José Ramón Regueira, Nodosa | “La descarbonización del transporte marítimo lleva asociado que los astilleros y las factorías también sean cada vez más verdes”, según publica AGH2
Desde hace más de 15 años, José Ramón Regueira dirige la unidad comercial de Nodosa Group, compañía especializada en el sector naval e industrial que, en 2025 cumplirá medio siglo de historia. Durante su trayectoria profesional dentro de la compañía, ha podido comprobar cómo las necesidades de descarbonización económica han afectado sustancialmente al planteamiento de nuevos diseños de buques, así como a los diferentes procesos industriales.
Este es uno de los motivos por los que Nodosa desarrolla una gran actividad en innovación y participa en el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) naval, a través de una iniciativa que estudia la creación de un remolcador a hidrógeno.
1.- ¿Cómo ha sido la evolución de la compañía durante estos casi 50 años?
La evolución de Nodosa ha sido muy positiva, de constante crecimiento a lo largo de los años. Aún con los típicos altibajos de cualquier empresa, Nodosa ha pasado de ser una auxiliar del naval en sus comienzos, al gran grupo de empresas que es hoy en día, destacando el astillero en su actividad naval y las máquinas de corte granítico en su división industrial.
Ambas divisiones, la naval (tanto en nueva construcción como en mantenimiento y conversión de buques) y la industrial, cuentan con gran presencia internacional y son punteras en sus respectivos sectores. Esto se ha conseguido sin cambiar ni un ápice de su sello de identidad, como lo es la calidad de sus productos, el servicio personalizado, el diseño propio, y el valor humano y profesional de todo su personal (más de 400 en plantilla actualmente).
2.- El transporte marítimo es uno de los sectores que más se estudia para avanzar en la descarbonización del transporte pesado. ¿Cuál cree que es la solución para conseguir busques más sostenibles?
Creemos que no existe una única solución, ya que hay que contemplar las diferencias entre los buques que ya están navegando y los de nueva construcción.
Los primeros deberían asumir una transformación de considerable envergadura para adaptar sus diseños a sistemas propulsión menos contaminantes. Estas adaptaciones pueden ir desde la inserción de velas, rotores y paneles solares hasta el reacondicionamiento de la sala de máquinas para poder funcionar con combustibles limpios. Salvo innovaciones pendientes de testar, la alternativa de reacondicionar los buques actuales puede suponer un gran esfuerzo para las compañías.
En cuanto a los navíos de nueva construcción, todavía no existe una solución ideal, ni para todos los barcos ni para todos los sectores, por lo que hay que seguir trabajando e investigando para tratar de dar con la mejor opción en cada caso.
Teniendo en cuenta esto, la necesaria descarbonización pasaría, por un lado, por mejorar la eficiencia y la optimización de los actuales sistemas propulsivos; y por otro, por la utilización de energías alternativas no fósiles, como la eólica o la solar, y por el uso de combustibles más respetuosos con el medioambiente, como el etanol, el amoníaco, o el hidrógeno. En este punto, los fabricantes de equipos y motores tienen un papel determinante, dado que deben desarrollar tecnologías fiables y sostenibles.
3.- ¿Qué papel juega el hidrógeno renovable en este proceso?
Sin duda, el hidrógeno de origen renovable, es decir, aquel que no tiene huella de carbono al no generar emisiones de CO2 en su producción, cumple con todas las prerrogativas para convertirse en uno de los combustibles líderes en el uso de energías menos contaminantes en el sector del transporte marítimo y puede contribuir significativamente a su descarbonización.
Entre sus ventajas más significativas se encuentran sus propiedades fisicoquímicas. El hidrógeno no es tóxico ni contaminante, y cuenta con un alto índice de inflamabilidad (que le permite ser quemado en un motor de combustión interna) y de volatilidad, (que en caso de fuga se dispersaría rápidamente, lo cual conlleva un menor riesgo de explosión o incendio)
Un punto importante para conseguir que su protagonismo sea un éxito es fortalecer su distribución y disponibilidad en los puntos de avituallamiento.
4.- Nodosa es una de las compañías que, precisamente, tiene proyectos en esta línea, colabora en un proyecto que contempla la construcción de un remolcador a hidrógeno. ¿En qué situación se encuentra la iniciativa?
Actualmente Nodosa es bastante activa en esta materia, y ha logrado desarrollar un proyecto en el que se ha comprobado la viabilidad a la hora de emplear tecnología asociada al vector hidrógeno, tanto en su forma pura como en compuestos que contienen altas concentraciones de H2.
En base a ello, actualmente, bajo el amparo del PERTE Naval y en colaboración con CT Ingenieros y la Universidad de Vigo, Nodosa está desarrollando el proyecto relativo a la investigación de todos los sistemas y elementos tecnológicos necesarios para el diseño conceptual de un buque tipo remolcador.
5.- ¿Qué se espera conseguir con él?
En NODOSA estamos muy ilusionados y esperamos encontrar la solución óptima de la aplicación de todos los sistemas, minimizando los riesgos y asegurando su funcionamiento en los niveles adecuados de seguridad, almacenamiento, potencia y eficiencia energética de la planta generadora de hidrógeno a bordo del buque.
Al finalizar esta investigación, confiamos en que se pueda extrapolar y escalar el conocimiento adquirido a otro tipo de buques con emisiones controladas.
6.- ¿Qué papel juega el sector naval gallego en el proceso de descarbonización del sector del transporte a nivel nacional?
Si tenemos en cuenta que, el sector naval gallego es uno de los más activos y de mayor peso específico de España y, por ende, de Europa, su papel es crucial en el proceso de descarbonización del transporte marítimo a nivel nacional. Sin duda alguna, es clave su contribución en los proyectos en los que, de una forma u otra, el objetivo es la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
7.- y para finalizar, ¿Qué desafíos debe afrontar el Naval en Galicia para alcanzar sus objetivos de sostenibilidad?
El naval gallego no es ajeno a la lucha contra los efectos dañinos del cambio climático. No solo debe incidir en proyectos de construcción de buques cada vez más respetuosos con el medioambiente, diversificando su actividad hacia las energías más limpias y renovables, sino que, con su mentalidad de trabajo, debe hacer que sus propios astilleros y factorías sean cada vez más verdes sin perder competitividad.
En este sentido, todo lo que tiene que ver con la eficiencia energética de sus instalaciones, así como con la digitalización y automatización de sus procesos, con la innovación y la construcción de buques tecnológicamente avanzados, es esencial. Del mismo modo que lo es la formación, la cualificación y la capacitación de todo su personal para poder abordar y encarar mejor todos los retos del futuro inmediato.