Según los gurús del gran consumo, la transparencia se ha vuelto crucial, y la etiqueta limpia refleja el deseo de los consumidores de productos naturales y transparentes tanto en la formulación como en el abastecimiento de ingredientes
El creciente interés de los consumidores por el origen y la calidad de los productos alimentarios es una tendencia cada vez más evidente. Especialmente cuando se trata de su propia salud y bienestar, los consumidores son cada vez más proactivos en la búsqueda de opciones alimentarias que mejoren sus hábitos.
Según un estudio de FMCG Gurus, el 60% de los consumidores mundiales considera importante la etiqueta «sin ingredientes artificiales» a la hora de comprar alimentos y bebidas.
Por tanto, la transparencia se ha convertido en un factor crucial, y la etiqueta limpia refleja el deseo de los consumidores de productos naturales y transparentes, tanto en su formulación como en el origen de los ingredientes. Esta claridad permite a los consumidores tomar decisiones con conocimiento de causa, pero requiere esfuerzos de marketing eficaces por parte de las marcas.
Según FMCG Gurus, el 60% de los consumidores mundiales considera importante la etiqueta «sin ingredientes artificiales» a la hora de comprar alimentos y bebidas.
Por tanto, la transparencia se ha convertido en un factor crucial, y la etiqueta limpia refleja el deseo de los consumidores de productos naturales y transparentes, tanto en su formulación como en el origen de los ingredientes. Esta claridad permite a los consumidores tomar decisiones con conocimiento de causa, pero requiere esfuerzos de marketing eficaces por parte de las marcas.
Los consumidores valoran las historias auténticas, y las marcas deben comunicar con transparencia el origen de sus ingredientes, la formulación de sus productos y sus prácticas sostenibles. Este esfuerzo no sólo establece una identidad auténtica, sino también una conexión más fuerte con los consumidores.
Aunque los consumidores son cada vez más conscientes de las cuestiones medioambientales, los estudios destacan que no son completamente altruistas en su comportamiento de compra. Los productos respetuosos con el medio ambiente deben ofrecer beneficios personales, como mejor calidad y valor nutritivo, además de beneficios medioambientales.
Por ejemplo, el 60% de los consumidores cree que los productos naturales son más sanos, el 49% cree que son de mejor calidad y el 62% los asocia con un impacto positivo en el medio ambiente.
Los consumidores, cada vez más atentos a las etiquetas de los ingredientes, buscan autenticidad y realidad en los productos que compran, vinculando estrechamente bienestar personal y sostenibilidad. En este contexto, la adopción de una producción inteligente, basada en prácticas regenerativas, emerge como una opción clave para marcas y productores.