El precio del gasóleo libre de impuestos (tras el descuento estatal de 25 céntimos garantizado hasta mediados de noviembre) subió de 71 a 92 céntimos entre el 3 y el 20 de octubre, en Francia. Ante ello, el Comité Nacional de Pesca, cuya junta directiva se reunió durante dos días en París, advierte del «riesgo de colapso». Y pide un esfuerzo importante al Estado y al sector de la distribución.
En un comunicado de prensa de la organización profesional sobre la crisis que atraviesa todo el sector pesquero, el Comité Nacional de Pesca señala que «las tensiones internacionales están provocando un coste energético desproporcionado para la rentabilidad tanto de las empresas pesqueras, sea cual sea el oficio, como de los demás eslabones del sector». Entre el 3 y el 20 de octubre, el precio del gasóleo de pesca pasó de 71 a 92 céntimos, según el observatorio de combustibles de la Coopération Maritime, que tiene en cuenta el precio después del descuento que paga el Estado, que la Primera Ministra, Elisabeth Borne, ha anunciado que se prolongará hasta mediados de noviembre.
«El riesgo de colapso ya no es un escenario catastrófico, sino el que se espera en las próximas semanas, si no se encuentra rápidamente una solución de apoyo», subraya Olivier Le Nézet, Presidente de la CNPMEM. Sin embargo, las discusiones iniciadas en septiembre bajo la dirección del Secretario de Estado del Mar, Hervé Berville, para elaborar un contrato estratégico para el sector, se han paralizado, ya que éste tuvo que ponerse de acuerdo el miércoles 19.
Propuestas concretas
A falta de acuerdo, Hervé Berville prevé un mecanismo legislativo, del tipo aplicado en la agricultura con las leyes Egalim. Con el mismo espíritu, y sin transposición directa, el CNPMEM indica que ya ha hecho propuestas concretas. Pide «que todas las empresas pesqueras puedan recibir la ayuda específica prometida por el Estado para reducir el precio del combustible en 35 céntimos para todos los pescadores; activar un mecanismo de solidaridad para todos los actores del sector que garantice la compensación del aumento de los costes de producción (necesidades de 70 a 150 millones de euros según el alcance y el nivel de apoyo); buscar soluciones a medio y largo plazo para limitar la dependencia energética del sector (mecanismo de seguro, descarbonización, fuentes de financiación externas, etc.) y reforzar el diálogo con el sector». …) y reforzar el diálogo interprofesional en el sector pesquero francés para valorizar la industria francesa y adaptarla a la evolución del consumo».
En el futuro inmediato, parece de suma importancia que se continúe con el sistema puesto en marcha por el Estado antes del verano, integrando una contribución excepcional de los distribuidores de productos del mar para apoyar a todas las empresas que forman la base del sector pesquero francés», concluye Olivier Le Nézet. Ofrecer a los consumidores franceses productos de calidad pescados y transformados por el conjunto de la industria francesa, sin aumento de precios, debe ser un objetivo colectivo para apoyar a las empresas y, sobre todo, para salvar miles de puestos de trabajo actualmente amenazados por la precariedad.
