Se confirma el descenso de las capturas de cetáceos en el Golfo de Vizcaya, según anunció el viernes 23 de julio, el Ministerio del Mar francés que publicó sus cifras de capturas accidentales de cetáceos. Con 756 varamientos y una estimación de 3.900 capturas accidentales, marca un descenso en comparación con las dos temporadas anteriores.
Sin embargo, este duodécimo y último boletín de seguimiento de las capturas accidentales de pequeños cetáceos durante el período de riesgo (diciembre de 2020 a abril de 2021) no concluye todavía que la tendencia a largo plazo se haya invertido. «Los datos varían significativamente de un año a otro, sobre todo en función de las condiciones meteorológicas que influyen en la deriva de los cadáveres», advierten los autores.
Este factor también había sido señalada por la asociación activista Sea Shepherd, que a principios de junio había aducido la influencia de los inusuales vientos de levante para explicar el descenso de los varamientos y minimizar el anuncio realizado por el Comité Nacional de Pesca (CNPM). Las condiciones meteorológicas fueron sin duda un factor», reconoce Julien Lamothe, secretario general de la Asociación Nacional de Organizaciones de Productores (Anop) y miembro del grupo de trabajo copresidido por los Ministerios del Mar y de Transición Ecológica, que se reunió el 2 de julio. Pero también hay que tener cuidado cuando hay una sucesión de fuertes vendavales del oeste, como en varios inviernos anteriores.
Recuerda que aún quedan muchos datos por analizar, como los informes de los observadores de a bordo (396 mareas realizadas con 39 capturas observadas) y los datos de los sobrevuelos aéreos realizados por el observatorio Pelagis (208 horas de vuelo en 70 días a lo largo de 25.000 km), con imágenes digitalizadas que se compararán con las de la última campaña similar, realizada en 2011-2012. Este análisis no estará disponible hasta finales de año.
Perfeccionamiento del modelo de deriva
El mayor número de observaciones en el mar y el bagaje de cadáveres (66, entre ellos diez encontrados en las playas) deberían permitir también afinar el modelo de deriva que permite al observatorio Pelagis estimar la mortalidad por varamiento. El análisis preliminar da como resultado una estimación de 3.900 delfines capturados, pero con una amplia horquilla, entre 2.900 y 5.500. «Esto está todavía muy lejos de las declaraciones de capturas de los profesionales, que sin embargo se acercan cada vez más a la realidad», afirma Julien Lamothe.
En un comunicado de prensa del Ministerio del Mar, Annick Girardin indicó que «el primer balance de este periodo crucial para la muerte de pequeños cetáceos en el Golfo de Vizcaya alimentará las acciones del próximo invierno». Anunció la puesta en marcha de una hoja de ruta para el periodo comprendido entre 2021 y 2027. El fenómeno de la mortalidad accidental de los pequeños cetáceos es objeto de un trabajo considerable en términos de comprensión y conocimiento», resume. Es un esfuerzo constante de transparencia y compromiso que pido a todos los implicados. La comprensión del comportamiento de los pequeños cetáceos, su distribución y sus muertes, debe ser compartida con todos los usuarios del mar.
Cámaras de vigilancia
En el marco del proyecto Obscame, coordinado por la Oficina Francesa de Biodiversidad (OFB), cuenta con la instalación de cinco dispositivos de observación de capturas accidentales de mamíferos marinos mediante cámaras de a bordo en pescadores de enmalle voluntarios. El objetivo era validar los dispositivos técnicos de seguimiento de las capturas de delfines en las redes de enmalle, evitando filmar a los pescadores.
Las imágenes son de buena calidad, pese a que se encontraron pocos problemas técnicos y la cámara externa permite ver cosas que un observador a bordo no vería necesariamente (como un mamífero marino que se desengancha antes de recoger la red), lo que puede convertirlo en un dispositivo complementario al Obsmer.