La empresa de salvamento de Shangai, que depende directamente del Ministerio de Transportes chino, ha vuelto a dejar su impronta en la región indopacífica al adjudicarse el contrato para retirar los restos del MV X-Press Pearl en Sri Lanka.Este portacontenedores de 186 metros de eslora y 2.700 TEU, que acababa de salir del astillero chino Zhoushan Changhong en febrero de 2021, sufrió una violenta explosión el 25 de mayo cuando se acercaba al puerto de Colombo. El barco transportaba 1.486 contenedores, algunos de los cuales contenían productos químicos y otros 87 bolas de plástico. Finalmente se hundió el 17 de junio en 21 metros de agua, provocando una gran contaminación de la costa de Sri Lanka.
Hasta la fecha, se han recuperado 650 toneladas de estas bolas de plástico con un gran despliegue de recursos humanos. Las aseguradoras del barco ya han pagado por adelantado 3,6 millones de dólares por daños económicos, incluidos 1,6 millones para los pescadores. El gobierno de Sri Lanka sigue en conversaciones para negociar una suma final de indemnización, sin excluir el recurso legal en caso de desacuerdo.
La empresa de salvamento de Shanghai ya había intervenido en Nueva Caledonia para la retirada de los restos del Kea Trader. Su ascenso a la fama en la zona indopacífica no deja de preocupar a los líderes privados del salvamento marítimo y la retirada de pecios. Se trata de una política de precios bajos para hacer avanzar la estrategia del gobierno chino de las rutas marítimas de la seda, es decir, la ambición del control económico y político del Indopacífico.
