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La teoría de la deriva continental

La teoría de la deriva continental sostiene que la configuración actual de los mares y continentes ha ido variando a lo largo de la historia geológica del planeta. Alfred Wegener acabo de desarrollar esta teoría a principios de este siglo apoyándose en argumentos topográficos, geológicos, paleontológicos y paleoclimáticos independientes entre sí.

La distribución de continentes y océanos han sufrido una importante evolución en el tiempo. Los períodos más representativos de la deriva continental son el Cámbrico, el Devónico, el Pérmico, el Eoceno y el Pleistoceno.

Actualmente, se tienen evidencias de que a finales del período Proterozoico, antes del Cámbrico (hace unos 600 millones de años), todas las tierras emergidas formaron un supercontinente, conocido como Pangea 1.

Durante, el período Cámbrico (hace 510 m.a) existen cuatro grandes continentes: Norteamérica, Europa, Gondwana (formada por las actuales Sudamérica, Antártida, India, África y Australia) y Angara (formada por Asia Oriental).

El descenso de los mares

En el período Devónico (hace 380 m.a) Europa y Norteamérica colisionan por lo que se forman tres continentes, en vez de los cuatro del Cámbrico. Se trata de un periodo de tiempo en el que predominó un clima seco, y durante el cual hubo un descenso de los mares.

El Pérmico (hace 250 m.a) es el último periodo de la era Palezoica. Durante el mismo, se vuelve a formar un supercontinente, conocido como Pangea (pero que en realidad debería llamarse Pangea 2), rodeado por el océano Panthalassa. A finales de este periodo, Pangea se empieza a dividir en dos continentes nuevos: el meridional Gondwana (formado por las actuales Sudamérica, Antártida, India, Africa y Australia), y el septentrional Laurasia (constituido por Norteamérica, Europa y Asia), separados por el Mar de Tethys.

Posteriormente se empieza a abrir lo que será la cuenca del océano Atlántico actual. Durante el Eoceno (hacia 50 m.a), ya en el periodo terciario, se empieza a advertir una distribución similar a la actual. En este tiempo se ha abierto completamente el océano Atlántico, Sudamerica es una isla, la India se ha separado de Africa y se desplaza hacia el Norte, mientras Australia se mantiene unida a la Antártida.

El último periodo que cabe destacar es el Pleistoceno (hace 2 millones de años) que se corresponde con la primera parte el Cuaternario. Los mares y continentes presentan una distribución similar ya a la presente. Durante este periodo se producen las glaciaciones más conocidas, lo que afecta al nivel de los mares.

Siete placas principales

La teoría de la tectónica global indica que la litosfera se comporta como una capa rígida que flota sobre la astenosfera, una capa mucho más plástica y que fluye debido al calor que escapa del interior del planeta. Este movimiento de la astenosfera arrastra a las placas en que se divide la litosfera, provocando su desplazamiento.

En la actualidad se pueden distinguir siete placas principales: las placas Euroasiática, Africana, Norteamericana, Sudamericana, Pacífica, Indoaustraliana y Antártica. Sus nombres indican sju localización geográfica.

El desplazamiento de estas placas puede provocar su separación o su colisión. Los límites entre placas coinciden con la presencia de dorsales oceánicas, fosas oceánicas y fallas transformantes. Los dorsales son límites de placas donde se genera nuevo material litosférico. Las fosas, en cambio, son límites destructivos, en los que una placa pasa por debajo de otra, y es absorbida. Finalmente, en los límites de fallas transformantes no hay creación ni destrucción de material, sino un deslizamiento entre placas.

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