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viernes, diciembre 5, 2025
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La Comisión Europea constata la lenta recuperación económica de la flota pesquera tras el desplome de 2023

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La Relación Económica 2025 confirma un punto de inflexión tras la crisis post-pandemia y energética, pero advierte de retos estructurales en costes, relevo generacional y competitividad

La Comisión Europea ha publicado la Relación Económica 2025 sobre la flota pesquera de la Unión Europea, un informe de referencia que radiografía la situación del sector dos años después de la fase más aguda de las turbulencias post-pandemia y de la crisis energética. Las conclusiones dibujan un escenario de recuperación lenta pero sostenida, tras un 2023 marcado como el peor año reciente en términos de márgenes y rentabilidad.

Según el documento, en 2023 la flota pesquera de la UE estaba formada por 70.280 buques, de los cuales 53.260 se encontraban en activo, con una capacidad conjunta de 1,15 millones de GT y 4,36 millones de kW de potencia instalada. A bordo trabajaban 119.479 pescadores, que equivalen a 73.974 unidades de trabajo anuales, un dato que confirma el redimensionamiento estructural del sector, compensado en parte por el peso de la pesca costera artesanal, que representa ya el 77 % de las unidades operativas.

La producción pesquera comunitaria alcanzó en 2023 los 3,39 millones de toneladas, con un valor estimado de 6.100 millones de euros en primera venta. Sin embargo, la combinación de caída de precios medios y volatilidad extrema de los costes —especialmente del combustible— dejó una rentabilidad mínima: el beneficio neto agregado se quedó en 59 millones de euros, lo que supone un descenso del 61 % respecto al ejercicio anterior y un margen cercano al 1 %. Bruselas señala 2023 como el punto más crítico de la serie reciente, aún condicionado por los efectos retardados del shock energético de 2022.

2024 marca un punto de inflexión

La Relación Económica 2025 apunta, no obstante, a un cambio de tendencia a partir de 2024. Las estimaciones recogidas en el informe muestran una mejora del beneficio bruto y un parcial reequilibrio del beneficio neto, apoyados en tres factores principales: la reducción del coste del carburante, la normalización gradual de la inflación y el reajuste al alza de los precios de algunas especies clave en el mercado europeo.

Este rebote, aunque desigual, se deja sentir en la mayor parte de los segmentos de flota. La pesca costera a pequeña escala, menos intensiva en energía y más vinculada a mercados locales o de proximidad, registra un incremento de rentabilidad más claro, mientras que las flotas más energívoras (arrastre y grandes unidades) muestran una recuperación más gradual, todavía lejos de los niveles anteriores a la crisis.

La pesca en aguas distantes mantiene una trayectoria positiva y continúa aportando una parte relevante del volumen desembarcado, si bien los márgenes de beneficio son ahora más moderados que en el pasado. Para la flota de gran escala, que cerró 2023 con beneficio neto negativo, el ejercicio 2024 supone un año de transición hacia márgenes operativos más sostenibles, según se desprende del análisis de Bruselas.

2025: estabilidad relativa, pero sin volver al escenario precrisis

Los datos más recientes que incorpora la Relación Económica 2025, correspondientes al presente ejercicio, dibujan un sector más estable que en el bienio anterior, aunque todavía en fase de consolidación. Las flotas europeas se benefician de un contexto macroeconómico menos volátil, de la reducción de los costes variables y de una demanda más previsible dentro del mercado único.

El informe subraya que no se ha recuperado todavía el escenario precrisis, pero identifica 2025 como un año de “normalización relativa”, con una mejora más uniforme entre cuencas marítimas y segmentos de flota. La brecha entre segmentos intensivos en energía y la pequeña pesca costera se reduce, aunque ésta última sigue mostrando mayor capacidad de resiliencia frente a los vaivenes de precios y combustible.

En términos de empleo, la tendencia a la reducción del número de pescadores se mantiene, pero de forma algo menos acusada. El documento recuerda que la dificultad para atraer relevo generacional y la competencia con otros sectores más estables y mejor retribuidos siguen siendo un cuello de botella estructural.

Resiliencia de la pequeña escala y retos de competitividad

Uno de los mensajes centrales de la Relación Económica 2025 es la resiliencia de la pesca a pequeña escala, que aparece como columna vertebral del modelo productivo en numerosas regiones costeras de la UE. Su mayor flexibilidad, la capacidad para adaptarse a nichos de mercado y la proximidad al territorio han permitido amortiguar mejor que otros segmentos los impactos de la subida de costes y de la volatilidad de precios.

Al mismo tiempo, la Comisión Europea advierte de varios “nudos abiertos” que condicionarán la evolución del sector en los próximos años:

  • Una estructura de costes todavía frágil, muy dependiente de la energía y logística.
  • La necesidad de mejorar la capacidad de atracción de mano de obra, tanto cualificada como no cualificada.
  • La competitividad de los precios frente a productos importados de terceros países, en un contexto de apertura comercial y altos estándares regulatorios europeos.

El informe subraya que el ligero alivio en los precios del combustible y la estabilización inflacionaria no pueden considerarse garantizados a medio plazo, por lo que insiste en la importancia de seguir promoviendo la eficiencia energética, la modernización de las flotas y la diversificación de los mercados.

Un sector que sale del bache, pero necesita políticas estables

En conjunto, la Relación Económica 2025 transmite un mensaje matizado: tras el mínimo histórico de 2023, la pesca de la UE recupera progresivamente su sostenibilidad económica y su estabilidad operativa, pero lo hace sobre una base que sigue siendo frágil y muy expuesta a nuevas perturbaciones externas.

La capacidad de resistencia demostrada por las flotas, y en particular por la pesca de pequeña escala, confirma —según Bruselas— la importancia de un modelo productivo arraigado en los territorios, más diversificado y mejor preparado para absorber shocks de mercado. Sin embargo, el propio informe avisa de que la transición hacia una pesca climáticamente neutra, competitiva y socialmente atractiva exigirá mantener el apoyo público, la planificación a largo plazo y una coherencia clara entre las políticas pesqueras, energéticas y laborales de la Unión.

Mientras tanto, la publicación de esta radiografía económica llega en un momento clave, con varios debates abiertos en la UE sobre reducción de esfuerzo pesquero, reconversión de flotas, descarbonización e igualdad de condiciones con terceros países. La foto que ofrece la Relación 2025 será, previsiblemente, una de las referencias centrales en esas discusiones: un sector que ha sobrevivido al impacto combinado de la pandemia y la crisis energética, pero que sigue necesitando reglas claras y estabilidad para asegurar su futuro.

ICES alerta de un aumento de capturas accidentales de especies protegidas en 2024, con el Cantábrico–Atlántico ibérico en primera línea

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El Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES, por sus siglas en inglés) ha publicado su último informe sobre capturas accidentales (“bycatch”) de especies marinas amenazadas, protegidas y en peligro (ETP) en las pesquerías europeas, y el balance de 2024 vuelve a encender las alarmas. A pesar de que el esfuerzo de observación ha sido similar al de 2023, en varias ecorregiones se registran estimaciones más altas de mortalidad incidental de mamíferos marinos y aves marinas.

El documento ofrece estimaciones anuales de bycatch para 39 especies ETP en 109 combinaciones de especie, ecorregión y arte de pesca (métier de nivel 4) en 11 ecorregiones distintas. Allí donde los datos de 2024 no permitían una estimación fiable, ICES recurre a tasas medias plurianuales (2017–2024) para otras 198 combinaciones, lo que dibuja un panorama muy completo —y preocupante— de la interacción entre las flotas europeas y la fauna más vulnerable.

Delfín común en el golfo de Vizcaya, la señal más preocupante

Entre los mamíferos marinos considerados prioritarios, el informe señala que la estimación de capturas accidentales más elevada en 2024 corresponde al delfín común (Delphinus delphis) en la ecorregión del golfo de Vizcaya y la costa ibérica. Los mayores niveles de bycatch se registran en las parejas de arrastre pelágico de media agua (PTM) y en las redes de enmalle de fondo (GNS) en la división 27.8.a, frente a la fachada atlántica francesa.

A escala de toda la ecorregión, ICES subraya que las tasas más altas de bycatch de delfín común se concentran en los métiers (nivel 5) dirigidos a peces demersales, lo que vuelve a situar en el foco a determinadas modalidades de arrastre y enmalle.

En cuanto a la marsopa común (Phocoena phocoena), otra de las especies sensibles bajo escrutinio científico y político, el informe indica que la mayor estimación de capturas accidentales en 2024 se da en redes de enmalle (GNS) en la ecorregión de aguas islandesas. Las tasas plurianuales (2017–2024) muestran además niveles elevados de bycatch de marsopa en redes de enmalle en las ecorregiones del mar de Noruega y mar de Barents.

En el mar Báltico —donde la población de marsopa es extremadamente reducida y objeto de medidas de emergencia por parte de la UE—, la mayor estimación de 2024 se localiza de nuevo en redes de enmalle (GNS) en la división 27.3.c.22. En el golfo de Vizcaya y costa ibérica, el informe apunta que el arte más conflictivo para la marsopa son los trasmallos (GTR) en las divisiones 27.8.a y 27.8.b.

La pardela balear y las artes estáticas: un cóctel de riesgo

Entre las aves marinas, ICES centra su atención en la pardela balear (Puffinus mauretanicus), especie catalogada En Peligro Crítico a escala global. El informe ofrece por primera vez una estimación anual de capturas accidentales para esta especie en 2024 en trasmallos (GTR) en el golfo de Vizcaya y la costa ibérica.

Además, el análisis plurianual 2017–2024 identifica las líneas de palangre de deriva (LLD) en la ecorregión del Mediterráneo occidental como el arte y zona donde se han registrado las tasas de bycatch más elevadas de pardela balear en los últimos años. Se confirma así la preocupación de científicos y ONG sobre el impacto combinando de redes y anzuelos en una de las aves marinas más amenazadas de Europa.

Tortugas marinas: riesgos en el Adriático, Atlántico abierto y mares celtas

La atención se dirige también a las tortugas marinas, otro grupo emblemático en el debate internacional. En el caso de la tortuga boba (Caretta caretta), la mayor estimación de capturas accidentales en 2024 se registra en parejas de arrastre pelágico de media agua (PTM) en la ecorregión del mar Adriático.

Para la tortuga laúd (Dermochelys coriacea), la mayor estimación anual se sitúa en las líneas de palangre de deriva (LLD) en la ecorregión del Atlántico nordeste oceánico. El informe añade que, considerando todo el periodo 2017–2024, las tasas más altas de bycatch de tortuga laúd corresponden también a palangres de deriva en la ecorregión de los mares celtas.

Rayas, peces cartilaginosos y esturión: la otra cara del bycatch

El documento del ICES no se limita a mamíferos, aves y tortugas: incluye también peces de alto interés de conservación. En 2024 se han elaborado estimaciones anuales de capturas accidentales para la raya mariposa (Gymnura altavela) y el complejo de “common skates” (Dipturus batis y D. intermedius) en varias combinaciones de ecorregión y arte de pesca.

La mayor estimación de bycatch de Gymnura altavela se asocia a los arrastres de puertas de fondo (OTB) en la ecorregión del Egeo–Levante, mientras que para la “common skate” (D. batis) el valor máximo se da igualmente en arrastre de fondo (OTB) en las aguas islandesas.

El informe recoge además capturas accidentales de esturión atlántico (Acipenser oxyrinchus), especie considerada prácticamente extinta en muchas de sus áreas históricas de distribución. En este caso, las estimaciones se refieren a redes de enmalle (GNS) en la ecorregión del mar Báltico, lo que subraya el carácter extremadamente delicado de esta pesquería.

Medidas de mitigación: combinación de artes alternativos, cierres y dispositivos acústicos

Más allá del diagnóstico, ICES insiste en que no existe una solución única para reducir las capturas accidentales de especies ETP. “Las soluciones son específicas de cada contexto y a menudo requieren la combinación de varias medidas técnicas y/o de gestión espacial”, señala el consejo científico.

En el caso concreto de la marsopa común y el arao común (Uria aalge) en redes de enmalle (GNS), ICES considera que el mayor potencial de mitigación proviene del uso combinado de artes alternativas, cierres espaciales o temporales y dispositivos acústicos disuasorios (pinger) para las marsopas. Este paquete, advierte el organismo, puede reducir el bycatch pero también tener efectos sobre los rendimientos de la pesquería y sobre otras especies no objetivo.

Más observadores, más cámaras y mejores datos

Uno de los mensajes más contundentes del informe se refiere a la necesidad de mejorar el esfuerzo de seguimiento y la calidad de los datos. Para afinar las estimaciones anuales y las tasas plurianuales de bycatch, ICES recomienda “maximizar y, cuando sea posible, estratificar el esfuerzo de monitorización por combinaciones área–métier” y dar prioridad tanto a observadores científicos embarcados como a sistemas electrónicos de seguimiento de capturas accidentales (cámaras a bordo, EMS).

El organismo reitera también que es imprescindible contar con información completa sobre el esfuerzo pesquero y de monitorización para todos los métiers, “incluso cuando no se haya registrado ninguna captura accidental”. La ausencia de datos en ciertas flotas o áreas impide —subraya— evaluar con rigor el riesgo real para las poblaciones de cetáceos, aves, tortugas y peces vulnerables.

Un debate que atraviesa la política pesquera europea

Aunque el informe tiene un carácter estrictamente técnico, sus conclusiones llegan en un momento de máxima tensión política en torno a las medidas de emergencia para reducir el bycatch de cetáceos y aves marinas en el Atlántico nororiental, desde el mar del Norte hasta el golfo de Vizcaya y las aguas ibéricas.

Los datos actualizados de 2024, que apuntan a un aumento de las capturas accidentales de mamíferos marinos y aves en varias ecorregiones pese a los esfuerzos desplegados, darán munición tanto a quienes reclaman restricciones más duras —cierres temporales, limitaciones a determinadas artes, objetivos de mortalidad cero— como a un sector pesquero que denuncia el impacto socioeconómico de estas medidas y cuestiona la solidez de algunos modelos científicos.

En este contexto, el nuevo balance del ICES refuerza la idea de que el bycatch de especies ETP seguirá siendo uno de los terrenos más sensibles de la política pesquera europea en los próximos años: un campo donde la sostenibilidad biológica, la viabilidad económica de las flotas y la aceptación social de las medidas estarán más entrelazadas que nunca.

FERRI revoluciona la maniobra del cerco con su nuevo Salabardo Inteligente para túnidos

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Un sistema de pesaje a bordo que elimina estimaciones y aporta precisión, trazabilidad y control de datos en tiempo real

La empresa gallega FERRI ha dado un salto cualitativo en la digitalización de la pesca atunera con el lanzamiento de su Salabardo Inteligente, un sistema de pesaje integrado en la pasteca que permite conocer con exactitud el peso de las capturas durante la maniobra de izado, directamente a bordo y en tiempo real.

En un sector donde todavía se trabaja a menudo con estimaciones y datos aproximados, la propuesta de FERRI apunta a un cambio de paradigma: medir de forma precisa, continua y automatizada lo que entra en el buque, incluso en las condiciones más exigentes de la pesca de cerco.

Del “ojo del patrón” al dato preciso

Tradicionalmente, el cálculo de las toneladas embarcadas en cada lance ha dependido de una mezcla de experiencia, estimaciones visuales y pesajes en descarga con dinamómetros u otros sistemas condicionados por la operativa en puerto. A bordo, los movimientos del buque, las tensiones cambiantes en las estachas y el propio dinamismo de la maniobra dificultan enormemente cualquier pesaje fiable.

El Salabardo Inteligente FERRI nace precisamente para resolver ese problema. La clave está en la pasteca inteligente, diseñada para trabajar en el punto crítico de la maniobra, allí donde se concentra el esfuerzo de izado del salabardo cargado de túnidos.

Mediante sensores de alta precisión y un software con algoritmo propio, la pasteca es capaz de medir, filtrar y estabilizar los datos de carga en tiempo real, aislando el peso efectivo de la pesca frente a los “ruidos” generados por el balance del buque, los tirones, los impactos o incluso la inmersión parcial del equipo durante el lance.

Pesaje continuo y trazabilidad total de cada lance

El resultado es un registro exacto y continuo del peso embarcado en cada maniobra. Frente a los sistemas convencionales, muy condicionados por las oscilaciones del barco y otras fuerzas dinámicas, el Salabardo Inteligente ofrece lecturas fiables y repetibles, evitando sobreestimaciones o infravaloraciones de la captura.

Para patrones y armadores, esto se traduce en información inmediata y verificable:

  • Saber con precisión cuántas toneladas han entrado realmente en cada lance.
  • Tomar decisiones rápidas sobre el reparto de la pesca en bodegas.
  • Planificar con mayor seguridad el resto de la marea y el uso de la cuota disponible.

El sistema está concebido como una herramienta de trabajo diaria: sustituye a los pesos y dinamómetros tradicionales, simplifica la operativa en cubierta y añade un valor clave en la era de la digitalización: trazabilidad completa de las maniobras, lance a lance.

Arquitectura segura y datos bajo control de la flota

Uno de los aspectos más cuidados del desarrollo es la gestión de los datos. El Salabardo Inteligente FERRI permite definir, para cada flota, el protocolo de registro y almacenamiento:

  • Consola de control en el puente para la visualización inmediata por parte del patrón.
  • Servidor interno del barco, donde se van guardando las maniobras de forma ordenada.
  • Integración con otros sistemas a bordo, según las necesidades de cada armador.

La arquitectura de transmisión está concebida para garantizar seguridad y confidencialidad, de modo que la información permanezca siempre bajo control del usuario y pueda ser compartida solo con quien se decida (oficinas de la empresa, administración, clientes, certificadoras, etc.).

En un contexto de creciente exigencia en materia de trazabilidad, documentación electrónica de capturas y certificaciones de sostenibilidad, contar con un registro técnico fiable del peso embarcado en cada operación es una ventaja competitiva evidente.

Ingeniería para las condiciones más duras del cerco

Más allá del componente digital, FERRI ha aplicado su experiencia en equipos de cubierta para diseñar un sistema capaz de soportar el entorno más hostil de la pesca de túnidos.

Cada elemento del Salabardo Inteligente ha sido desarrollado con este objetivo:

  • Estructura mecánica de la pasteca dimensionada para grandes cargas y ciclos intensivos de trabajo.
  • Electrónica encapsulada y protegida frente a golpes, humedad y salinidad.
  • Sistemas de comunicación blindados frente a interferencias y condiciones extremas.

La empresa subraya que ni la humedad constante, ni los impactos propios de la maniobra, ni los largos periodos de uso continuado comprometen la precisión ni la durabilidad del equipo. La combinación de ingeniería mecánica y tecnología avanzada asegura un rendimiento estable y fiable en cualquier circunstancia, justo en el punto donde la operación es más exigente.

Un paso adelante en la digitalización de la pesca atunera

Con el Salabardo Inteligente, FERRI se posiciona a la vanguardia en el desarrollo de equipos de cubierta “inteligentes” para cerqueros atuneros. Por primera vez, un sistema de pesaje concebido específicamente para las condiciones reales de operación permite a las flotas:

  • Automatizar el registro del peso embarcado.
  • Disponer de datos precisos en tiempo real.
  • Mejorar la planificación de maniobras y mareas.
  • Fortalecer la trazabilidad y la transparencia de la actividad.

En un sector sometido a crecientes exigencias de control, sostenibilidad y eficiencia, esta innovación abre la puerta a nuevos estándares de gestión a bordo, donde cada lance deja de ser una estimación para convertirse en un dato preciso.

FERRI, con este desarrollo, no solo añade tecnología a un equipo tradicional: redefine la forma de pesar la pesca a bordo y ofrece a la flota atunera una herramienta alineada con la evolución tecnológica y regulatoria que ya marca el presente –y, sobre todo, el futuro– de la pesca de cerco.

IFPO celebra una posición unida de Irlanda ante las negociaciones de cuotas en la UE

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La Irish Fish Producers Organisation (IFPO) ha valorado muy positivamente la reunión mantenida con el Taoiseach Micheál Martin de cara al decisivo Consejo de Ministros de Pesca de la UE del 11 y 12 de diciembre, en el que se pactarán las cuotas de pesca para 2026.

Su director general, Aodh O’Donnell, considera que el encuentro ha enviado una “señal de unidad nacional” justo en un momento en el que la flota irlandesa se enfrenta a recortes de cuota sin precedentes para especies clave. Según explica, el hecho de que el jefe del Gobierno se implique directamente con los representantes del sector demuestra que el Ejecutivo “está plenamente respaldando la posición de Irlanda” en las que califica como las negociaciones pesqueras más importantes de los últimos años.

En la reunión participaron todas las ramas de la industria pesquera irlandesa –flota de altura, pesca artesanal e inshore, islas, cooperativas y transformadores– junto con altos cargos del Gobierno, lo que, en opinión de IFPO, subraya la gravedad del momento y la necesidad de actuar de forma coordinada antes del Consejo de diciembre.

Las “Hague Preferences”, línea roja para Irlanda

Uno de los puntos centrales del artículo es la defensa de las llamadas “Hague Preferences”, el mecanismo acordado en 1976 para compensar a Irlanda (y en su día al Reino Unido) por su fuerte dependencia de la pesca, y que solo entra en juego cuando los TAC se sitúan por debajo de determinados niveles.

O’Donnell señala que, con propuestas que contemplan una reducción del 70 % en caballa (mackerel) y del 41 % en bacaladilla (blue whiting), la correcta aplicación de ese mecanismo es absolutamente esencial para evitar un daño desproporcionado a Irlanda. En el texto se subraya que el Taoiseach habría sido “muy claro” en su compromiso de defender estas preferencias como prioridad nacional ante el resto de socios comunitarios.

Citando los datos científicos publicados por ICES, IFPO advierte de que los recortes propuestos podrían suponer pérdidas de alrededor de 66 millones de euros en especies pelágicas, 12 millones en demersales (whitefish) y 21 millones en cigala del mar de Irlanda (Dublin Bay prawns) solo en 2026. En términos de volumen, se calcula que más de 57.000 toneladas de cuota estarían en riesgo, y el impacto económico total podría ascender a 200 millones de euros, con consecuencias para más de 2.300 empleos en las comunidades costeras.

Plan financiero a cinco años y crítica a la sobrepesca de terceros países

IFPO acoge con satisfacción la decisión del Gobierno de poner en marcha un grupo de trabajo para diseñar un marco financiero de cinco años para el sector pesquero irlandés. Para O’Donnell, esto demuestra que el Ejecutivo comprende la dimensión del reto y está dispuesto a apoyar la flota y la economía de las zonas costeras a medio plazo.

Al mismo tiempo, el dirigente de IFPO vuelve a denunciar el papel de terceros países no comunitarios –como Noruega, Islandia, Rusia o Islas Feroe– en la desestabilización de las poblaciones pelágicas, al haber fijado durante años cuotas por encima del asesoramiento científico. IFPO sostiene que esas prácticas han alimentado la actual crisis de stocks y que resulta inaceptable que Irlanda acabe soportando los recortes más profundos, pese a que su flota ha cumplido con las reglas de gestión de la UE.

Reconocimiento al ministro Dooley y mensaje final

El artículo recoge también un amplio reconocimiento al ministro de Pesca y Asuntos Marítimos, Timmy Dooley, al que O’Donnell atribuye un nivel de “energía y urgencia” inédito en la cartera, destacando su trabajo intenso en Bruselas y las reuniones bilaterales con otros Estados miembros para sumar apoyos a la posición irlandesa. IFPO menciona igualmente el respaldo del ministro de Agricultura, Alimentación y Mar, Martin Heydon, y del resto del Gobierno, subrayando que se ha logrado una postura nacional unida y firme.

De cara al Consejo de diciembre, IFPO considera que Irlanda llega ahora con un frente interno cohesionado y un mandato reforzado. La organización insiste en que se trata de una semana crucial pero también de una oportunidad para lograr un resultado más justo y proteger a pescadores, empresas transformadoras y comunidades costeras que dependen de la pesca.

CITES tumba la propuesta de la UE para proteger todas las anguilas

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El comité del convenio internacional rechaza por amplia mayoría incluir todas las especies del género Anguilla en el Apéndice II, pese a las alertas científicas sobre su declive global.


El intento de la Unión Europea de reforzar la protección internacional de todas las especies de anguila ha sufrido un duro revés en la 20.ª Conferencia de las Partes (CoP20) de CITES, celebrada en Samarcanda (Uzbekistán). El Comité I del convenio votó mayoritariamente en contra de la propuesta comunitaria para incorporar todo el género Anguilla al Apéndice II, la lista que obliga a controlar estrictamente el comercio internacional de especies vulnerables.

La iniciativa, presentada por la UE junto con Honduras, perseguía extender a todas las anguilas el mismo estatus que ya tiene desde 2007 la anguila europea (Anguilla anguilla), actualmente incluida en el Apéndice II por su grave estado de conservación. El objetivo era frenar el declive de otras especies muy explotadas, como la anguila japonesa (A. japonica) y la americana (A. rostrata), sometidas a una fuerte demanda comercial en Asia y otros mercados.

Sin embargo, el resultado de la votación fue contundente: 35 países a favor, 100 en contra y 8 abstenciones, según los recuentos hechos públicos tras el escrutinio secreto. La propuesta quedó así enterrada en comité y solo un giro improbable en la plenaria final podría resucitarla.

Japón y Asia lideran el bloque del “no”

Entre los opositores más firmes se situó Japón, uno de los grandes consumidores mundiales de anguila. El gobierno nipón argumentó que las evaluaciones científicas de la FAO y de la propia secretaría de CITES no consideran que la anguila japonesa ni la americana cumplan aún los criterios formales de inclusión por declive poblacional y que, por tanto, la propuesta “no estaba apoyada por la ciencia”.

Tokio advirtió además de que la imposición de controles CITES sobre todas las especies podría disparar los precios internos y alterar un mercado en el que alrededor del 70 % de las anguilas consumidas en Japón son importadas, principalmente desde China, Taiwán y Corea del Sur. Países como China y Corea del Sur —con importantes industrias de acuicultura y engorde de anguila— se alinearon con Japón, preocupados por el impacto económico de nuevas trabas administrativas y comerciales.

El resultado refleja un choque frontal entre los intereses de conservación y los de países con cadenas de valor fuertemente dependientes de la anguila, tanto salvaje como cultivada.

Una familia en declive, pero sin acuerdo sobre la respuesta

El voto negativo no significa que la situación de las anguilas sea buena. Muy al contrario: la literatura científica subraya desde hace años el fuerte declive de muchas especies migratorias de Anguilla a escala global, por la combinación de sobrepesca, destrucción de hábitats fluviales, contaminación, presas, cambio climático y comercio ilegal.

La anguila europea está catalogada como “En Peligro Crítico” en la Lista Roja de la UICN, mientras que la japonesa y la americana figuran como “En Peligro”. Otras especies del Pacífico y del Índico se consideran “Vulnerables”.

Precisamente por ello, varios expertos europeos defendían que la propuesta de la UE se quedaba incluso corta. Investigadores como Miguel Clavero, de la Estación Biológica de Doñana (CSIC), han defendido que las especies más amenazadas deberían pasar directamente al Apéndice I —lo que implicaría un veto casi total al comercio internacional— mientras que el resto del género Anguilla se incluiría en el Apéndice II para evitar que la presión pesquera se “desplace” de unas especies a otras.

El argumento de la UE: sin control, el comercio empuja al colapso

La propuesta comunitaria buscaba precisamente anticiparse a ese efecto de sustitución: si solo la anguila europea está regulada, el mercado tiende a compensar la escasez tirando de otras especies —como la japonesa, la americana o la neozelandesa—, sometiéndolas al mismo patrón de sobreexplotación.

La inclusión en el Apéndice II no habría supuesto una prohibición absoluta, sino la obligación de emitir dictámenes de extracción no perjudicial (los llamados Non-Detriment Findings), certificados por la autoridad científica de cada país exportador, antes de autorizar cualquier envío internacional.

Para Bruselas y los estados miembros que apoyaron la propuesta, se trataba de introducir un nivel mínimo y homogéneo de control sobre un comercio globalizado y difícil de rastrear, muy expuesto a fraudes de etiquetado y al tráfico ilegal de alevines.

Temores comerciales y división Norte-Sur

Los debates en Samarcanda han puesto de relieve, una vez más, las tensiones clásicas en CITES entre países de consumo y de producción, así como entre bloques desarrollados y emergentes.

Los defensores del “no” insistieron en que añadir a todas las anguilas a los anexos de CITES habría introducido costes burocráticos y riesgos de bloqueo comercial que, a su juicio, no se corresponden con el grado de amenaza de todas las poblaciones. También reprocharon a la UE no haber calibrado suficientemente las consecuencias para las pesquerías artesanales y las granjas de engorde en Asia.

Desde el lado europeo, ONG ambientalistas y parte del sector científico lamentan que CITES siga siendo demasiado sensible a las presiones industriales y comerciales. Recuerdan que el propio colapso de la anguila europea se produjo tras décadas de advertencias ignoradas y que el comercio internacional de alevines hacia Asia sigue siendo uno de los factores de riesgo más graves.

¿Y ahora qué?

El rechazo del Comité I no cierra del todo la puerta: la decisión deberá ser confirmada en la sesión plenaria de la CoP20. No obstante, las posibilidades de un giro de guion se consideran muy reducidas, habida cuenta de la amplia mayoría alcanzada en la votación inicial.

De confirmarse el “no”, el mapa regulatorio mundial de las anguilas seguirá prácticamente igual:

  • Solo la anguila europea continuará listada en el Apéndice II de CITES.
  • El resto de especies quedará bajo los marcos de gestión nacionales y regionales, con recomendaciones científicas de la FAO y organismos regionales de pesca, pero sin un paraguas global vinculante para el comercio.
  • Los esfuerzos de conservación dependerán, en gran medida, de políticas internas, acuerdos bilaterales y de la capacidad de los países de origen y destino para controlar el tráfico y aplicar vedas o cierres temporales.

Un mensaje ambiguo para la conservación

El desenlace de Samarcanda lanza un mensaje ambiguo sobre la capacidad del sistema internacional para actuar con anticipación frente al deterioro de especies de alto valor comercial.

Para la UE y los científicos que defendían un mayor nivel de protección, CITES ha perdido una oportunidad de oro para alinear el comercio de anguila con los objetivos de conservación, evitando repetir el “caso europeo” en otros continentes.

Para Japón, China, Corea del Sur y otros países que votaron en contra, la decisión permite ganar tiempo, preservar la estabilidad de un mercado multimillonario y seguir confiando en sus propios sistemas de gestión y en evaluaciones científicas que, por ahora, consideran que un cierre o una restricción severa del comercio sería desproporcionada.

Mientras tanto, el futuro de las anguilas —esos peces migratorios capaces de cruzar océanos enteros entre el mar y los ríos— sigue pendiendo de un equilibrio frágil entre intereses económicos a corto plazo y la necesidad de asegurar la supervivencia de unas poblaciones que, en muchos casos, ya muestran signos claros de agotamiento.

Oceana denuncia que decenas de buques de bandera española apagan su señal de identificación en África Occidental

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La ONG acusa al Gobierno de “mirar hacia otro lado” mientras mercantes y pesqueros españoles desconectan el AIS durante largos periodos en aguas de Senegal y Guinea-Bisáu, vulnerando normas de transparencia y control pesquero

La organización conservacionista Oceana, junto con la ONG jurídica ClientEarth, ha presentado una demanda contra el Gobierno español por no investigar ni sancionar adecuadamente a varios buques de bandera española —entre ellos mercantes y pesqueros— que habrían desactivado de forma reiterada sus sistemas de identificación automática (AIS) en aguas de África Occidental, especialmente frente a Senegal y Guinea-Bisáu.

El AIS (Automatic Identification System) es un dispositivo obligatorio para todos los barcos de más de 15 metros de eslora en la Unión Europea, tanto por razones de seguridad marítima como de control de la pesca. Permite conocer en tiempo casi real la posición, rumbo y velocidad de los buques y es una herramienta clave para vigilar la actividad de flotas industriales y prevenir la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR).

Según el análisis aportado por las ONG, basado en datos de la plataforma Global Fishing Watch, varios buques de pabellón español “desaparecieron” del mapa durante largos periodos entre 2020 y 2023, apagando su señal AIS en zonas de alta riqueza pesquera. En al menos un caso, un barco habría permanecido sin emitir señal durante más de un año, un comportamiento que, de confirmarse, resultaría altamente sospechoso desde el punto de vista del control pesquero.

Señales apagadas, muchas preguntas

La denuncia subraya que no se trata de incidentes aislados. Las organizaciones hablan de “varias decenas” de buques que habrían recurrido a esta práctica en aguas de África Occidental, una región donde el 73 % de la flota industrial tiene propiedad extranjera y donde la presión sobre los recursos marinos es ya crítica.

Para ClientEarth y Oceana, el patrón que dibujan los datos es claro: apagones prolongados del AIS en zonas de pesca sensibles, cambios de bandera o uso de sociedades locales para operar en terceros países, y escasa respuesta por parte de las autoridades españolas, pese a los avisos de la sociedad civil.

Nils Courcy, abogado de ClientEarth, ha resumido así la preocupación de las ONG: no se entiende por qué estos buques apagan su señal pública de identificación y “permanecen en la oscuridad” tanto tiempo; una conducta que podría estar vinculada a prácticas de fraude pesquero, evasión de controles o incumplimientos de los acuerdos de acceso a recursos.

Obligaciones claras para España, dentro y fuera de la UE

La denuncia recuerda que la normativa europea prohíbe a los ciudadanos y empresas de la UE participar en pesca ilegal en cualquier lugar del mundo, no solo en aguas comunitarias. España, como Estado miembro con una de las mayores flotas de altura y gran solera pesquera, tiene la obligación legal de supervisar la actividad de los buques que enarbolan su bandera, incluso cuando operan bajo acuerdos de pesca en terceros países o mediante filiales locales.

Oceana reprocha al Ejecutivo que, pese a disponer de información suficiente —incluyendo señales AIS, licencias de pesca y datos de control portuario—, no haya abierto investigaciones exhaustivas ni impuesto sanciones ejemplares a las compañías implicadas. A su juicio, esta “falta de diligencia” envía un mensaje peligroso: que existe un margen de impunidad para quien desactive sus sistemas de seguimiento y opere lejos del escrutinio público.

Desde la perspectiva de las ONG, el caso no es solo un asunto técnico o burocrático, sino una cuestión de credibilidad de la política pesquera común y de los compromisos internacionales de la UE contra la pesca INDNR.

Impacto en biodiversidad y seguridad alimentaria

África Occidental se ha consolidado como uno de los grandes puntos calientes de la pesca mundial. Sus caladeros son esenciales para la seguridad alimentaria de millones de personas y sostienen economías locales fuertemente dependientes de la pesca artesanal. Sin embargo, la combinación de flotas industriales extranjeras, gobernanza frágil y controles limitados crea un caldo de cultivo ideal para la sobrepesca y la pesca ilegal.

Oceana advierte de que los apagones del AIS impiden seguir la pista a los buques en tiempo real, dificultan la verificación del cumplimiento de las cuotas, complican la detección de incursiones en zonas vedadas o reservas marinas y, en última instancia, socavan cualquier esfuerzo serio de gestión sostenible de los recursos.

El riesgo no es solo ambiental. La organización subraya que cuando buques industriales faenan sin transparencia en zonas donde deberían operar bajo reglas claras, se produce una competencia desleal con las comunidades pesqueras locales, se erosionan las economías costeras y se compromete la disponibilidad de proteína marina asequible para la población.

El Gobierno se defiende, las ONG piden más control

El Gobierno español ha respondido en anteriores ocasiones a críticas similares alegando que la competencia directa sobre la actividad pesquera fuera de aguas comunitarias es compleja y que parte de la responsabilidad recae en los Estados ribereños donde operan estos buques. También ha cuestionado la capacidad jurídica de las ONG para exigir responsabilidades por actuaciones fuera de la UE.

Sin embargo, ClientEarth y Oceana recuerdan que España es considerada por la propia Comisión Europea como un “Estado de pabellón de alto riesgo” si no garantiza que sus barcos cumplen las reglas allá donde operan. Y subrayan que el Reglamento INDNR de la UE obliga a los Estados miembros a investigar cualquier indicio de actividad ilegal vinculada a flotas bajo su bandera.

Las organizaciones reclaman que se adopte un paquete de medidas claras:

  • apertura de expedientes sancionadores a los buques que hayan apagado AIS sin justificación válida;
  • mayor intercambio de información con países como Senegal o Guinea-Bisáu;
  • uso sistemático de herramientas de seguimiento por satélite y datos de terceros (Global Fishing Watch, EMSA, etc.);
  • y publicación activa de los resultados de las investigaciones para reforzar la transparencia y la confianza pública.

AIS, pieza clave en la gobernanza oceánica

Más allá del caso concreto, la denuncia pone el foco en un debate de fondo: el papel de la tecnología en la gobernanza de los océanos. El AIS se ha convertido en un instrumento básico para controlar flotas industriales y prevenir accidentes, vertidos o incursiones ilegales. Su apagado deliberado —salvo en contadas excepciones por razones de seguridad— es considerado por expertos y organismos internacionales como una señal de alerta que debería activar investigaciones automáticas.

Para las ONG, permitir que buques mercantes o pesqueros de bandera europea operen largos periodos “en la sombra” es incompatible con el liderazgo que la UE dice ejercer en la lucha contra la pesca ilegal y en la promoción de océanos sanos.

La denuncia de Oceana y ClientEarth llega en un momento en que la opinión pública es cada vez más sensible a la transparencia en la cadena de suministro de productos del mar y a la huella ambiental de la flota. Si el caso prospera ante los tribunales españoles, podría sentar un precedente importante: obligar a reforzar los controles sobre los buques europeos que faenan fuera de la UE y marcar un antes y un después en la tolerancia hacia quienes apagan, sin explicación, sus dispositivos de identificación automática.

Mientras tanto, la pelota está en el tejado del Gobierno. El sector pesquero observa con atención, los países africanos reclaman mayor equidad en el acceso a sus recursos y las ONG no parecen dispuestas a soltar el hilo de unos buques que, al menos durante un tiempo, decidieron navegar sin ser vistos.

Noruega encadena dos meses de caída en el valor de sus exportaciones de productos del mar pese a los precios récord

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El sector noruego de los productos del mar atraviesa un momento de claroscuros. Noruega exportó en noviembre de 2025 pescado y marisco por valor de 16.600 millones de coronas noruegas (unos 1.650 millones de dólares), según datos del Consejo Noruego de Productos del Mar (NSC). La cifra supone 608 millones de coronas menos que en el mismo mes de 2024, es decir, una caída del 4 %.

“Es el segundo mes consecutivo en que el valor de las exportaciones de productos del mar desciende respecto al año anterior”, reconoció el director general del NSC, Christian Chramer. “En noviembre, ni siquiera unos precios históricamente altos han logrado compensar la reducción de volumen en varias especies de captura salvaje”.

Una corona más fuerte encarece el pescado noruego

A la menor oferta de ciertas especies se suma el efecto del tipo de cambio. La corona noruega se ha apreciado frente al dólar y frente a varias divisas asiáticas en comparación con noviembre del año pasado. Ese fortalecimiento ha reducido el “viento de cola” que supuso durante meses un cambio favorable.

“Esto significa que el marisco noruego se ha encarecido para los compradores en los mercados exteriores”, explicó Chramer. Es decir, los mismos kilos exportados se pagan ahora en moneda local a un precio mayor, lo que puede moderar la demanda.

Desplome del volumen de caballa

El caso más llamativo es el de la caballa. Al igual que en octubre, noviembre registró un fuerte descenso en las ventas al exterior de esta especie. Noruega exportó 21.655 toneladas, el volumen más bajo para un mes de noviembre desde 2010 y un 51 % menos que un año antes.

Chramer recordó que los recortes de cuota son necesarios para garantizar la sostenibilidad de los recursos, pero admitió que “también afectan a las exportaciones”. Menos pescado disponible ha disparado los precios: en noviembre se alcanzaron niveles récord no solo para la caballa, sino también para el arenque y varios productos de bacalao.

Precios históricos, industria tensionada

El mes dejó dos hitos nunca vistos: el precio de exportación del kilo de bacalao entero congelado superó por primera vez las 100 coronas (unos 10 dólares) y el del kilo de caballa entera congelada rebasó las 50 coronas (alrededor de 5 dólares).

“Puede parecer tentador celebrar estas cotas de precios, pero la realidad es que llegan en un contexto muy exigente”, advirtió el responsable del NSC. Para la industria transformadora en tierra, esos niveles complican la compra de materia prima y aumentan el riesgo de que el mercado no pueda absorberla. “Para los clientes, significa que tienen que pagar más por el pescado en la tienda”, añadió.

Asia gana terreno a Europa y Estados Unidos

En noviembre, los principales destinos del marisco noruego siguieron siendo Polonia, Dinamarca y Estados Unidos. Sin embargo, la mayor subida en valor se registró en China, con un incremento de 196 millones de coronas (un 23 % más que en noviembre de 2024).

“El desarrollo positivo del mercado asiático continuó en noviembre”, subrayó Chramer. Países como China, Vietnam, Tailandia o Corea del Sur representan ya una porción creciente del valor total exportado por Noruega. Ese avance se produce a costa de Europa y de Estados Unidos, que pierden cuota relativa.

Dominio de la acuicultura y balance anual aún positivo

Los productos procedentes de la acuicultura, con el salmón como emblema, siguieron siendo el pilar del sector: en noviembre alcanzaron un valor de 12.100 millones de coronas, lo que equivale al 73 % del total exportado.

Pese a las caídas puntuales de octubre y noviembre, el balance acumulado del año sigue en positivo. Entre enero y noviembre, Noruega ha vendido al exterior productos del mar por valor de 165.400 millones de coronas (unos 16.400 millones de dólares), 5.200 millones más que en el mismo periodo de 2024, lo que representa un crecimiento del 3 %.

En el conjunto del récord histórico de 2024, el valor total de las exportaciones noruegas de pescado y marisco alcanzó los 175.200 millones de coronas. La evolución de diciembre determinará si 2025 logra superar esa marca o si los dos últimos meses negativos anuncian un cambio de ciclo en uno de los sectores clave de la economía noruega.

España firma dos nuevos acuerdos de cooperación en materia agrícola y pesquera con Marruecos

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Los acuerdos fomentan la colaboración en materia de pesca marítima, la acuicultura y la lucha contra la pesca ilegal, e impulsan la agricultura sostenible, la seguridad alimentaria y el desarrollo rural. Luis Planas subraya la relación estratégica entre los países y la importancia de la cooperación para afrontar los retos actuales del sector.

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha firmado hoy dos Memorandos de Entendimiento (MOU) con el ministro de Agricultura, Pesca Marítima, Desarrollo Rural, Agua y Bosques de Marruecos, Ahmed El Bouari, para reforzar la cooperación entre los dos países. Los acuerdos, uno agrícola y otro pesquero, se centran en la innovación, la gestión del agua, el apoyo al medio rural y la lucha contra la pesca ilegal. 

La firma se enmarca en la XIII Reunión de Alto Nivel entre España y Marruecos que se ha celebrado en Madrid. Según Planas, con estos acuerdos, España y Marruecos consolidan su relación estratégica para alcanzar objetivos comunes, afrontar los retos actuales del sector y garantizar la sostenibilidad de las producciones. 

ACUERDO DE COOPERACIÓN PESQUERA
El memorando en materia de pesca establece un marco de colaboración para el desarrollo de la pesca marítima, la acuicultura y la lucha contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada. 

Entre sus objetivos principales se incluyen la investigación científica conjunta, el desarrollo de tecnologías sostenibles en acuicultura y la valorización de productos del mar. También contempla la coordinación en vigilancia y control de buques pesqueros, el intercambio de experiencias y conocimientos técnicos entre expertos y empresas de ambos países, y la formación profesional en el sector pesquero. 

Para supervisar la ejecución de estas acciones se creará un comité de seguimiento compuesto por representantes de ambos ministerios, que elaborará planes de acción anuales y evaluará los resultados obtenidos.

ACUERDO DE COOPERACIÓN AGRÍCOLA Y AGROALIMENTARIA
El segundo acuerdo se centra en la cooperación en los ámbitos agrícola y agroalimentario, con el objetivo de promover una agricultura sostenible, innovadora y de alta calidad, así como fortalecer la seguridad alimentaria y el desarrollo rural. 

Entre las áreas de colaboración destacan la agroecología, la modernización de explotaciones agrícolas y ganaderas, la mejora genética y de la alimentación del ganado, y la transformación y valorización de los productos agrícolas. 

También se fomentará la formación y transferencia de conocimientos, la gestión eficiente del agua, el impulso del emprendimiento rural, especialmente de jóvenes y mujeres, y la coordinación sanitaria y fitosanitaria.

La implementación del acuerdo estará supervisada por un comité institucional de seguimiento, que podrá crear comités sectoriales según la relevancia de los temas tratados.

España mantiene memorandos con Marruecos desde 1990 en agricultura y desde 2023 en sanidad y fitosanidad, y colabora en la Red de Información de Mercados Agrarios del Mediterráneo para fortalecer la seguridad alimentaria y la cooperación técnica.

Galicia alerta a Planas: la flota perdería 65 millones si prosperan los recortes en lirio, xarda y abadejo

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La Xunta de Galicia ha puesto cifras al impacto que tendrían para la comunidad los recortes de cuotas que la Comisión Europea propone para 2026 en varias pesquerías clave del Atlántico nororiental. Según un estudio elaborado por la Universidade de Santiago de Compostela por encargo de la Consellería do Mar, la flota gallega dejaría de ingresar alrededor de 65 millones de euros si se aprueban las rebajas planteadas para xarda (caballa), lirio y abadejo.

La conselleira do Mar, Marta Villaverde, trasladó ayer estos datos al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, durante la reunión del Consejo Consultivo de Política Pesquera para Asuntos Comunitarios, celebrada a las puertas del decisivo Consejo de Ministros de Pesca de la UE de la próxima semana, en el que se fijarán las posibilidades de pesca para 2026.

Sobre la mesa de los Veintisiete está la propuesta de la Comisión, que contempla una reducción del 70 % en la cuota de xarda, del 41 % en lirio y del 26 % en abadejo. Tres recortes que, de materializarse, golpearían de lleno a las flotas de arrastre, palangre y cerco con base en puertos como A Coruña, Ribeira, Burela, Marín, Celeiro, Malpica, Camariñas, Laxe o Fisterra.

El estudio entregado por Villaverde estima que la pérdida no se quedaría en los muelles. El efecto se extendería a toda la cadena de valor: pequeños frigoríficos –para los que la xarda supone un negocio de entre 100 y 250 millones de euros–, industrias auxiliares, servicios portuarios y comercializadores. En definitiva, un impacto que la Xunta califica de “mazazo” para la principal región pesquera de Europa.

Críticas al sistema científico para el abadejo

Más allá de las cifras, el Gobierno gallego vuelve a cargar contra la base científica que sustenta parte de las recomendaciones. En particular, cuestiona el método de evaluación del abadejo utilizado por el ICES (Consejo Internacional para la Exploración del Mar).

Según la documentación remitida por la Consellería do Mar, la evaluación del stock se apoya “casi exclusivamente en datos de Francia”, lo que, a juicio de la Xunta, infrarrepresenta la realidad de la subzona 8c –que se extiende desde Fisterra hasta la frontera francesa–, donde opera buena parte de la flota gallega del Cantábrico-Noroeste.

El stock compartido se reparte actualmente en un 80 % para Francia (subzonas 8a, 8b y 8d) y un 20 % para España (8c y 9a). Los científicos toman como referencia los datos franceses, al considerarlos mayoritarios, y extienden la recomendación de un recorte del 26 % para 2026 y 2027 al conjunto del área. Para la Xunta, esta aproximación conduce a un “daño continuado” sobre el segmento de flota español.

Por ello, Villaverde volvió a reclamar que se separe la subzona 8c de las zonas francesas, con una evaluación específica para el caladero del Cantábrico Noroeste. A su entender, un análisis adaptado a la realidad biológica y pesquera de la zona permitiría evitar la magnitud del recorte propuesto.

“Modelos que no reflejan la realidad gallega”

La conselleira amplió la crítica al conjunto de las propuestas comunitarias. Según el comunicado difundido por la Xunta, Bruselas está aplicando modelos científicos “que no reflejan la realidad de las pesquerías gallegas” y que, en la práctica, se traducen en reducciones que “ponen en riesgo el empleo directo e indirecto ligado al sector, la actividad de cofradías y puertos dependientes, la viabilidad de las industrias auxiliares y frigoríficas y la cohesión socioeconómica de las comunidades costeras”.

Villaverde pidió a Planas que utilice los datos socioeconómicos aportados por Galicia como argumento de peso en las negociaciones con la Comisión y con el resto de Estados miembros. La Xunta reclama que, junto a la conservación de los recursos, se tengan en cuenta los principios de equilibrio y proporcionalidad recogidos en la Política Pesquera Común (PPC), que obligan a compatibilizar la sostenibilidad biológica con la viabilidad económica y social de las flotas.

Precedentes y expectativas ante el Consejo de Ministros

En 2025, la flota ya vivió un escenario complejo. La Comisión impuso entonces una fuerte reducción del esfuerzo pesquero en el Mediterráneo y recortes en varias especies atlánticas, decisiones que fueron parcialmente moduladas en el Consejo de Ministros gracias a medidas de gestión complementarias y a la presión de los Estados con mayor dependencia pesquera.

En esta ocasión, la Xunta espera que el Gobierno central lidere, de nuevo, una posición más flexible que permita suavizar los recortes en xarda, lirio y abadejo. La conselleira recordó que Galicia es la principal potencia pesquera de la UE y que sus puertos concentran una parte fundamental de las descargas y del empleo del sector, por lo que el impacto de cualquier decisión comunitaria se multiplica en el territorio.

Desde el sector, cofradías y organizaciones de armadores han venido advirtiendo en las últimas semanas de que nuevos recortes en estas especies podrían suponer paradas forzosas, pérdida de rentabilidad y salida de barcos de la actividad, en un contexto marcado además por el encarecimiento de los combustibles y los costes operativos.

Un pulso entre ciencia, gestión y territorio

La discusión que se abrirá en Bruselas no será solo un pulso entre Estados: también pondrá sobre la mesa el debate sobre cómo se construyen y se usan las evaluaciones científicas en la gestión de los recursos marinos.

Mientras la Comisión insiste en la necesidad de seguir las recomendaciones del ICES para garantizar la recuperación de los stocks, la Xunta y las organizaciones gallegas reclaman más participación y datos propios en esos procesos, y alertan contra la aplicación homogénea de recortes en zonas biológicamente diferenciadas.

A pocos días del Consejo de Ministros, el mensaje de Galicia es claro: sin un ajuste de las propuestas actuales, la factura para la flota y las comunidades costeras alcanzará los 65 millones de euros y comprometerá el futuro de muchas empresas y empleos ligados al mar. La pelota está ahora en el tejado de Planas y de sus socios europeos, que deberán decidir si avalan el planteamiento de Bruselas o introducen correcciones que permitan mantener la actividad dentro de un marco sostenible y socialmente asumible.

Choque parlamentario en Francia por la fiscalidad marítima

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El Senado francés blinda la tasa carbono para el mar y la Asamblea frena las exoneraciones sociales

El debate sobre el futuro fiscal del sector marítimo francés vivió este 3 de diciembre una jornada de claroscuros. En dos votaciones casi simultáneas, Senado y Asamblea Nacional tomaron decisiones opuestas sobre dos medidas emblemáticas para la competitividad de la flota: el destino de los ingresos de la tasa carbono y el restablecimiento de las exoneraciones de cargas sociales patronales para todos los buques.

Por un lado, el Senado francés aprobó ampliamente, y contra el criterio del Gobierno, el llamado fléchage de la tasa carbono: es decir, la afectación obligatoria de una parte de los ingresos procedentes de este impuesto al propio sector marítimo. La cámara alta defiende que una industria sometida a crecientes exigencias medioambientales debe beneficiarse de forma directa de los recursos recaudados para financiar su transición energética, modernizar la flota y apoyar la descarbonización del transporte marítimo.

Para los senadores favorables a la medida, este mecanismo permitiría dotar de mayor visibilidad financiera a los armadores y puertos a la hora de invertir en nuevos buques de bajas emisiones, tecnologías verdes o adaptación de infraestructuras. También se interpreta como una señal política: el dinero procedente del carbono volvería al mar en forma de innovación y acompañamiento, y no se diluiría en el presupuesto general del Estado.

Muy diferente fue el resultado en la Asamblea Nacional, donde se debatía en segunda lectura el proyecto de ley de financiación de la Seguridad Social (PLFSS). En este marco, los diputados tenían sobre la mesa una enmienda del parlamentario Renaissance Didier Le Gac que proponía restablecer, a partir de 2026, las exoneraciones completas de cargas patronales para todos los marinos embarcados, cualquiera que fuese el tipo de buque.

Estas exoneraciones, que históricamente han constituido una de las herramientas clave de competitividad del pabellón francés frente a otros registros europeos, fueron recortadas en la última ley de presupuestos. Desde 2024 sólo se mantienen para tres categorías de buques: pasajeros, servicios a las energías marinas renovables y cableros. El resto de la flota –mercantes, pesqueros, remolcadores, etc.– perdió ese tratamiento favorable.

En noviembre, la Asamblea había aprobado en primera lectura la propuesta de Le Gac de volver al régimen anterior y recuperar las exoneraciones para todos los buques. Sin embargo, en la segunda votación de este 3 de diciembre el resultado dio un vuelco: la enmienda fue rechazada por un solo voto, dejando en el aire las expectativas del sector para 2026.

El revés ha sido recibido con preocupación por los armadores, que alertan de un posible deterioro de la competitividad del pabellón francés frente a otros registros que mantienen apoyos similares. Las organizaciones profesionales recuerdan que el transporte marítimo opera en un mercado internacional muy sensible a los costes laborales y temen que la ausencia de un esquema social atractivo empuje a parte de la flota hacia otros registros europeos más ventajosos.

Desde el Gobierno, que ya había mostrado reservas ante el retorno íntegro de las exenciones, se subraya la necesidad de equilibrar apoyo al sector y sostenibilidad financiera del sistema de protección social. La mayoría presidencial en la Asamblea se ha alineado con esta visión, mientras que en el Senado la sensibilidad hacia las economías litorales y el empleo marítimo ha pesado en sentido contrario.

El resultado es un paisaje fiscal a dos velocidades: por un lado, la cámara alta envía un mensaje de apoyo a la transición ecológica del sector marítimo a través de la tasa carbono; por otro, la cámara baja mantiene el recorte de las exoneraciones sociales, limitándolas a unos pocos segmentos de la flota.

En las próximas semanas, la negociación entre ambas cámaras en comisión mixta paritaria será decisiva para determinar el texto definitivo. Mientras tanto, el mundo marítimo francés sigue con atención este pulso político, consciente de que de él dependerán parte de sus márgenes de maniobra en un contexto de fuerte competencia internacional y de aceleración de las políticas climáticas.

CTAQUA traza la hoja de ruta para impulsar la I+D+i acuícola en Andalucía

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Las “Propuestas Estratégicas para el Fomento de la I+D+i Acuícola en Andalucía”, elaboradas en el proyecto ACUI+D+i, apuntan a reforzar la competitividad del sector, abrir nuevas vías de economía azul y consolidar una cultura innovadora.


El sector acuícola andaluz cuenta desde ahora con un mapa mucho más claro sobre hacia dónde orientar su esfuerzo innovador. El Centro Tecnológico de Acuicultura de Andalucía (CTAQUA) ha presentado el documento “Propuestas Estratégicas para el Fomento de la I+D+i Acuícola en Andalucía”, elaborado en el marco del proyecto ACUI+D+i, una iniciativa lanzada en 2023 para analizar a fondo las necesidades de investigación, desarrollo e innovación del sector y su papel como vector de la economía azul en la comunidad.

El trabajo, que se ha desarrollado durante 18 meses, parte de una premisa clara: sin innovación no hay futuro competitivo para la acuicultura andaluza. En un contexto de costes crecientes, presión regulatoria, competencia internacional y cambio climático, la I+D+i deja de ser un complemento para convertirse en condición de supervivencia y oportunidad de crecimiento.

CTAQUA ha coordinado un análisis que combina entrevistas, encuestas y contraste con empresas, grupos de investigación y administraciones. El resultado es un documento estratégico que identifica dónde están los principales cuellos de botella y qué líneas de acción deberían orientar las políticas públicas y las decisiones empresariales en los próximos años.

Un sector clave de la economía azul andaluza

El proyecto ACUI+D+i se diseñó desde el principio con una doble mirada: científica y económica. Por un lado, ha revisado las líneas de investigación con aplicación directa en acuicultura (nutrición, bienestar animal, sanidad, genética, tecnologías de recirculación, digitalización, energía, adaptación al cambio climático…). Por otro, ha analizado la situación real de las empresas, sus capacidades internas para innovar y su nivel de relación con los centros de I+D.

El documento recuerda que la acuicultura es uno de los pilares de la economía azul en Andalucía, con presencia en numerosas comarcas costeras y estuarios, generando empleo directo e indirecto y aportando proteína de alta calidad a los mercados regional, nacional e internacional. Precisamente por ese peso territorial, las propuestas estratégicas no se limitan a la dimensión tecnológica: también abordan aspectos de desarrollo socioeconómico, empleo y cohesión de las zonas litorales.

Diagnóstico: mucho conocimiento, poca conexión con la empresa

Entre las conclusiones más repetidas se encuentra una idea que el sector viene señalando desde hace años:

  • Andalucía dispone de centros de excelencia científica en acuicultura y ciencias marinas.
  • Sin embargo, el salto entre laboratorio y granja sigue siendo complejo: falta tiempo, recursos y estructuras estables para transformar resultados de investigación en productos, servicios o mejoras de proceso que lleguen a las explotaciones.

El documento señala, además, otros retos transversales:

  • Insuficiente cultura innovadora en parte del tejido empresarial, especialmente en pymes con estructuras muy ajustadas.
  • Dificultades de financiación para proyectos de I+D+i, pese a la existencia de programas regionales, nacionales y europeos.
  • Necesidad de capacitación específica en temas como digitalización, análisis de datos, uso de sensores, sostenibilidad o economía circular.
  • Falta de visibilidad y comunicación de los avances innovadores del propio sector hacia la sociedad y otros eslabones de la cadena de valor.

Propuestas estratégicas: gobernanza, talento y cooperación

Las “Propuestas Estratégicas para el Fomento de la I+D+i Acuícola en Andalucía” se articulan en torno a varias grandes líneas que, más que recetas cerradas, funcionan como un marco de trabajo compartido:

  1. Refuerzo de la gobernanza de la I+D+i acuícola
    • Mejor coordinación entre consejerías y organismos con competencias en acuicultura, ciencia, innovación, medio ambiente o economía azul.
    • Creación o impulso de espacios estables de diálogo entre empresas, centros tecnológicos, universidades y administración, para definir prioridades de investigación y evitar duplicidades.
  2. Capacidades humanas y cultura innovadora
    • Programas de formación y actualización para personal técnico de las explotaciones en campos como nutrición avanzada, biosguridad, nuevos sistemas de cultivo o herramientas digitales.
    • Fomento de la figura de “gestor/a de innovación” en empresas y cooperativas, capaz de traducir necesidades productivas en proyectos concretos.
  3. Conexión ciencia–empresa y transferencia de resultados
    • Impulso a proyectos demostrativos y pilotos en granjas reales, que permitan validar tecnologías y procesos antes de su despliegue masivo.
    • Herramientas para acortar los tiempos de transferencia: contratos de I+D, licencias, apoyo a startups y spin-offs vinculadas a la acuicultura.
  4. Financiación y estabilidad de los proyectos
    • Facilitar el acceso de las empresas acuícolas a convocatorias de innovación, simplificando trámites y promoviendo consorcios equilibrados entre pymes y centros de I+D.
    • Promover instrumentos financieros específicos para proyectos de modernización tecnológica en granjas (RAS, energías renovables, automatización, digitalización del control de parámetros, etc.).
  5. Innovación al servicio de la sostenibilidad y la economía azul
    • Priorizar líneas de I+D+i que mejoren la eficiencia en el uso de agua, energía y materias primas, reduzcan emisiones y residuos, y refuercen el bienestar animal.
    • Explorar nuevas oportunidades de diversificación: cultivo de nuevas especies, acuicultura multitrófica integrada, usos no alimentarios (bioproductos, cosmética, biotecnología), contribuyendo a ampliar la huella económica del sector en la economía azul.

Una herramienta para orientar políticas y decisiones

CTAQUA subraya que el documento no es un punto final, sino una herramienta viva para orientar políticas públicas, estrategias empresariales y proyectos de cooperación. La idea es que las administraciones puedan utilizar estas propuestas para alinear programas de ayudas, marcos regulatorios y agendas de investigación con las necesidades reales del sector; y que las empresas lo vean como una guía para posicionarse en un escenario cada vez más competitivo y exigente.

En la jornada de presentación del proyecto ACUI+D+i, prevista en la sede de CTAQUA en El Puerto de Santa María, está previsto reunir a representantes de empresas, organismos de investigación y diferentes administraciones. El programa incluye la exposición de los principales resultados del análisis, un caso de éxito empresarial en innovación acuícola y una mesa redonda centrada en el potencial de la I+D+i en Andalucía.

Mirando al futuro: innovación como condición de competitividad

El mensaje de fondo de las “Propuestas Estratégicas para el Fomento de la I+D+i Acuícola en Andalucía” es nítido: la competitividad futura del sector dependerá de su capacidad para innovar de manera continua y colaborativa. En un contexto de transición ecológica y de creciente demanda de proteína marina producida de forma responsable, la acuicultura andaluza tiene margen para consolidarse como referente de innovación en el Mediterráneo y el Atlántico.

Con este documento, CTAQUA y los socios del proyecto ACUI+D+i colocan sobre la mesa una hoja de ruta que combina realismo —diagnóstico de carencias y obstáculos— con ambición: convertir la I+D+i en un rasgo distintivo de la acuicultura andaluza y en un motor de economía azul para las costas de la región.

El mercado pesquero de la UE resiste entre precios altos, menos consumo y un comercio todavía muy dinámico

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El informe “The EU Fish Market 2025” radiografía un sector tensionado por la inflación, la caída de la demanda interna y los cambios en las grandes especies clave para la industria comunitaria MERCADO UE

El último informe “The EU Fish Market 2025”, elaborado por el Observatorio Europeo de Mercados de los Productos de la Pesca y la Acuicultura (EUMOFA), dibuja una fotografía compleja del sector en la Unión Europea. El documento confirma que los hogares siguen gastando más en pescado y marisco, pero compran menos producto, mientras el comercio exterior mantiene cifras históricamente altas y el equilibrio entre capturas salvajes, acuicultura e importaciones continúa moviéndose. MERCADO UE

En 2024, el gasto de los hogares de la UE-27 en productos pesqueros y de acuicultura alcanzó los 62,8 miles de millones de euros, 2,7 miles de millones más que un año antes, lo que supone un incremento del 4 %. Sin embargo, ese aumento no se corresponde con un mayor consumo físico, sino con el encarecimiento sostenido de los alimentos marinos. MERCADO UE

Desde 2020, los precios al consumo de pescado y marisco han subido más de un 25 % en el conjunto de la Unión, en paralelo a un incremento del 28 % en la carne y del 32 % en el conjunto de los alimentos. El resultado es que las compras de pescado fresco para el hogar caen de manera continuada desde 2021, con un descenso superior al 4 % entre 2023 y 2024 en los países de mayor consumo. MERCADO UE

El contexto macroeconómico explica parte de esta tensión. Tras el estallido inflacionista de 2022, el Banco Central Europeo llevó el tipo de interés de referencia del 0 % al 4 % en poco más de un año y solo empezó a bajar el precio del dinero a mediados de 2024, cuando la inflación del área euro se aproximaba de nuevo al objetivo del 2 %. En 2025, la inflación armonizada de la UE ronda ya el 2,3 %, muy lejos del 6,4 % registrado de media en 2023. MERCADO UE

La moderación de los precios de la energía también ha dado un respiro a la flota. El combustible marino, que había llegado a promediar 0,93 €/l en 2022, se situó en 0,72 €/l en 2023 y en 0,66 €/l en 2024; en 2025 permanece relativamente estable en torno a los 0,59 €/l. Esta caída contribuye a mejorar los márgenes de explotación de las flotas europeas tras dos años críticos. MERCADO UE

En este escenario, los flujos comerciales de la UE muestran un ligero frenazo tras el auge de 2022, pero siguen en niveles muy elevados. En 2024, el valor total del comercio de productos pesqueros y de acuicultura —suma de importaciones desde terceros países, exportaciones a países no comunitarios e intercambios intracomunitarios— se redujo apenas un 1 %, mientras que los volúmenes retrocedieron un 0,5 %. Aun así, 2024 marca el tercer mejor registro de la década 2015-2024. MERCADO UE

Los intercambios entre Estados miembros continúan siendo el gran motor del comercio. El tráfico intracomunitario alcanzó en 2024 los 5,8 millones de toneladas y 31,7 miles de millones de euros, el 45 % del valor total y el 42 % del volumen, aunque con una caída del 1 % respecto a 2023. Por segundo año consecutivo, el valor de estas operaciones dentro del mercado único superó al de las importaciones desde terceros países. MERCADO UE

Las importaciones extracomunitarias se mantuvieron prácticamente estables: 5,9 millones de toneladas por valor de 29,9 miles de millones de euros, que representan el 43 % tanto del valor como del volumen del comercio total de la UE. Las exportaciones a países terceros, mucho menores, ascendieron a 2,2 millones de toneladas y 8,3 miles de millones de euros, lo que supone el 12 % del valor comercializado. MERCADO UE

A pesar de seguir siendo un gran importador neto, la UE consiguió mejorar ligeramente su balanza comercial. El déficit se redujo un 2 % en 2024, gracias a un aumento del 1 % en el valor de las exportaciones y a una caída del 1 % en el de las importaciones. En volumen, las compras externas apenas crecieron un 0,3 %, mientras que las ventas al exterior bajaron un 1 %. MERCADO UE

Por Estados miembros, el comportamiento fue desigual. España registró el mayor incremento del déficit comercial, seguida de Francia, Italia y Países Bajos, mientras que Dinamarca, Suecia y Alemania recortaron el saldo negativo. Algunos de estos países actúan como grandes “puertas de entrada” de productos de alto valor hacia el resto del mercado comunitario; Suecia, por ejemplo, sigue siendo un punto clave para el salmón noruego. MERCADO UE

Por grupos de productos, la mejora de la balanza se apoyó especialmente en los peces de fondo (groundfish) y en los productos para usos no alimentarios, que pasaron a mostrar superávit. En cambio, el déficit en túnidos y especies afines se amplió, reflejo de un aumento de las importaciones y un descenso de las exportaciones respecto a 2023. MERCADO UE

Si se mira al consumo interno, el informe confirma una tendencia preocupante. En 2023 —último año con datos completos de producción— el consumo aparente de productos pesqueros y de acuicultura en la UE se estimó en 10,25 millones de toneladas en equivalente peso vivo, lo que supone 22,89 kilos por habitante, el nivel más bajo de los últimos diez años y un 3 % menos que en 2022. MERCADO UE

La caída del consumo se explica por un retroceso de las importaciones y de la producción acuícola, solo parcialmente compensado por un ligero repunte de las capturas. El consumo de productos salvajes descendió hasta 7,32 millones de toneladas (16,36 kilos por persona), mientras que los productos de cultivo se mantuvieron en torno a 2,92 millones de toneladas (6,53 kilos por habitante), cerca de la media de la década. MERCADO UE

Las descargas en puertos comunitarios, incluyendo especies no destinadas a consumo humano y algas, se situaron en 2,92 millones de toneladas en 2023, valoradas en 6,21 miles de millones de euros. Es la cifra más baja del periodo 2014-2023 y consolida una tendencia descendente iniciada en 2018. MERCADO UE

Sin embargo, la reducción de las exportaciones y un cierto alivio en las importaciones permitieron que la tasa de autoabastecimiento —la capacidad de la UE para cubrir con producción propia su consumo— aumentara por primera vez desde 2018, hasta el 38,1 %, un nivel similar al de 2021. MERCADO UE

En la comparación entre Estados miembros, Portugal sigue a la cabeza del consumo per cápita, con 53,61 kilos por persona en 2023. La mayoría de los grandes consumidores —entre ellos España y Francia— registraron descensos, mientras que Italia y Chipre escaparon a la tendencia general con un ligero aumento del 1 % respecto a 2022. MERCADO UE

El informe sitúa además la producción comunitaria en el contexto mundial. En 2023, la producción global de pesca y acuicultura alcanzó un máximo de 227,8 millones de toneladas, impulsada por un crecimiento imparable de la acuicultura, que llegó a 136,1 millones de toneladas. Las capturas se quedaron en 91,7 millones, con un ligero descenso respecto al año anterior. La UE, con 4,6 millones de toneladas, ocupa el octavo puesto mundial, con un incremento del 1 % frente a 2022. MERCADO UE

Más allá de las grandes cifras, el estudio dedica especial atención a la evolución de algunas especies clave para el mercado europeo. El salmón, buque insignia de la acuicultura y de la transformación, mantiene una dinámica propia. En 2024, las importaciones de salmón de la UE crecieron un 5 % en volumen, apoyadas en un aumento similar de la producción acuícola europea que compensó la caída del 6 % en la oferta americana. MERCADO UE

Pese al incremento de toneladas, el valor de las importaciones de salmón apenas varió: subió un simbólico 0,1 %, hasta 8,4 miles de millones de euros, consolidando los niveles récord alcanzados entre 2022 y 2024, cuando la factura se duplicó en una década. En los siete primeros meses de 2025, las compras europeas de salmón siguieron expandiéndose —alrededor de un 12 % más de volumen que en el mismo periodo de 2024—, pero a precios más bajos, lo que se tradujo en una caída del 7 % en valor. MERCADO UE

El camarón —cuarto producto más consumido en la UE— refuerza su papel en el menú europeo. En 2024 representó el 10 % del volumen total de las importaciones y el 13 % del valor. Las compras crecieron cerca de un 4 % en volumen y se mantuvieron prácticamente estables en valor, con un ligero descenso del 0,4 %. MERCADO UE

El segmento dominante es el de los camarones de aguas cálidas, sobre todo procedentes de Ecuador, que suponen el 54 % del volumen y el 52 % del valor de las importaciones comunitarias. Le siguen los “camarones diversos”, en los que destacan Argentina, India y Vietnam como principales proveedores, y los camarones de aguas frías, cuyo origen es en un 80 % Groenlandia. En conjunto, Ecuador, Argentina e India aportan ya el 54 % del volumen importado por la UE. MERCADO UE

Los datos de los siete primeros meses de 2025 muestran un tirón aún mayor: las importaciones de camarón aumentaron alrededor de un 10 % en volumen y un 15 % en valor respecto al mismo tramo de 2024, impulsadas sobre todo por el buen comportamiento del camarón de aguas cálidas, que sube tanto en toneladas como en precio medio. MERCADO UE

El bacalao continúa siendo uno de los pescados blancos preferidos por los consumidores europeos, pero se enfrenta a una oferta más limitada. Tras varias reducciones consecutivas de las cuotas de bacalao del Ártico nororiental, el recorte del 20 % aplicado en 2024 se tradujo en una caída del 10 % en el suministro exterior hacia la UE. MERCADO UE

Ese estrechamiento de la oferta empujó las cotizaciones al alza: el precio medio de importación subió un 3 %, desde 6,71 €/kg hasta 6,90 €/kg, aunque el valor total importado descendió casi un 7 %. Para 2025 se aplicó un nuevo recorte de cuotas del 25 %, y en los primeros siete meses del año las importaciones de bacalao se redujeron otro 8 %, con un precio medio que ya alcanza 8,22 €/kg. El informe anticipa que los precios seguirán altos, dado que para 2026 se prevé un nuevo ajuste del 14 % en las cuotas. MERCADO UE

En el extremo opuesto, el atún confirma su liderazgo como producto más consumido en la UE. El consumo per cápita se situó en 2,68 kilos en 2023 y, en 2024, esta familia de especies representó el 11 % del volumen y el 10 % del valor de las importaciones comunitarias. MERCADO UE

Las compras de atún crecieron un 18 % en volumen y un 8 % en valor respecto a 2023. El rabil (yellowfin) y el listado (skipjack) concentran la mayor parte de las operaciones: el segundo aporta el 58 % del volumen importado y el 56 % del valor, seguido por el primero con el 28 % en ambas magnitudes. El grueso del atún entra en forma de productos preparados y conservas —especialmente lomos para la industria transformadora—, que suponen el 75 % del volumen importado. MERCADO UE

Ecuador se consolida como principal proveedor de atún a la UE, con el 29 % del volumen y nada menos que el 48 % del valor. La fuerte competencia y los cambios en la oferta han provocado movimientos llamativos en los precios: el atún rojo, utilizado principalmente para engorde, vio desplomarse su cotización media un 60 % en 2024, hasta 4,71 €/kg, mientras que el grupo de “otros atunes” pasó a ser la categoría más cara, con 6,00 €/kg de media. MERCADO UE

En los primeros siete meses de 2025, las importaciones de atún continuaron al alza, con un incremento próximo al 8 % en volumen y al 10 % en valor sobre el mismo periodo de 2024. El listado volvió a ser el gran protagonista, con volúmenes excepcionalmente altos, mientras que las entradas de atún blanco (albacora) se dispararon un 147 %. El atún rojo, aunque minoritario en toneladas, recuperó algo de valor tras el desplome del año anterior. MERCADO UE

Otra especie estratégica para la industria comunitaria es la abadejo de Alaska, materia prima de muchas elaboraciones congeladas. En 2024, las importaciones de esta especie cayeron un 17 % en volumen —hasta 237.200 toneladas— y un 32 % en valor, arrastradas por el desplome de las compras a China, que se redujeron a la mitad. MERCADO UE

Esa caída reconfiguró el mapa de suministradores: China perdió 21 puntos de cuota en volumen, mientras que Estados Unidos ganó 19. El producto estadounidense fue el mejor pagado, con 3,22 €/kg de media, frente a los precios sensiblemente más bajos de China y Rusia. En promedio, los precios de importación de los tres grandes proveedores se redujeron alrededor de un 23 % en 2024. MERCADO UE

La tendencia empezó a invertirse en 2025. Entre enero y julio, las importaciones de abadejo de Alaska aumentaron un 16 % en volumen y cerca de un 20 % en valor respecto al mismo periodo del año anterior, gracias a una recuperación de las compras a Rusia y Estados Unidos, mientras las procedentes de China se estabilizaban en niveles inferiores. Aun así, los precios medios continúan por debajo de los de 2023, señal de que la recuperación de las cotizaciones va por detrás del repunte del suministro. MERCADO UE

En conjunto, el informe de EUMOFA muestra un mercado europeo del pescado sometido a varias tensiones simultáneas: precios todavía elevados para el consumidor, descenso del consumo interno y cambios profundos en la oferta mundial de algunas especies clave. Al mismo tiempo, el comercio exterior mantiene un notable dinamismo y la tasa de autoabastecimiento sube ligeramente, lo que indica que la producción europea —tanto extractiva como de acuicultura— sigue jugando un papel relevante. MERCADO UE

De cara a los próximos años, el reto para la UE será doble: garantizar la competitividad de su industria y de su flota en un entorno internacional muy volátil, y, al mismo tiempo, recuperar el atractivo del pescado para unos consumidores cada vez más sensibles al precio, pero también a la sostenibilidad y al origen de lo que llega a su mesa. El “EU Fish Market 2025” apunta las líneas maestras: diversificación de especies, impulso a la acuicultura sostenible, mejora de la eficiencia energética de la flota y una información más transparente a lo largo de toda la cadena de valor.