El robot Patania II de GSR (Global sea mineral resources), filial de Deme especializada en la exploración minera en alta mar, ha conseguido extraer nódulos polimetálicos a una profundidad de 4.500 metros, «una primicia histórica», se congratuló el grupo belga el 22 de abril.
Estos nódulos, concreciones rocosas del tamaño de una patata y ricas en níquel, cobalto, manganeso y cobre, fueron extraídos en la zona de fractura Clarion-Clipperton (CCZ), entre México y Hawai.
El ensayo se llevó a cabo en asociación con el proyecto científico MiningImpact, que reúne a 29 institutos europeos (entre ellos Ifremer), junto con el titular del contrato de exploración, el Instituto Federal Alemán de Geociencias y Recursos Naturales (BGR).
Al tiempo que demuestra la posibilidad de extraer nódulos metálicos de las profundidades marinas, esta prueba debería servir también para medir el impacto medioambiental, que ya ha sido denunciado por las ONG de protección del medio ambiente. Objetivos: conocer los efectos directos de la recogida, pero también los de la pluma de sedimentos generada por la operación, y estudiar la pérdida de biodiversidad asociada.
Están previstas otras inmersiones de Patania II en las próximas semanas en las zonas contractuales belga y alemana de la ZCC. En 2024, el robot debería utilizarse en otra misión para probar el ascenso de minerales por una columna ascendente.