Las negociaciones por el Brexit siguen sin acuerdo pero a medida que transcurre el tiempo circulan nuevos términos sobre las conversaciones. De los aproximadamente 650 millones de euros capturados por los europeos en aguas británicas, al Reino Unido le gustaría obtener el 60% en tres años (fue el 80% la semana pasada), donde el equipo de Barnier supuestamente se ofreció a solo renuncia al 20% después de siete años. El margen sigue siendo muy grande.
Los armadores de la Cooperativa de Armadores de Vigo, de la asociación, ARVIm aprecian que las negociaciones por el Brexit se «tuerzan», tras cuatro años de negociaciones, un largo periodo manteniendo una postura unitaria defendida por el negociador Barnier para que, en la última fase, la intervención de la Comisión pueda traer consigo el sacrificio de la flota pesquera comunitaria. «Tanto tiempo nadando contracorriente para que, al final, este sector se ahogue al lado de la orilla», señalan.
La misma fuente incide que «la información que está llegando estos días de las negociaciones entre la Comisión Europea y el Reino Unido es de máxima gravedad; de ser cierta, abocará al sector pesquero español de Gran Sol a su práctica desaparición y dejará gravemente afectado al resto!, apuntan desde ARVI.
De confirmarse estos malos augurios también será cierto que la Comisión
Europea no considera importante que se garantice el abastecimiento propio del mercado comunitario, ni la defensa de sus derechos patrimoniales pesqueros, regalando a un país tercero, como será el Reino Unido, los de nuestros pescadores, y además confirmaría que los pescadores británicos tenían razón al querer desligarse de Bruselas: En este proceso final su país estaría defendiéndolos mejor que la CE a los suyos.
«La finalización del periodo de salida sin un Acuerdo sería una muy mala noticia, pero sería una mucho peor que pueda llegarse a un Acuerdo en los términos que ahora se plantean. Es mejor un NO Acuerdo que aferrarse al propuesto, especialmente porque las negociaciones deberán renovarse en seis años y un punto de partida de hipoteca de nuestros derechos sería aún más lesivo», expresan desde Arvi.
La Pesca no puede ser la moneda de cambio y la Unión Europea no puede»
desentenderse de sus pescadores, regalando sus derechos y el futuro de este
sector a un país que está de facto fuera de la propia Unión. De confirmarse este grave desenlace de la negociación, al que no querríamos asistir, el mensaje sería muy claro para la pesca comunitaria y todos los que viven de la misma: «Fuera de la UE te defenderán mucho mejor que dentro», señalan.
