El Puerto de Marín, situado en la ría de Pontevedra, se ha consolidado en 2025 como uno de los grandes polos logísticos de la pesca congelada en España. Según los últimos datos de la Autoridad Portuaria, el enclave ha experimentado un incremento superior al 10 % en el tráfico de productos pesqueros congelados, alcanzando cerca de 90.000 toneladas manipuladas hasta agosto de este año. El crecimiento se ha concentrado especialmente en el segmento no contenerizado, es decir, en las operaciones directas de descarga y almacenamiento en las amplias instalaciones frigoríficas del puerto, sin necesidad de tránsito por contenedores.
El presidente de la Autoridad Portuaria de Marín y Ría de Pontevedra, José Benito Suárez Costa, ha atribuido este impulso al dinamismo del tejido empresarial asentado en el puerto, compuesto por compañías especializadas que no solo almacenan y distribuyen, sino que también procesan y comercializan pescado congelado, muchas de ellas con flota propia. Suárez Costa ha destacado además el papel de estas empresas en la proyección exterior del puerto, al participar con stand propio en ferias internacionales como Conxemar, donde Marín se presenta como un enclave estratégico en la logística del pescado congelado.
El puerto dispone actualmente de más de 70.000 metros cuadrados de superficie concesionada para uso frigorífico y una capacidad de almacenamiento superior a los 260.000 metros cúbicos, lo que le permite mantener un flujo constante de entrada y salida de mercancías. Este volumen de actividad ha ido acompañado de inversiones en eficiencia energética y sostenibilidad, en línea con la política medioambiental de la Autoridad Portuaria. En los últimos meses, las empresas concesionarias han acometido obras de modernización de cámaras y sistemas de refrigeración, con el objetivo de reducir consumos y emisiones sin comprometer la capacidad operativa.
El auge del tráfico de pesca congelada se produce en un contexto mixto: aunque el puerto registró un descenso global del 7 % en el movimiento total de mercancías hasta mayo de 2025, debido a la caída de los graneles sólidos, el segmento de pesca congelada ha crecido de manera constante, compensando parcialmente esas cifras. De hecho, otros tráficos, como el de contenedores, también han mostrado un crecimiento del 5,7 % durante los primeros meses del año, lo que refuerza la posición de Marín como puerto equilibrado y diversificado dentro del sistema portuario gallego.
Durante la feria Conxemar 2025, los responsables portuarios destacaron la importancia de la pesca congelada en la economía local y su capacidad para generar empleo cualificado. Los operadores frigoríficos y logísticos del puerto emplean a centenares de personas en tareas de descarga, manipulación, conservación y distribución de productos pesqueros destinados tanto al mercado nacional como a la exportación. La consolidación de Marín como punto de referencia en este ámbito también ha atraído nuevas inversiones y empresas interesadas en aprovechar su ubicación estratégica y sus conexiones terrestres y marítimas.
El reto de cara a los próximos años será mantener este ritmo de crecimiento garantizando la eficiencia logística y la sostenibilidad ambiental. El puerto deberá seguir reforzando su infraestructura frigorífica, su red de transporte terrestre y la digitalización de procesos, a fin de evitar cuellos de botella y mejorar la trazabilidad de las operaciones. Desde la Autoridad Portuaria se insiste en que el equilibrio entre competitividad y sostenibilidad será clave para el futuro del enclave.
En definitiva, el Puerto de Marín atraviesa un momento de expansión en su especialización pesquera. Su papel en la cadena del pescado congelado lo sitúa entre los principales nodos del Atlántico europeo, con una estrategia que combina inversión privada, eficiencia operativa y compromiso medioambiental. El puerto gallego reafirma así su vocación de ser un motor económico y logístico para Galicia, al tiempo que se proyecta como modelo de sostenibilidad y gestión inteligente en el sector marítimo-pesquero.
