La UE evalúa el uso de algas en la alimentación de los peces. Para ello, se apoya en el proyecto SIMBA (Sustainable Innovation of Microbiome Application in Food Systems) que permite avanzar significativamente en la identificación de microbiomas marinos y terrestres clave para la acuicultura en Europa
SIMBA de la UE, de cinco años de duración, concluyó recientemente su misión, revelando avances significativos en la identificación de microbiomas marinos y terrestres clave para la acuicultura en Europa.
El proyecto puso de relieve la importancia de utilizar compuestos fermentados como fuente de proteínas en la alimentación de los peces, con especial atención a las harinas de soja y colza fermentadas con algas pardas. Fermentationexperts, socio danés del proyecto, desarrolló un protocolo innovador, demostrando que sustituir el 50% de la harina de pescado por estos compuestos no sólo es factible, sino que puede mejorar la salud y la eficiencia nutricional de los peces.
Microalgas: una inclusión prometedora
Las microalgas siguen siendo un ingrediente prometedor en la alimentación de los peces por su alto contenido en proteínas y ácidos grasos poliinsaturados. El estudio examinó los efectos positivos de tres especies de microalgas – Chlorella vulgaris, Nannochronopsis oceanica y Tisochrysis lutea – en el crecimiento, la salud y la inmunidad de los peces. Una adición del 2% de microalgas no sólo mantuvo el rendimiento de los peces, sino que también mostró potenciales beneficios inmunomoduladores.
El coordinador del proyecto, Erik-Jan Malta, del CTAQUA, subrayó que los resultados indican la sostenibilidad de estas nuevas fuentes de proteínas. No obstante, insistió en la necesidad de seguir investigando el efecto inmunomodulador de las microalgas en los piensos acuícolas.
El proyecto SIMBA, financiado por Horizonte 2020 de la UE, promete revolucionar el enfoque europeo de la nutrición sostenible en los sectores marino y acuático.
