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viernes, octubre 4, 2024
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La importancia de la transformación digital en la acuicultura

“Esto, por un lado, hace difícil la digitalización de los procesos productivos, y por el otro, supone la posición de competencia entre el técnico que ha desarrollado estos procesos, con una aplicación que ahora los hará mas rápidos, precisos y mejorables continuamente”.

Salvador Meza. Editor & Publisher de Panorama Acuícola Magazine, y Aquaculture Magazine.

En el 2018 de visita por AquaExpo en Guayaquil, me encontré con una tendencia generalizada en las empresas más grandes proveedoras de alimentos balanceados que estaban exponiendo sus productos y servicios en el recinto ferial.

La mayoría de estas empresas, tenían como objetivo la promoción de sus servicios de aplicación digitales para la optimización del manejo de datos de las granjas acuícolas, más que la promoción de sus diferentes tipos de alimentos para las distintas etapas de producción de camarón.

Incluso algunas de ellas, tenían a todo su equipo de programadores y desarrolladores de aplicaciones digitales en sus stands, traídos desde sus respectivos corporativos en otros países, todo para dar asesoría y explicar cómo y para que pueden utilizarse estas herramientas de manejo de datos, con el fin de hacer más eficiente la producción de camarón en las granjas y llevar a la industria a la modernización tecnológica, para que sea más eficiente, más segura y más productiva.

Clientes y prospectos que pesaban por los pasillos de AquaExpo, veían con incredulidad las habilidades de dichas aplicaciones tecnológicas, poniendo atención con cierto desdén a la pantalla en donde se mostraban la manera de introducir los datos provenientes de los estanques de cultivo, y a la información que resultaba posterior a la aplicación de procesos entrelazados mediante complicados algoritmos cuidadosamente desarrollados por los ingenieros constructores de estos sistemas de información.

El año pasado, 2019, de regreso en AquaExpo, me di cuenta de que, al pasar por los stands de estas empresas de alimentos balanceados ya no había ningún referente a las aplicaciones digitales en el piso de exhibición de sus stands. No estaban los modelos gigantescos de teléfonos celulares mostrando en su pantalla la aplicación digital para el manejo de datos de la producción de las granjas. Tampoco había ingenieros extranjeros explicando cómo y para qué utilizar estas herramientas digitales. Al introducirme en el stand y conversar con los vendedores y técnicos de las empresas, ya nadie hablaba de eso. Toda la atención estaba enfocada a la promoción de tal o cual alimento, la explicación de un nuevo proceso tecnológico en la fabricación de los pellets, la inclusión de un nuevo ingrediente en la formulación de las dietas, o la promoción de un nuevo producto, pero ya nadie hacía mención a la utilización de las tecnologías de la información para hacer más segura y eficiente la producción de camarón en las granjas.

 ¿Qué causó este cambio de dirección en el objetivo de promoción en los stands de estas empresas?, ¿Qué pasó con toda la inversión que hicieron hace apenas un año para promover el uso de plataformas digitales en la operación de las granjas? ¿En donde quedaron los equipos de ingenieros en sistemas y los súper-usuarios que estarían capacitando a los gerentes y operarios de las granjas a usar estas aplicaciones?

Bueno, no es difícil imaginarse que el desgaste en el intento de proponer hacer las cosas de manera diferente en las granjas de producción, proponiendo el uso de Tecnología de la Información (TI), haya motivado a estas empresas a reconsiderar nuevas estrategias para llevar la transformación digital a la acuicultura de una manera más objetiva y eficiente.

Cualquiera que haya tenido alguna experiencia en el intento de llevar nuevas ideas a la acuicultura, sabe la cantidad de barreras a las que hay que enfrentarse para tener éxito. Siendo la acuicultura una industria “joven”, cada quién ha desarrollado su propio manual de producción. Cada gente de producción, cada operario ha adoptado una estrategia propia, a base de prueba y error, para desarrollar su tarea encomendada. Algunas veces no es fácil por ellos mismos explicar cómo hacen lo que hacen. No son procesos documentados y detallados en manuales de manera sistemática paso a paso.

Esto, por un lado, hace difícil la digitalización de los procesos productivos, y por el otro, supone la posición de competencia entre el técnico que ha desarrollado estos procesos, con una aplicación que ahora los hará más rápidos, precisos y mejorables continuamente.

Si además de esto, consideramos la sucesión generacional en los puestos de producción de las granjas acuícolas, en donde el promedio de edad de gerentes y operarios es de 45 a 50 años, podemos suponer que su adaptación a la utilización de aplicaciones digitales en el manejo y análisis de datos va a ser costosa y deficiente.

La transformación digital llegó para quedarse. Ya es casi imposible imaginarse un mundo sin el soporte de aplicaciones digitales en nuestros teléfonos, que nos ayudan a transitar por las calles de una ciudad desconocida, a comprar un boleto de avión, a pagar la luz y el teléfono, o a estar en comunicación con nuestros seres queridos que están lejos.

Mas allá de estos servicios, la transformación digital podría hacer de la acuicultura una industria mucho más segura en términos de riesgos sanitarios, al poder diagnosticar y enfrentar enfermedades en menos tiempo de lo que se hace ahora. Se podría consultar incluso a expertos en sitios remotos mediante microscopios y otros equipos conectados a internet, para obtener diagnósticos precisos y tratamientos efectivos. También se podría tener la información de la producción en tiempo real siempre, estanque por estanque. Las decisiones sobre cosechas y ventas se podrían tomar sobre la base del conocimiento preciso del costo de producción, el costo de cosecha, el de proceso, y el de logística, en segundos.

Con la transformación digital la acuicultura va a crecer, va a estandarizar procesos, va a reducir riesgos y costos, se volverá una actividad predecible y repetible, y generará riqueza y empleo. Solo es cuestión de sortear los paradigmas y los temores de la generación que hoy está a cargo, y que está en un proceso de reemplazo.

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