La flota del bonito ultima la campaña del 2023 y ha realizado sus últimos capturas en el límite con Portugal y ahora los últimos barcos que quedan en campaña se encuentran en Galicia en los últimos días de faena al alcanzar un 93 por ciento del tope capturado. Las embarcaciones de bajura están pescando también patudo al disponer de cuota de esta especie.
Un total de 80.000 kilos fueron descargados den Ondarroa, 60.000 de bonito y 20.000 de patudo. El bonito dio un precio entre los 3,50 y los 5 kilos mientras que el patudo se pagó a 5 euros. A lo largo de esta semana se espera que se dicte el cierre precautorio de la costera con el 95 por ciento de la cuota capturado
No obstante, este año se ha hecho una nueva evaluación científica del stock del bonito, el atún blanco del Atlántico norte. Primero un informe preliminar de un grupo de trabajo y después, el del plenario del Comité Científico y Estadístico.
El documento revela que la probabilidad de que el stock no esté actualmente sometido a sobrepesca es del 99,6%. También constata que los desembarques totales comunicados fueron creciendo constantemente desde 1930 y alcanzaron un máximo de 64.634 toneladas a principios de los años sesenta, descendiendo después debido sobre todo a una reducción del esfuerzo de pesca de palangre y de superficie (curricán y cebo vivo) tradicionales. Ya en los noventa y principios de este siglo se observó una cierta estabilización, sobre todo por el incremento del esfuerzo y a las capturas de las nuevas pesquerías (redes de deriva y arrastre pelágico por parejas).
El nivel de capturas más bajo de toda la serie temporal se observó en el 2009, con 15.391 toneladas, pero se han incrementado notablemente desde entonces, y han fluctuado en un nivel en torno al del total admisible de capturas (TAC) en los años recientes.
Las descargas declaradas durante el año pasado fueron 31.654 toneladas, por debajo de las 37.801 del TAC, y durante los cinco últimos años se han mantenido en algo más de 30.000. Aproximadamente el 84% lo capturaron pesqueros de España, Francia e Irlanda.
Los científicos también constataron que desde que en 1999 se implantó la regla que limita la capacidad de pesca a la media del período 1993-1995 —aún vigente—, se ha observado un descenso general en la mortalidad por pesca. Y no solo eso, sino que desde que en el 2001 se estableció el TAC, las capturas se mantuvieron muy por debajo de ese límite durante todos los años, excepto en cuatro, lo que podría haber acelerado la recuperación durante la últimas décadas.
Aconsejan elevar un 25% el TAC
En el 2021, la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT, por sus siglas en inglés) adoptó un procedimiento de ordenación basado en modelos que incluía una regla de control de capturas, marcando con un TAC máximo de 50.000 toneladas y un mínimo de 20.000.
En la evaluación de este año, el Comité Científico comprobó que la abundancia relativa del bonito del norte había continuado aumentando durante las dos últimas décadas. Además, tampoco ha detectado circunstancias excepcionales que impidan aplicar lo que recomienda, para fijar el próximo TAC, el del período 2024-2026. Aconseja 47.251 toneladas, lo que supone un incremento del 25% respecto al anterior.
Ahora queda por ratificar y aprobar por la ICCAT, que se reunirá entre los próximos 13 y 20 de noviembre en la ciudad de El Cairo (Egipto). Como argumenta el informe de los científicos, podría ser probable que las fluctuaciones en las capturas reflejen las oscilaciones en la disponibilidad del recurso. Entre otras razones, porque la mayor parte de las capturas de bonito del norte las realizan los barcos de palangre superficie tradicionales que operan en el golfo de Vizcaya y en las aguas circundantes. De ahí que ahora consideren pertinente compensar a las flotas por los años en que el stock no estaba disponible.
.jpg)
