Los ministros de pesca de los países europeos más afectados por el Brexit celebraron ayer una reunión urgente por teleconferencia en la que acordaron que no aceptarán la propuesta británica de dividir las zonas de pesca y las cantidades de las capturas posibles entre aquellas en las que están de acuerdo y dejar el resto a las decisiones unilaterales de Londres. La pesca fue uno de los asuntos que quedó sin resolver en la recta final de las negociaciones del divorcio y en las últimas semanas la UE ha acusado al Reino Unido de no respetar el periodo transitorio.
El ministro español Luis Planas ha recalcado la necesidad de seguir «unidos y en la misma línea» para defender los intereses pesqueros de todos los Estados miembros.
Luis Planas se ha reunido, por videoconferencia, con el comisario de Pesca de la Unión Europea, Virjinijus Sinkevicius, y los ministros de Pesca de la Unión Europea de 10 Estados miembros para analizar el estado de las consultas realizadas en los últimos meses en el marco del Acuerdo de Comercio y Cooperación firmado con el Reino Unido tras el Brexit.
En febrero se realizaron varias rondas de consultas para alcanzar un acuerdo en la fijación de los TAC y cuotas del año en curso y, en el caso de las especies de aguas profundas, también para el año 2022, para las poblaciones de especies compartidas y presentes en ambas aguas, comunitarias y británicas.
En este momento, existe un consenso en las cifras de TAC para prácticamente todas las poblaciones, que siguen mayoritariamente las recomendaciones científicas disponibles del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES, por sus siglas en inglés).
En el caso de España resulta de especial interés lo acordado previamente respecto al mantenimiento de los TAC de besugo del Cantábrico y de los stocks de bacalao en el oeste de Escocia y el mar Céltico respecto a 2020, lo que permitirá el mantenimiento de la actividad pesquera española en niveles similares a años anteriores, incluyendo la cobertura de las capturas accesorias a desembarcar por la obligación de desembarque.
Sin embargo, existen discrepancias sobre las flexibilidades que quiere introducir Reino Unido en la fijación y uso de algunas cuotas y que, según señala Planas, «deben tener un enfoque común y armonizado».
Se trata de la propuesta por parte del Reino Unido de introducir nuevas flexibilidades entre áreas, principalmente entre el mar del Norte y el oeste de Escocia, en el uso de algunas cuotas de especies demersales, y también de la caballa.
