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martes, noviembre 19, 2024
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Faroe pretende independizarse de Dinamarca abriendo nuevos escenarios a la pesca

Las pretensiones de independizarse las islas Feroe de Dinamarca abre un nuevo escenario a la pesca .»Hace 600 años que Dinamarca nos ocupa. ¡Basta ya!». En su vieja goleta restaurada, Birgir Enni no se anda con rodeos sobre la aspiración de buena parte de la población de las islas Feroe: soltar amarras.
En el Atlántico Norte, a más de 1.100 km de la potencia tutelar, este archipiélago autónomo desde 1948 posee una bandera (una cruz roja ribeteada de azul sobre fondo blanco), una lengua derivada del nórdico antiguo que hablaban los vikingos y sus propias instituciones y cultura.

La idea de independizarse gana adeptos en este territorio situado entre fiordos y montañas pobladas de ovejas y envueltas en nieblina.»No somos daneses, nunca seremos daneses, no podemos ser daneses, somos feroeses, punto y se acabó», sostiene el ministro de Relaciones Exteriores y Comercio, Poul Michelsen, líder del partido del Progreso, una pequeña formación separatista.»La independencia se forja a diario. Cada día, nos acercamos a ella asumiendo cada vez más responsabilidades. La distancia entre Dinamarca y las Feroe aumenta naturalmente», explica en su oficina de Tórshavn, la capital.

Después de la transferencia programada de los asuntos migratorios a las autoridades provinciales, Copenhague sólo controlará los temas de defensa y algunos aspectos de política exterior, monetaria y judicial.

El gobierno local -una alianza de derecha, izquierda, independistas e unionistas- redacta actualmente una Constitución, un compendio que supuestamente capta la esencia feroesa y que algunos ven como la última pieza del puzle que permitirá la emancipación.

El texto, que consagrará el derecho de los feroeses a la autodeterminación, debía ser sometido a referéndum en abril pero se postergó en aras de un mayor consenso político.

«Dinamarca no es un amo severo», reconoce Hanna Jensen, otra cofundadora del partido del Progreso. Pero «tiene sus propias motivaciones, necesidades e intereses, sé que intentan tener en cuenta nuestras necesidades, motivaciones y deseos pero a menudo entran en colisión».

Este conflicto de intereses ha quedado patente en una disputa sobre cuotas pesqueras al comienzo de los años 2010, cuando Dinamarca se unió al boicot impuesto por la UE (de la que las islas Feroe no forman parte) al pescado feroés.

El episodio ha dejado huella en este territorio que vive esencialmente del mar.

Gracias a la pesca, a la agricultua y al turismo, las islas Feroe gozan de gran prosperidad económica, y eso a pesar de que el esperado maná petrolero se hace desear. Una realidad que contrasta con las dificultades de Groenlandia, otra provincia danesa.

El desempleo es casi inexistente y el Producto Interior Bruto por habitante supera al de Dinamarca. Las autoridades feroesas son tan optimistas que pidieron a Copenhague reducir hasta 642 millones de coronas (86 millones de euros, 99 millones de dólares) la subvención anual (frente a los 982 millones de 2001) para así mermar su influencia en la economía.

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