La creciente popularidad de las algas como alimento se sustenta principalmente en dos pilares: la salud y el medio ambiente. Pero, ¿cómo convencer a más gente para que las incorpore a su dieta?. El objetivo es producir productos a base de algas con la misma maestría demostrada en Asia
Según Florent Govaerts, científico de Nofima, la clave está en entender qué influye en la gente. Las investigaciones realizadas en Noruega y el Reino Unido demuestran que la creencia en los beneficios para la salud es el principal factor impulsor.
Sin embargo, el reto reside en la disponibilidad y la percepción del sabor. Las algas siguen siendo difíciles de encontrar en las tiendas, sobre todo fuera de las grandes ciudades, y la mayoría de la gente no está familiarizada con su sabor.
Una idea errónea muy extendida es que las algas huelen mal, y también existe la percepción de que comprar productos de algas es caro, una idea que Florent Govaerts cree que hay que corregir.
Su consejo es proporcionar información detallada que destaque los beneficios nutricionales y medioambientales de las algas. Además, Govaerts subraya la importancia de lanzar al mercado productos de alta calidad que atraigan el gusto del consumidor.
A medida que crece el interés por las algas, los científicos trabajan también en la mejora de su valor nutricional, abordando cualquier exceso de yodo y promoviendo un consumo equilibrado.
El objetivo, concluye Govaerts, es aprender a elaborar productos a base de algas con la misma maestría demostrada en Asia. Una apuesta sobre la que podría descansar el futuro de la alimentación sostenible.