La última pesquería selectiva de túnidos en Africa corre peligro de sobrevivir, después de haber estado cinco meses parada la flota en Senegal y sin recibir ayudas. Tras remitir una carta al comisario Sinkevicius que «ni siquiera han leído» dicen los armadores de Dakartuna. En esta dirección conocen la versión de la UE que se cierra en no conceder ayudas en base a que han estado parados cinco meses «por un decreto que hay en Senegal. Cosa que no es cierta. Hemos estado parados porque el ministro de pesca de Senegal no quiso firmar las licencias de pesca porque existía un problema económico de la UE con este país, cosa que tardaron cinco meses en solucionar. Cuando le pagaron a Senegal lo que le correspondía se solucionó el problema». Por ello, piden a la UE que «reconozca el error cometido y que conceda las ayudas a esta flota o en caso contrario correrá el peligro de no poder sobrevivir. Tienen que dejarse de escudar en un decreto de 2016 que prohíbe hacer carnada en la bahía de Haan cuando nosotros llevamos dos años sin hacer carnada en esa zona. Necesitamos las ayudas. Somos empresas familiares que hacemos una pesca responsable y sostenible y además somos la única pesca artesanal de pesca de atún tropical. Se nos ha imposibilitado hacer carnada por una causa ajena a un decreto de Senegal con lo que la UE debe tomar partido»
La última pesquería selectiva de túnidos en Africa corre serio peligro de sobrevivir
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