El presidente de la patronal europea Europêche, Javier Garat, tras la nueva prórroga que Londres y Bruselas se han dado para evitar un Brexit duro y que tiene a la pesca, como uno de los grandes escollos en la negociación mantiene en una entrevista a ABC, por Carlos Manso, que » no podemos negociar cada año con el Reino Unido las cuotas de pesca » que podrá pescar la flota europea en aguas británicas.
En principio Londres y Bruselas se han dado más tiempo para llegar a algún tipo de acuerdo que evite un divorcio duro entre ambas partes, mientras la ansiedad y la inquietud se generalizan entre los ingleses y aumentan las colas de camiones en el Eurotúnel. Los discrepancias siguen siendo las mismas: cómo garantizar una competencia justa entre ambas partes y el acceso a los caladeros británicos por parte de la flota pesquera europea, entre ellos, de 88 embarcaciones españolas con 2.150 tripulantes. Sobre esto último hablamos con Javier Garat, presidente de la patronal europea Europêche y secretario general de Cepesca (Confederación Española de Pesca):
-¿Qué consecuencias para la flota española puede representar un cierre eventual de las aguas británicas por un Brexit duro? ¿Hay riesgo de que se pare la actividad?
Los barcos españoles y los de la Unión Europea (UE) tendrían que salir del caladero del Reino Unido, no pudiendo entrar en esas aguas. Hablamos de 88 barcos españoles, lo que conocemos como la «Flota de Gran Sol» con 2.150 tripulantes y que capturan alrededor de 50.000 toneladas al año por valor de 155 millones de euros, no solo en aguas inglesas sino también en las de Francia e Irlanda. Dentro del Reino Unido pescan alrededor de9.000 toneladas anuales, por un valor de 27 millones de euros de merluza, gallo y rape, principalmente.
Todas estas embarcaciones se verían afectadas y tendrían que salir y cito las 50.000 toneladas, porque no sabemos si esas empresas que habitualmente pescan en aguas británicas podrán ser rentables sin el acceso a esos caladeros. Además se verían afectados otros 55 barcos de capital español, pero con bandera de Francia, Irlanda, Bélgica o Alemania. En total, la Unión Europea tiene unos 3.000 barcos que pescan unas 640.000 toneladas (unos 650 millones) en la Zona Exclusiva Económica (ZEE) de Reino Unido.
¿Puede impactar sobre el empleo?
Hay riesgo de que la flota temporalmente se pare, si somos expulsados de sus aguas: esos barcos tendrán difícil cabida en las aguas de Francia y, sobre todo, en las de Irlanda. Tendrían que buscarse la vida por otro lado. Por lo tanto, sería previsible que temporalmente los barcos tengan que parar y haya consecuencias sobre el empleo. Son 88 barcos con 2.150 tripulantes de Vigo, Celeiro, Burela, de Coruña, de Ondárroa. Marín, y Santander, que claramente se verían afectados.«Hablamos de 88 barcos españoles, lo que conocemos como la «Flota de Gran Sol» con 2.150 tripulantes y que capturan alrededor de 50.000 toneladas al año»
¿Es factible mantener todavía el statu quo? ¿Hay que pensar ya en negociar un tratado de pesca, como el que hay con terceros países?
Nuestra posición sigue siendo la misma y el mandato de negociación que tiene la Comisión Europea es apostar por el statu quo. Como en toda negociación, hay sus tiras y aflojas y, al final, ambas partes suelen terminar cediendo. Aquí no sabemos lo que va a ocurrir, por lo que apostamos por un resultado final lo más parecido posible. ¿Hay que negociar un tratado de pesca? La realidad es que eso llevan intentándolo desde hace bastantes meses. La diferencia es que la Unión Europea lo está vinculando al acuerdo comercial, porque es nuestra principal baza negociadora. Si no se vincula, el Reino Unido saldrá muy beneficiado del acuerdo de libre comercio sin contraprestaciones. Una de ellas debería de ser poder acceder a sus aguas igual. Sí, hay que negociar con el Reino Unido como un tercer país más.
¿Qué posibilidades hay de que se acuerde un régimen transitorio?
El primer ministro Johnson no está por la labor y no sabemos qué va a ocurrir finalmente, pero sería lo mejor hasta que se cerrase un acuerdo con las mismas condiciones que tenemos ahora. Lo que no queremos es lo que proponía Reino Unido: seguir igual hasta dentro de dos o tres años y luego nos echaban de sus aguas. Nosotros queremos un acuerdo beneficioso para ambas partes a largo plazo, mínimo de 25 años, y que nos dé seguridad jurídica. No podemos negociar cada año el acceso y las cuotas de pesca.
¿Un desplazamiento de las flotas por un Brexit duro puede obligar a reorganizar los caladeros dentro de la Unión Europea?
Desde la EUFA (European Fisheries Alliance) llevamos tiempo advirtiendo de que un Brexit duro puede tener un fuerte impacto sobre la Política Pesquera Común (PPC) y en las normas que tenemos hoy. Por lo tanto, si puede obligar a reorganizar el reparto de los caladeros. Desde luego, sería un mundo completamente diferente sin el acceso a esas aguas. Estamos hablando de 640.000 toneladas que pescan ocho países europeos (Alemania, Bélgica, Dinamarca, Francia, Holanda, Irlanda, Suecia y España). Todos esos barcos, unos 3.000, que se tuvieran que reubicar en otros caladeros es realmente complicado.«Hay que negociar con el Reino Unido como un tercer país más»
Noruega también amenaza con cerrar sus aguas a los barcos comunitarios y británicos, ¿hay algún tipo de negociación con este país? Supongo que habrá preocupación por esta situación…
En efecto, hay determinados stocks que se gestionan conjuntamente hasta ahora entre la Unión Europea y Noruega y a partir de ahora también con Reino Unido. Todo eso está en juego, pero al mismo tiempo es difícil negociar con Noruega si no se cierra antes un acuerdo con el Reino Unido. Con este país tenemos 119 stocks compartidos -poblaciones de peces- de un total de 146, no solo en el Océano Atlántico sino en el Mar del Norte para otras flotas de otros países. Por lo tanto, toda esa negociación con los británicos tendrá implicaciones con la que se haga con los noruegos.