El Parlamento danés aprobó el 25 de mayo el envío de una fragata al Golfo de Guinea, que operará en el marco de la cooperación regional en la lucha contra la piratería marítima.
Se trata de un fuerte gesto danés, ya que la Armada danesa sólo cuenta con dos fragatas en su flota. El barco Esbern se colocará en la zona a partir de noviembre durante un periodo de cinco meses. Unos 175 soldados estarán a bordo, incluida una unidad especial de 25 personas especialmente entrenadas para este tipo de operaciones. La marina danesa ya ha desplegado una de sus fragatas de la clase Absalon en el pasado para luchar contra la piratería, pero en el Golfo de Adén y frente al Cuerno de África.
La decisión de intervenir en el Golfo de Guinea, donde en 2020 se registraron 22 actos de piratería que provocaron la detención de 135 marinos, fue muy bien acogida por la asociación danesa de armadores, Danske rederier. «La situación sigue siendo tensa en esta zona y agradecemos al gobierno y a la mayoría de los partidos políticos esta decisión. Pero Dinamarca no puede resolver todo por sí sola. Esperamos que otros países sigan el mismo ejemplo», comentó su directora, Anne H. Steffensen.
Dinamarca, que ocupa el quinto lugar del mundo por su flota mercante, calcula que una media de 40 buques de propiedad danesa navegan diariamente por el Golfo de Guinea. «Esto representa un valor anual de mercancías de unos 1.300 millones de euros», dijo el Ministro de Asuntos Exteriores danés, Jeppe Kofod, en el Parlamento.