El Brexit, los parques eólicos y el alto coste del combustible hunden el sector pesquero holandés.
El fin de la industria pesquera de arrastre holandesa está a la vista ahora que gran parte de la flota holandesa se ha acogido a la decisión de compra del Gobierno. En total, unos 40 de los 120 arrastreros que pescan solla y lenguado en el Mar del Norte quedarán libres, lo que repercutirá en el resto del sector, según la emisora. Por ejemplo, la lonja de Den Helder cerrará sus puertas y los arrastreros tendrán que dirigirse a Den Oever e IJmuiden para descargar sus capturas.
El desarrollo de los parques eólicos marinos, el Brexit y ahora los altos precios del combustible han repercutido en la industria pesquera, según el documento. La decisión de la UE de no permitir la pesca por impulsos -utilizar una carga eléctrica para capturar peces- también fue un duro golpe. El Gobierno ha reservado 155 millones de euros para comprar los arrastreros, con una cantidad por barco que varía en función del tamaño y la cuota. A los que decidan salirse se les prohíbe invertir en el sector pesquero durante otros cinco años.
