- 66 firmas proponen un Perte para desarrollar la tecnología en España
Iberdrola ha unido a Navantia, Indra e Ingeteam para desarrollar la tecnología eólica flotante en España. Están integradas en un Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte) para crear un ecosistema industrial nacional sobre la tecnología que engloba a 66 empresas y centros tecnológicos y que tiene como máximo exponente la ejecución del primer parque de gran escala en España, con 300 MW de potencia.
La eléctrica presidida por Ignacio Sánchez Galán ha propuesto un proyecto de eólica marina –off shore en inglés- como candidato a recibir fondos del Plan de Recuperación. Valorado en más de 1.000 millones de euros, con un 60% de inversión privada y un 40% de subvenciones, generaría más de 2.800 empleos anuales hasta el año 2026.
En el Perte encabezado por Iberdrola participan otras grandes empresas con las que ya colabora la eléctrica en el desarrollo de instalaciones eólicas off shore convencionales, esto es, con los aerogeneradores anclados al lecho marino, o en otras instalaciones de tecnologías limpias.
Iberdrola invertirá 1.000 millones en un gran parque eólico flotante español
Navantia, que ya fabrica los anclajes de los molinos marinos convencionales –jackets en la jerga sectorial- y alguna subestación, se cuenta entre estas empresas, al igual que la vasca Haizea -torres y cimentaciones- o la italiana Prysmian, uno de los líderes mundiales en cables y conexiones.
También están otros proveedores, como Ingeteam, colaborador habitual y socio, junto con la noruega Nel, en el proyecto Iberlyzer, para crear la primera cadena industrial del hidrógeno de origen renovable en España.
Si se alcanzase una producción de gran escala, la eólica off shore flotante podría ser más barata que la eólica off shore
Y figuran otros nombres relevantes, como Indra, Tecnalia, Vicinaymarine o Nervión, de modo que se aglutinen desarrolladores, fabricantes, know-how, logística, tecnología, I+D+i…, y se cree un complejo industrial capaz de producir para el mercado nacional -excepto en contados emplazamientos, toda la eólica marina será flotante- y exportar a otros mercados.
La clave está en la tecnología de flotación. Hay varias opciones, pero descuellan las plataformas de hormigón, ya empleadas por la industria petrolera para las plataformas en alta mar desde hace muchas décadas. Si se alcanzase una producción de gran escala, la eólica off shore flotante podría ser más barata que la eólica off shore anclada en el lecho marino.