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lunes, abril 29, 2024
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El accidente del Mercante en Gibraltar exige una solución a las aguas compartidas con el Reino Unido

El accidente del barco mercante en Gibraltar exige una solución al mantenimiento de unas aguas compartidas de difícil encaje jurídico pese a que el capitán del mercante fuese detenido dándose comienzo la extracción de 465 toneladas de carburante del buque semihundido. No obstante, comienza a cundir el temor a una marea negra si el casco del OS 35 colapsa sin que antes se consiga bombear las 215 toneladas de fueoil pesado, las 250 de gasoil y las 27 de lubricante que tiene en sus tanques

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Según el comunicado difundido por el Ejecutivo gibraltareño, los buzos han vuelto a sellar los respiraderos que se abrieron por la fractura del casco del OS 35. A ese carguero de 178 metros de eslora las autoridades marítimas le ordenaron varar en una zona arenosa después de colisionar el lunes de noche con otro mercante, el metanero Adamn LNG. Este, de 289 metros de eslora, ya fue autorizado a zarpar porque solo sufrió una abolladura en el bulbo de proa en el choque en el que se vio implicado cuando estaba fondeado en lastre y el OS 35 salía de la bahía de Algeciras.

Tampoco hay confirmación oficial sobre la identidad del detenido por el «grave accidente» . Sin embargo, todo apunta a que sería el marino que estaba al mando del carguero OS 35 cuando el lunes por la noche chocó con un metanero. Primero, porque el capitán es el responsable de todo lo que suceda a bordo y, segundo, porque el ministro principal de Gibraltar lo acusó públicamente de «desobedecer las órdenes» de la Capitanía de Gibraltar y acatarlas solo al comprobar que le impedía seguir navegando la brecha de 10 por 4 metros abierta en el costado de estribor del buque, por debajo de la línea de flotación.

«Una pequeña cantidad» de fueloil pesado vertida por el mercante encallado que se rompió sí ha superado la barrera anticontaminación y flota en el lado este del Peñón de Gibraltar, frente a la playa de Catalan Bay o Caleta y en las proximidades de La Línea de la Concepción. . La extracción del carburante a la barcaza ya ha comenzado, avanza la del aceite y, según el Ejecutivo local, se está eliminando con éxito el fueloil que no sobrepasó la barrera colocada al costado del buque.

El Gobierno de esa colonia británica sitúa el origen de la fuga en dos de los respiraderos de un tanque de combustible próximo a la proa, en la parte del casco que ha quebrado, aunque, de momento, sin llegar a partirse. Cooperando con Gibraltar, el remolcador Luz de Mar, de Salvamento Marítimo de España, junto a buques gibraltareños, intentan recoger el carburante desprendido. Anuncian las autoridades del Peñón que  se acercará al OS 35 la barcaza que, de ser posible, extraerá el combustible del carguero. Si se mantiene la idea inicial de bombearlo con los medios del mercante, preveían necesitar 50 horas para vaciar los tanques y evitar la mayor preocupación en estos momentos, una marea negra.

Según el último comunicado del Gobierno de Gibraltar, en una operación que pretendía prolongarse toda la noche, se habían extraído 53 metros cúbicos de diésel del buque, calculan que aproximadamente una quinta parte de lo que llevaba en los tanques. 

Las autoridades del Peñón explican que, aunque todavía hay una cantidad visible de fueloil con bajo contenido de azufre en las aguas, la mitad de la cantidad filtrada ha sido recolectada por barreras y posteriormente bombeada a tanques. También trataron de restar gravedad al vertido, pues, a pesar de que «se trata de una fuga importante, la consistencia del combustible es más ligera que durante otros incidentes ocurridos en la bahía y esto significa que debería ser más fácil de disipar y limpiar si parte del fueloil llega a nuestras costas», apuntan.

El remolcador de Salvamento Marítimo Luz de Mar ante la mancha de fueoil vertido del mercante quebrado y varado frente al este del Peñón de Gibraltar

24 tripulantes

A última hora de la tarde de este miércoles, los 24 tripulantes que permanecían a bordo desde el accidente y 6 inspectores que en ese momento evaluaban el estado del «bulk carrier» fueron evacuados a tierra porque el casco se rompió en la zona donde se detectó una brecha que inicialmente medía 10 metros de largo por 4 de ancho.

El capitán del OS 35 «desobedeció las órdenes» inicialmente

En una entrevista en TVE, las agencias Efe y Europa Press apuntan que Fabian Picardo, ministro principal de Gibraltar, aseguró que el capitán del buque encallado «desobedeció las órdenes» de las autoridades marítimas tras el choque. Según Picardo, «no paró, decía que no tenía ningún daño». Pero le entraba tanta agua por la brecha abierta bajo la línea de flotación en el costado de estribor que «no pudo seguir su viaje y tuvo entonces que aceptar las instrucciones de la Capitanía de Gibraltar».

El ministro principal de la colonia inglesa situada en el sur de España, la decisión de vararlo ha sido «técnica, de la Capitanía de Gibraltar, y todos los técnicos la avalan». Porque «ya había riesgo» para los 24 tripulantes del OS 35, lo dirigieron a la zona «donde era posible salvar vidas» y evitar que el mercante se hundiese. «Si lo hubiéramos traído de nuevo al puerto, se hubiera hundido y hubiera habido un gran vertido de fuel», difundió Efe y Europa Press.

Para concentrar toda su capacidad operativa en esta «emergencia mayor», el puerto de Gibraltar permanece cerrado, añaden desde el Gobierno de Picardo.

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