
Las capturas accidentales pueden ser un indicador útil del impacto de la pesca en el ecosistema en general y proporcionan datos importantes que los pescadores y los gestores de la pesca utilizan para mejorar la sostenibilidad. Las distintas pesquerías tienen diferentes tasas de capturas accidentales con distintos grados de impacto. Sin embargo, un matiz importante es que las capturas accesorias se utilizan o se descartan. Las capturas accesorias utilizadas se aceptan generalmente como sostenibles siempre que la especie no objetivo no sea una especie amenazada. Los descartes son un desperdicio y una desafortunada realidad de la producción de alimentos. Las investigaciones más recientes muestran que alrededor del 10% de los peces han sido descartados en el mar durante la última década.
Entonces, ¿cómo se ha inflado el 10% hasta el 40%?
En 2009, tres personas que trabajaban para ONG (World Wildlife Fund y Dorset Wildlife Trust) y una persona no afiliada decidieron escribir un documento en el que argumentaban que la definición de «captura incidental» debía redefinirse para incluir TODAS las capturas de las pesquerías no gestionadas. De su documento:
La nueva definición de captura incidental se define, por tanto, en su forma más simple como: «Las capturas accidentales son las que no se utilizan o no se gestionan».
Los autores definen «no gestionada» como la captura que «no tiene una gestión específica para garantizar que la captura es sostenible»; por el contrario, una pesquería gestionada tendrá «medidas claramente definidas y específicamente destinadas a garantizar la captura sostenible de cualquier especie o grupo de especies dentro de cualquier operación de pesca». Un ejemplo que dieron en el documento es que, debido a que un estudio de 1993 demostró que los miembros de la flota de arrastre de fondo de la India utilizaban redes con mallas ilegales, «dicha pesquería no puede considerarse gestionada, tal y como se define en este documento, [por lo que] la totalidad de las capturas de la flota de arrastre de fondo de la India se considera captura accidental». Según su definición, calcularon que el 56,3% del total de las capturas de la India eran capturas accidentales.
La suma de todos estos cálculos para cada país les llevó a declarar el 40,4% de las capturas mundiales como captura accidental.
Ningún científico u organización seria considera que las capturas no gestionadas son accesorias; es ridículo confundirlas. Los descartes son lo que importa: el 10% es la cifra más reseñable que hay que citar.