Las normas revisadas modernizan la forma en que se controlan las actividades pesqueras, por ejemplo tanto los buques de la UE como los que pescan en aguas de la UE . Ayudarán a prevenir la sobrepesca, crearán un sistema de control de la pesca más eficaz y armonizado y garantizarán la igualdad de condiciones entre las diferentes cuencas marinas y flotas.
El Reglamento revisado de control de la pesca de la UE actualiza la mayoría de las normas de control de los buques pesqueros para en línea con los avances tecnológicos y hacer que la pesca en la UE sea más sostenible.
Los principales cambios se refieren a un mejor seguimiento de las actividades pesqueras y a la trazabilidad de las capturas haciendo uso de la mejor tecnología disponible y sancionando a quienes incumplan las normas.
El Comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevičius, afirmó:
El sistema revisado de control de la pesca es la culminación de cinco años de negociaciones. Con ello, estamos actualizando significativamente la forma en que se supervisan las actividades pesqueras, para garantizar que nuestros preciosos recursos marinos estén mejor protegidos y que las normas de control de la pesca se apliquen mejor a lo largo de toda la cadena, desde la red hasta el plato.
Mejor armonización y preservación de los recursos marinos
Las nuevas disposiciones garantizarán un sistema de control pesquero más armonizado para las pesquerías de la UE y preservarán mejor los recursos marinos mediante:
- Lucha reforzada contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR) el transición hacia la digitalización total, las nuevas tecnologías y la gestión de datos moderna.
El control de las actividades pesqueras será completamente digitalizado – de la red al plato – ampliando gradualmente la geolocalización y la notificación electrónica a todos los buques pesqueros, independientemente de su tamaño, y obligando a registrar y notificar las capturas en determinadas pesquerías recreativas.
Todos los buques pesqueros serán rastreados a través de un sistemas de seguimiento de buques (VMS) y todas las capturas deberán registrarse por medios electrónicos.
Se utilizarán herramientas fáciles de usar, como aplicaciones en dispositivos móviles, para aliviar la carga de los pescadores.
Por primera vez, la trazabilidad digital completa será obligatoria a lo largo de la cadena de suministro, lo que permitirá a las autoridades abordar la pesca ilegal. El sistema será obligatorio para los productos frescos, congelados y de acuicultura y se ampliará gradualmente a los productos pesqueros procesados, como las conservas, proporcionando más información sobre el origen a los consumidores. Estas normas se aplicarán a todos los productos pesqueros, incluidos los importados.
Las nuevas normas del sistema de control de la UE también refuerzan la cumplimiento de la ‘obligación de desembarque’ (para garantizar que las capturas no deseadas no se descarten ilegalmente en el mar, sino que se lleven a la costa): incluyen obligaciones para monitoreo electrónico remoto (con cámaras a bordo) para buques pesqueros de más de 18 metros que presenten un alto riesgo de incumplimiento de esta obligación.
Es importante destacar que las nuevas normas incluyen sanciones armonizadas por incumplimiento de las normas de la política pesquera común, en particular en el caso de infracciones graves.
Nuevas normas para los productos pesqueros importados
Para los productos pesqueros importados, el uso de la Herramienta informática CATCH pasará a ser obligatorio.
Importadores de la UE deberá utilizar CATCH a partir del 9 de enero de 2026 para presentar los certificados de captura para la importación de productos pesqueros en el mercado de la UE.
CATCH agiliza el proceso de certificación de capturas de productos pesqueros que ingresan al mercado de la UE y ofrece un Flujo de trabajo totalmente digitalizado y sin papel. Facilita el intercambio de datos, información y documentos entre todas las partes comerciales involucradas y las autoridades de control y, por tanto, simplifica y acelera los procedimientos administrativos.
CATCH facilita la identificación y prohibición de la importación a la UE de productos pesqueros obtenidos de la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR), mejorando así la eficacia del sistema de certificación de capturas del Reglamento INDNR de la UE.
Próximos pasos
El reglamento entrará en vigor el 9 de enero de 2024, pero existen disposiciones transitorias para dejar tiempo suficiente para que las autoridades pesqueras de la UE y otras partes interesadas relevantes se adapten a los nuevos requisitos.
La mayoría de las disposiciones del Reglamento modificado se aplicarán en dos años, a partir del 10 de enero de 2026. Las excepciones al margen de tolerancia se aplicarán en seis meses (a partir del 9 de julio de 2024).
Algunas disposiciones se aplicarán solo después de cuatro años (a partir del 10 de enero de 2028), ya que su implementación puede requerir algún trabajo preparatorio, como el seguimiento electrónico remoto o el seguimiento electrónico y el registro de capturas para flotas de pequeña escala.
Pocas otras disposiciones se aplicarán sólo después de cinco años (a partir del 10 de enero de 2029), como las relativas a la trazabilidad de los productos pesqueros y acuícolas preparados y conservados o de las algas.
En los próximos meses y años, la Comisión Europea adoptará las regulaciones necesarias para garantizar una implementación armonizada de las nuevas reglas en toda la UE.
Fondo
Las normas de control son fundamentales para implementar la política pesquera común de la UE, en particular para monitorear las cuotas de pesca y garantizar que las capturas no deseadas no se descarten ilegalmente en el mar.
El seguimiento y control de las actividades pesqueras lo llevan a cabo las autoridades nacionales, con el apoyo de la Comisión Europea y la Agencia Europea de Control de la Pesca.
En 2018, la Comisión Europea propuso revisar el sistema de control pesquero de la UE para simplificarlo y garantizar el pleno cumplimiento de la política pesquera común reformada.
A finales de mayo de 2023, los dos colegisladores, el Parlamento Europeo y el Consejo, acordaron un acuerdo final que aprobaron formalmente el 20 de diciembre de 2023.
