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sábado, diciembre 7, 2024
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Futuro incierto para la pesca de túnidos canaria, tras el cierre de la campaña de bonito

Vicente Rivero, del sur de Tenerife (Guía de Isora), lleva toda la vida en la pesca artesanal de túnidos en Canarias. “No conozco otra actividad profesional”, afirma con orgullo. Con decenios de faena en la mar, el hoy presidente de una de las dos únicas organizaciones de productores de la pesca (OPP) existentes en Canarias, la atunera tinerfeña IslaTuna (la otra OPP es Optuna, radicada en Arrecife -isla de Lanzarote- y también centrada en las capturas de grandes pelágicos), hace balance de la coyuntura social y económica que afecta a este sector productivo primario en un año, este 2020, donde prácticamente ha pasado de todo, y nada menos que la pandemia de la covid-19. El rastro muy marcado que ya deja en sus primeros ocho meses es de “futuro inmediato incierto” para la principal pesquería profesional con la que aún cuenta Canarias: esta y casi solo esta, por cierto.

Lo primero: ¿cómo ha ido la campaña de pesca de túnidos por los artesanales en lo que va de año en Canarias: las capturas de atún rojo o patudo (Thunnus thynnus), patudo (Thunnus obesus), bonito del norte (Thunnus alalunga) y listado (Katsuwonus pelamis)?

La campaña de capturas empezó bien, con las expectativas de siempre y con unas descargas aceptables de patudo y bonito del norte; sin embargo, los cierres prematuros por el consumo de estas dos especies en este verano unido al descenso de capturas para la especie listado, nos deja un futuro inmediato incierto en Canarias.

¿Cómo califica usted el impacto económico y social que la pandemia de la covid-19 ha producido en la actividad pesquera atunera, tanto por las restricciones sanitarias como por las pérdidas derivadas de no poder vender en fresco en los mercados interior y exterior (con la exportación frenada sobre todo a Península?

El impacto económico ha sido importante, con una merma en los precios del 50% y con una incertidumbre absoluta durante el estado de alarma, en ocasiones exportando pescado sin la certeza de que los clientes pudieran asumir su venta, pues el panorama sanitario cambiaba la realidad de un momento a otro. A pesar de ello, no hemos dejado de faenar ni un solo día, conscientes de que teníamos que abastecer el mercado de alimentos y con la suerte de que no ha habido ningún caso de coronavirus en el sector pesquero canario.

¿Qué puede pasar en los próximos cuatro meses del año, un periodo además sin casi capturas debido al cierre de las cuotas nacionales de tuna y barrilote, las especies que más se pescan en las Islas? ¿Será lo más parecido a una tormenta perfecta?

Sin duda, se dan todas las condiciones para una tormenta perfecta. Partimos de que no serán cuatro meses, pues hay que sumar enero y febrero de 2021, que es el tiempo que tarda en arrancar la campaña de pesca de túnidos en Canarias.

Usted, con muchos años en el sector pesquero local, toda la vida, se puede decir, ¿había padecido una coyuntura tan mala como la actual para la pesca del atún, que es la principal actividad extractiva marina en el Archipiélago y casi la única 100% profesional que aún perdura?

A lo largo de mi vida, que la he dedicado exclusivamente a la pesca, sobre todo de túnidos, y sabiendo que todas las especies tienen sus años (unos son mejores para una especie y peores para otra), no he padecido una coyuntura tan mala como la actual. Ha sido a partir de 2008, año en el que comenzaron a proliferar los barcos cerqueros que se valen de objetos (FAD) para atraer cardúmenes (manchas) y que se instalan un poco más al sur de Canarias, frenando las rutas migratorias del atún (que se queda debajo de los objetos para luego ser capturados por esas flotas industriales), cuando a Canarias está llegando menos pescado y más tardío.

¿De qué manera influye la actividad destructiva de la biomasa pesquera que realizan los grandes buques cerqueros en bancos de túnidos y qué efecto negativo tiene esa actividad industrial en las capturas potenciales de algunas especies de túnidos en Canarias?

Todo el mundo sabe que esta flota no es selectiva y captura mucha biomasa juvenil, impidiendo la reproducción y la migración de las especies de túnidos que luego deben pasar por nuestras islas. La influencia en la pesca que realizan nuestros barcos de los cerqueros industriales es total y determina el futuro incierto de nuestra flota artesanal.

Al impacto del amarre de los barcos pesqueros, por la prohibición de faenar al consumirse los cupos principales de túnidos (la pesquería deja de ser rentable), se han unido los problemas en instalaciones de tierra (parte industrial) ante la necesidad de reducir empleo y controlar costes empresariales por el descenso de la actividad normal en esas entidades productivas. ¿Cómo se ha gestionado esta situación en el caso de IslaTuna?

Desgraciadamente, se han tenido que reducir gastos, entre ellos el de personal, y se han destruido empleos directos, uno de los activos más importantes de IslaTuna. Ello sin olvidar que detrás de cada trabajador despedido hay una familia.

¿Cuál es la pérdida prevista de ingresos por IslaTuna (la principal entidad productora y comercializadora de túnidos en Canarias) respecto al año anterior, 2019, y cuáles pueden ser los cierres estimados en capturas este año para las principales pesquerías: barrilote, tuna, atún rojo y listado?

Las pérdidas de ingresos hace ya varios años que las venimos sufriendo. No es el primer año que nos cierran prematuramente el barrilote y la tuna. Por ello, nos hemos tenido que ir adaptando a esas pérdidas. Estimamos que tendremos pérdidas pero, sin acabar el año, no podemos hacernos una idea de cuánto serán. Todo dependerá de cómo continúe el año, que ahora mismo es incierto. De momento, hasta el final del año, solo podemos pescar atún rojo (que no es su época) y listado, que tiene un valor económico bajo. La tuna la vamos a cerrar alrededor de 500 toneladas y el barrilote en 350, las capturadas por los barcos asociados a IslaTuna.

¿La gestión de los cupos regionales de atún rojo (o patudo) y de tuna, este ya cerrado, y luego el de barrilote, con consumo nacional y también con prohibición de pesca desde las 24.00 del 18 de agosto pasado, ha estado bien defendida desde Canarias? ¿IslaTuna ha sido escuchada por el departamento autonómico de Pesca a la hora de elaborar las propuestas de reparto de los cupos regionales de atún rojo y tuna?

Desconocemos con quién ha contado la Consejería y la gestión que se haya hecho, porque desde luego con nosotros no se ha contado. En dos ocasiones, hemos solicitado reunirnos con la consejera y aún no nos ha recibido.

¿El sector profesional de la pesca de túnidos, principalmente las OPP IslaTuna y Optuna, se ha sentido marginado o no suficientemente escuchado por la Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca? ¿Se han atendido mejor las peticiones de los barcos pequeños (artes menores), de los llamados polivalentes, que las de los concebidos de forma específica para la pesca artesanal de atún?

Sin duda alguna, no se nos ha escuchado, y ello pese a que son ambas OPP las que tienen la representación del sector atunero artesanal canario.

¿Qué explica, según usted, la situación que ahora ha descrito? ¿Quién decide en el área de Pesca en Canarias, a quién se le hace más caso y por qué?

Desde luego está claro que hay una valoración política del voto que desvirtúa la valoración política pesquera, que es la que debería primar ante los intereses del sector. Es decir, que vale más un puñado de votos que los intereses de los pescadores.

¿Cómo valora la gestión hasta hoy del conocido como programa Posei Pesca, con tantos retrasos acumulados en la entrega de esas ayudas directas de la UE? ¿Ha cambiado el ritmo en el reparto de esa ficha anual máxima de 5,7 millones de euros? Por cierto, ¿ya se han abonado los apoyos de 2018? ¿Se han convocado los de 2019?

Desde que esas ayudas pasaron a ser gestionadas por la Comunidad Autónoma, hemos ido para atrás. Ha aumentado la burocracia y se han complicado muchísimo los expedientes; esto es lo que ha producido todos los retrasos. En el plan anterior (FEP 2007-2013), estaban en manos del Servicio de Desarrollo Pesquero, que, al gestionarlas de forma independiente a la Intervención de la Comunidad Autónoma, simplificaba los trámites. Ahora estamos con la gestión de los expedientes del año 2018 y acaban de convocar las ayudas de 2019, lo cual es un gran avance gracias al personal del Servicio de Desarrollo Pesquero, que no de los políticos responsables. Ellos han agilizado muchísimo los trámites para recuperar el tiempo perdido.

¿Se puede decir entonces que en Canarias se apuesta más por la pesca de litoral o la recreativa-deportiva que por la más profesional de bajura, en su mayoría atunera artesanal?

Somos conscientes de nuestra realidad geográfica. Somos ocho islas rodeadas de mar de las que todos deberíamos disfrutar, porque la mar no es de nadie en particular. Ahora bien, nos corresponde a todos, tanto a las instituciones como a los pescadores deportivos y a los profesionales, proteger y conservar la flora y la fauna de nuestro litoral. Dicho esto, no es igual pescar profesionalmente que pescar por ocio. Como dije antes, los votos cuentan.

¿Qué peso tiene IslaTuna ahora mismo en el sector atunero regional? ¿Qué porcentaje de capturas totales acapara en grandes pelágicos, con cuántos barcos y con cuántas personas dependientes de esta actividad pesquera: armadores, tripulantes y personal en tierra?

IslaTuna tiene aproximadamente el 80% de los buques dedicados a la pesca de túnidos en la isla de Tenerife. Respecto a las capturas de grandes pelágicos, al representar a una gran mayoría de barcos de menor porte, estamos en casi el 40% de capturas en Tenerife. Los empleos directos son 400, aproximadamente, y los indirectos, unos 2.000. Todo este empleo depende de IslaTuna.

Si se quiere seguir teniendo futuro, ¿qué cree usted que necesita de forma urgente el sector atunero local y quizá puedan aportar las administraciones públicas: UE, Estado, Canarias y cabildos varios?

Ahora no hay futuro, con 1.000 toneladas de barrilote y 2.600 de tuna capturadas este año por toda la flota canaria… Blanco y en botella: no hay futuro. Necesitamos que en la política pesquera se produzca un giro de 180 grados. Está claro que este modelo no funciona. Hay que cambiar de estrategia si queremos que la pesca artesanal se mantenga en el tiempo, por ser nuestra condición la de flota artesanal, selectiva y sostenible y teniendo en cuenta el tamaño de nuestras capturas… No entendemos que se nos castigue con tener una cuota irrisoria e irrelevante. Por esto en noviembre fuimos a Mallorca (Reunión Anual del ICCAT 2019) a pedir que se apostara por una pesca libre, como se ha hecho a lo largo de nuestra historia.

¿Ha habido avances en los apoyos públicos para un sello de calidad que certifique la trazabilidad y con ello el uso del término pesca sostenible, que puede ser implantado, sin duda, en el caso de las capturas selectivas de túnidos con el arte de caña y cebo vivo, justo lo que sabe hacer la flota canaria?

No se ha avanzado nada en cuanto a la certificación de la pesca sostenible. Queda muy bonito llenarse la boca de buenas intenciones respecto a la sostenibilidad. Es la propaganda de los políticos, pues a la hora de la verdad, en los repartos de las cuotas, siempre se beneficia a los mismos; es decir, a las flotas industriales, o lo que es lo mismo, el peje grande se come al chico. Sin embargo, IslaTuna se ha unido a la entidad IPNLF (International Pole and Line Foundation), que es una fundación que realiza proyectos dirigidos a la mejora de las pesquerías de pequeña escala, como es la nuestra, para defender en el ámbito mundial sus intereses y para, en lo local, mejorar su condiciones.

¿El convenio de pesca con Marruecos está sirviendo realmente para algo a armadores atuneros de las Islas? ¿En qué casos o quizá más a la media docena de barcos grandes con puerto base en Arrecife?

En nuestra OPP no hay ningún barco que se haya acogido al acuerdo de pesca con Marruecos. Después del anterior acuerdo, han aumentado los gastos y las trabas, y al final no es rentable ir a Marruecos a pescar. No tenemos constancia de que barco canario alguno de túnidos se haya acogido al acuerdo de pesca con Marruecos.

¿Qué proyectos de transformación pesquera tienen entre manos o han pensado realizar con el objeto de transformar y generar valor añadido en suelo canario? ¿Tienen algo en marcha o se seguirán centrado en la pesca en fresco y la congelada para las especies con menos valor en los mercados, como suele ocurrir con el listado?

Nosotros hemos invertido en maquinaria para transformar el producto y poder venderlo en el mercado local, tanto en fresco como ultracongelado. Nuestra idea es ir aumentando este tipo de comercialización. Además, hemos participado en el proyecto Ecocomedores con la Universidad de Laguna y GMR, que ha sido un éxito al conseguir que nuestros niños se alimenten mejor y con ello educarlos en el consumo de pescado. Es tarea de los padres exigir en los comedores escolares pescado de calidad, con grandes aportaciones nutritivas.

La Consejería ha convocado apoyos públicos para compensar pérdidas ocasionadas por la pandemia de la COVID-19 en la pesca. ¿Han recibido algo de ese dinero? ¿Han sido bien informados de esos apoyos especiales?

Nuestra organización ha recibido una subvención directa para paliar el descenso de los precios que nos ha ocasionado la pandemia. En este sentido, hemos sido informados y ha sido sencillo. Sin embargo, sobre las ayudas que se han convocado recientemente para los armadores y tripulantes no tenemos mucha información. Por eso, no podemos asesorar a nuestros socios.

¿Qué debe mejorar la Consejería y aún no lo ha hecho, lo más esencial y urgente?

No estaría mal empezar por conocernos. Sin intercambio de opiniones, sin exponer los problemas de nuestros socios, nuestras necesidades, sin poder aportar posibles soluciones consensuadas…, difícilmente pueden saberse qué mejorar. Paradójicamente, vemos cómo Europa reconoce a las organizaciones de productores como interlocutoras válidas y sin embargo en Canarias, una vez más y a contracorriente, parece que somos invisibles. Para muestra, un botón: esta es la única Comunidad Autónoma que jamás ha convocado las ayudas para las OPP por sus planes de gestión.

¿Considera que la inspección pesquera es hoy la adecuada en las Islas, que la investigación y la formación en este campo profesional están a la altura de lo que necesita Canarias y que la protección del mar de litoral con fórmulas como las reservas marinas es suficiente en el Archipiélago?

En cuanto a la inspección pesquera del Gobierno de Canarias, es prácticamente inexistente. Nos gustaría pensar que es por falta de personal. Este dato lo desconocemos. En cuanto a la investigación, que para nosotros es fundamental, afortunadamente en Canarias contamos con el Instituto Español de Oceanografía (IEO) desde hace mucho tiempo, centro con el que colaboramos activamente. En los últimos tiempos, se han sumado las universidades canarias.

En formación, los institutos marítimos pesqueros y el Instituto Social de la Marina cubren las necesidades del sector profesional pesquero en nuestra Comunidad Autónoma. Sin embargo, en reservas marinas suspendemos. En las islas capitalinas no hay ninguna reserva marina, justo las que más profesionales tienen. Es donde mayor presión pesquera existe, tanto profesional como recreativa. Es nuestra asignatura pendiente.

Las instalaciones de IslaTuna son del Cabildo de Tenerife, que se las ha arrendado a su organización pesquera. ¿Cómo es la relación con esa administración y con el titular insular del área, Javier Parrilla?

No quiero terminar esta entrevista sin agradecer al Cabildo de Tenerife la apuesta que hizo con nosotros hace más de 15 años. Sin ese apoyo no hubiese sido posible este proyecto, sin diferenciar hasta el día de hoy la gestión de los consejeros que han pasado antes de Javier Parrilla por el área insular de Agricultura y Pesca. Creo que no podría ser mejor

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