Los ecologistas de Seas At Risk aducen que «los Ministros de Pesca de la UE fijan para 2024 unos límites de pesca para el Atlántico Nororiental que hacen caso omiso de las consideraciones ecosistémicas y desafían los dictámenes científicos para algunas poblaciones de peces, lo que aumenta el retraso en el cumplimiento de la obligación legal de pesca sostenible para todas las poblaciones de peces de la UE».
Esta desalentadora decisión se produce tras la conclusión de las negociaciones «con el Reino Unido y Noruega sobre poblaciones de peces gestionadas conjuntamente , en las que también se fijaron límites de pesca para varias poblaciones de peces por encima de los dictámenes científicos, lo que dibuja un sombrío panorama de inacción y desprecio por el grave estado de las poblaciones de peces y los ecosistemas marinos».
Rémi Cossetti, responsable de política pesquera de Seas At Risk, ha declarado: «una vez más, los Ministros de Pesca han incumplido su obligación legal de gestionar la pesca de forma sostenible. Esta flagrante indiferencia ante la creciente crisis climática y de biodiversidad es una flagrante traición a los ciudadanos europeos y a nuestro planeta. El planteamiento de «seguir como hasta ahora» ha demostrado una y otra vez ser insuficiente. En una carrera contrarreloj, los responsables políticos deben asumir su responsabilidad legal y su deber moral de hacer realidad la pesca sostenible».
Tambiéwn Seat Risk señala que «los dictámenes científicos existentes carecen de consideraciones exhaustivas tanto de los ecosistemas como de los criterios climáticos (4). Por lo tanto, para ajustarse realmente a los imperativos ecológicos y climáticos, los límites de pesca deberían fijarse muy por debajo de los dictámenes científicos, en lugar de exactamente al límite aconsejado».En vista de ello, los riesgos asumidos por los ministros «al permitir una mayor sobrepesca son aún más graves».
Christine Adams, responsable de política pesquera de Seas At Risk, ha declarado:»Los ministros deben cambiar su perspectiva sobre el pescado, reconociéndolo no sólo como una fuente de alimento, sino como un actor clave para mantener unos ecosistemas marinos prósperos y la estabilidad climática.No podemos ganar la batalla contra el cambio climático sin nuestros aliados oceánicos».
Por ello, hablan que «la emergencia climática y las consiguientes olas de calor marinas tendrán enormes repercusiones en la vida marina y el funcionamiento de los ecosistemas.Los peces desempeñan un papel clave en el ciclo del carbono, facilitando la absorción y el almacenamiento del carbono emitido a la atmósfera por los seres humanos. La reducción de peces en el océano pone en peligro el poder de mitigación climática de los ecosistemas marinos, que lo hacen absorbiendo carbono de la atmósfera, transportándolo y almacenándolo en los fondos marinos. ( Este factor clave es ignorado por las normas actuales».
Traducción realizada con la versión gratuita del traductor DeepL.com
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