La campaña de vacunación en Galicia avanza pero llega tarde para el sector pesquero que había clamado con su implantación porque se daba la paradoja que muchos marineros gallegos trabajaban sin ella y sus compañeros vascos ya habían sido inoculados. Lo cierto es que las vacunas llegan tarde. Las campañas de pesca finalizarán por agotamiento de cuota y los marineros se encontrarán que están vacunados para la costera de bonito y nada más La Xunta ha optado por administrarles el preparado de Janssen, de dosis única, porque los que requieren dos inyecciones podrían dificultar la segunda en trabajadores de embarcaciones de altura que pueden permanecer en alta mar de 10 a 45 días, e incluso cuatro o cinco meses en las de gran altura.
A diciembre se remontan las primeras solicitudes de cierta prioridad en la vacunación de los tripulantes de la pesca y la marina mercante. Según la Xunta, hasta la semana pasada el Ministerio de Sanidad no se le autorizó, pero en cuanto recibió permiso solicitó cooperación del ISM para disponer de los listados de tripulantes y poder citarlos.
El presidente de la Xunta confirmaba que el Sergas destinará las vacunas de Janssen a inmunizar a los marineros que se embarcan en campañas largas. Reclamada repetidamente por cofradías de pescadores, organizaciones de armadores, sindicatos, navieras, asociaciones profesionales y el propio ISM, desde el Ministerio de Sanidad alegaban días atrás que los expertos que definen los criterios de vacunación no consideraban prioritario inmunizar a profesionales que viven y trabajan en espacios reducidos donde no pueden protegerse contra el covid y donde las opciones de recibir asistencia sanitaria especializada son escasas porque faenan alejados de centros hospitalarios.
