Ifremer lanza el primer submarino autónomo francés, el Ulyx, un submarino autónomo (AUV) que estará en funcionamiento en 2022 y podrá sumergirse a una profundidad de 6.000 metros y alcanzar una velocidad de cuatro nudos. Su misión principal será cartografiar el fondo del océano, identificar las emisiones de metano y los respiraderos hidrotermales.
Equipado con sirenas y sonares acústicos, una cámara y numerosos instrumentos de medición (concentración de oxígeno, metano, campo magnético, etc.), él mismo evaluará la necesidad de detenerse y bucear lo más cerca posible. de un área para tomar imágenes y recopilar datos. 5,3 millones de euros Ulyx debe permitir «proteger el océano y gestionar de forma sostenible recursos de los que poco sabemos», afirmó François Houllier, consejero delegado de Ifremer, durante la rueda de prensa organizada con motivo de su bautismo.
Con esta nueva máquina, Francia se convierte en el cuarto país del mundo con AUV, después de Japón, Estados Unidos y Reino Unido. Durante los últimos cinco años, ha movilizado las habilidades de unos cuarenta científicos y media docena de empresas, entre ellas Eca Robotics en Toulon y el astillero Ixblue, en particular responsable del sistema de navegación. Su diseño y construcción requirió una inversión de 5,3 millones de euros. «Está muy bien comunicar sobre nuevos productos, pero es una pena que se haga en detrimento de los antiguos que son útiles», lamenta Franck Jacqueline, representante CGT de Ifremer, refiriéndose a Nautile, solo en – Marina tripulada europea, también capaz de sumergirse a una profundidad de 6.000 metros. En funcionamiento hasta 2025, debería ser reemplazado a medio plazo por un robot operado a distancia, como el Victor 6000.
