La pérdida de hielo en el sector oriental Antártida podría agregar entre 3 y 4 metros (10 a 13 pies) en el futuro aumento del nivel del mar global, según los desalentadores pronósticos de un estudio que analizó el retroceso de las capas de hielo en un período de altas temperaturas registrado miles de años atrás.
Los científicos creyeron durante décadas que la capa de hielo de la Antártida se había mantenido estable durante millones de años. Sin embargo, investigaciones más recientes comenzaron a poner en duda esta teoría. La última es una investigación de la Universidad Santa Cruz de California, que mostró evidencias de pérdidas sustanciales de hielo en el continente blanco hace 400,000 años.
El estudio, publicado el 22 de julio en la revista Nature, analizó el fenómeno registrado en la zona de Wilkes, una de las cuencas consideradas vulnerables a la fusión, debido a que el hielo descansa sobre una capa de tierra que se encuentra bajo del nivel del mar.
El hielo fluye lentamente a través de las cuencas desde el interior del continente hasta las plataformas de hielo flotantes ubicadas en los extremos. La pérdida de hielo hace que la línea de puesta a tierra, el punto en que el hielo pierde contacto con el suelo y comienza a flotar, se desplaza tierra adentro, explicó el investigador Terrence Blackburn.
“La línea de puesta a tierra en la cuenca de Wilkes retrocedió 700 kilómetros tierra adentro durante uno de los últimos períodos interglaciales realmente cálidos, cuando las temperaturas globales fueron de 1 a 2 grados centígrados más cálidas que ahora”, detalló.
Según las estimaciones, esto contribuyó al aumento global del nivel del mar de entre 3 a 4 metros, lo que sumado a los deshielos registrados en Groenlandia y el sector occidental de la Antártica sumaron una crecida de alrededor de 10 metros.
Un período de calentamiento global comparable a lo que se espera en los actuales escenarios para las emisiones de gases de efecto invernadero producidas por el hombre, dio como resultado un aumento en el nivel del mar de alrededor de 13 metros (43 pies).
“Hemos abierto la puerta del congelador, pero ese bloque de hielo todavía está frío y no se va a ninguna parte a corto plazo. Para comprender lo que sucederá en escalas de tiempo más largas, necesitamos ver qué sucedió en condiciones comparables en el pasado”, precisó el investigador.