La industria situada en el centro, pero trabajando de forma igualitaria y equitativa para conseguir la sostenibilidad y el level playing field, en un mismo terreno de juego, también en el régimen de ecoetiquetas y sellos de marcas fue analizado en la segunda sesión de la Conferencia Internacional de ARVI.
En esta dirección, abrió el turno, Javier García Galdó, de la consultora Sinerxia que habló de las diferentes marcas y ecoetiquetas y dictó unas recomendaciones a las Organizaciones de Productores sobre la forma de actuar. Para ello, puso varios ejemplos de acciones que realizaban las OPPS, como la OPPF-4 (ARVI) en el desarrollo de la marca “Fresco y Salvaje” o la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores bajo “Pescados y Mariscos de España”, o el sello “Wild and Frozen at Sea”, de la OPPF-3 –también integrada en ARVI–, en el que se trata de diferenciar la calidad y buenas prácticas del pescado ultracongelado por parte de los buques de la OPP, o la certificación de Atún Pesca Responsable, de OPAGAC que pone en valor de la flota atunera y las buenas condiciones de trabajo a bordo. En otras existen estrategias de comercialización. Recomendó determinar «la marca y desarrollar una plan de comunicación». Calificó los sellos como para «elementos básicos ofrecer una información al consumidor», refiriéndose a la procedencia, calidad y frescura, o el arte utilizado. También certifican la sostenibilidad de la pesquería. Pero sin duda habló de la “revalorización» que reportaban, el aumento del precio y la mejora del posicionamiento frente a la competencia”. No obstante concluyó que los estudios de mercados indican que el consumidor cada vez demanda más información, aunque también en el debate se apuntó que existen más medios para dar a conocer si la pesquería es sostenible con una conexión al historial de vida del profesional.
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Por su parte, Pedro Ferreiro, de la ONG Sustainable Fisheries Partnership (SFP), que trabaja con la gran distribución como base del liderazgo de toda la cadena de valor de la pesca, apuntó que «utilizamos la información, para mejorar la pesquería y que los productos se produzcan de forma sostenible, en mayor volumen y tratamiento. Queremos fomentar el liderazgo de la industrias en pos de de los recursos pesqueros. Trabajamos con multinacionales y les asesoramos en sostenibilidad. Hemos creado 10 mesas sectoriales por grupos de especies y más de 150 empresas del sector como Profand, Pescanova o Iberconsa», entre otras forman parte de su lista de trabajo». No obstante, sí consideró la existencia de algunas debilidades como la integración de los aspectos socioeconómicos o el componente social que va a tener más peso en un futuro para lo que a abogó por el que la flota europea se hiciera hacerse fuerte en base al respeto de la normativa y la calidad de los productos que ofrece.
También intervino, la directora xeral de Pesca, Acuicultura e Innovación Tecnolóxica de la Xunta de Galicia, Mercedes Rodríguez, quien explicó la experiencia que está desarrollado la marca “PescadeRías” que diferencia las capturas de la bajura gallega. «La trazabilidad no sólo se relaciona con la seguridad alimentaria, sino que además identifica el origen del producto y su historial, para lo que es preciso alcanzar el control y sostenibilidad de los recursos pesqueros. Su origen legal tiene que estar trazado». Igualmente habló de la tecnología blockchaim que marca el trazado de todo el producto desde el origen al destino. Hizo un recorrido histórico de “PescadeRías”, plan de la Xunta de Galicia, de 2008, para diferenciar las capturas de el sector de bajura y que se ha convertido en un distintivo plenamente consolidado en esta comunidad Actualmente el sello cuenta con 128 entidades certificadas y 328 adheridas. Sí criticó Rodríguez la poca colaboración en la bajura pero su eficacia en diferenciación y valorización. Todo ello ha llevado a la fusión con “Pescaenverde”, sello desarrollado por la Universidade de Santiago de Compostela para ofrecer al consumidor la información de la huella de carbono generada en el proceso de captura.
Entre las intervenciones de la Universidad Gumersindo Feijóo Costa, vicerrector y catedrático de Ingeniería Química de la Universidade de Santiago de Compostela, se centró en la huella de carbono y expresó que la dieta atlántica era de las más sostenibles, pero aquellas que tienen un mayor procesado se triplica la huella. También explicó en el sello “Pescaenverde”, otras iniciativa de etiquetado promovida desde la CCAA, centrada en el cálculo de la huella de carbono. «La dieta atlántica es saludable y sostenible. Tenemos que hablar de la globalidad del aspecto. Pero en las dietas los importante es el origen de los alimentos, por lo que mayor proceso es sinónimo de más huella de carbono. En este sentido Pescaenverde aporta datos de la huella y Pescaderías una forma de trabajar en unas condiciones laborales». Habló del proyecto Neptuno, nutricional, huella hidríca, huella de carbono, en el que se trata de lograr la armonización frente al alto número, aunque mostró su preocupación «por el despilfarro».
Iván López, presidente de Agarba y del LDAC, habló sobre el confusionismo que dejaban el largo número de ecoetiquetas y certificaciones piiendo una armonización , al tiempo que recordó que fueron uno de los pioneros en apostar por el sello MSC en España con la primera certificación de una pesquería lograda desde España, con el bacalao del mar de Barents, en 2013.
El acto quedó finalizado con la participación de Silvia Cortiñas, Secretaria Xeral Técnica da Conselleria do Mar que solicitó un marco normativo internacional homogéneo e igualitario para garantizar que la actividad se desarrolla en igualdad de condiciones en todos y países y preservar la competitividad de sus empresas.