Hace unos cuarenta años, el bacalao del Mar Báltico medía hasta un metro, era sano y numeroso; ahora es pequeño y flaco y no se puede pescar. Pero, ¿qué ha ocurrido y por qué ha ido tan mal?
Eso es lo que está investigando DTU Aqua, centrándose en el agotamiento del oxígeno y el gusano del hígado. El bacalao del Mar Báltico oriental ha experimentado un notable deterioro. En comparación con los años ochenta y noventa, son pequeños y delgados. Su periodo de desove se ha reducido históricamente y los bacalaos más grandes sufren graves problemas de gusanos hepáticos.
También hay menos bacalao, tan pocos que las autoridades han prohibido la pesca dirigida al bacalao oriental desde 2019 para apoyar la recuperación de la población.
Investigadores de DTU Aqua colaboran con colegas de Alemania, Polonia y Suecia, así como con la Organización de Productores de la Asociación de Pescadores Daneses (DFPO), para cartografiar las causas del declive del bacalao del Báltico oriental. Los últimos estudios muestran que el bacalao ha tenido dificultades para alimentarse debido a los cambios en los movimientos del espadín y al deterioro de las condiciones de oxígeno en el fondo marino. El agotamiento del oxígeno ha provocado una escasez de presas para el bacalao. El resultado es un bacalao pequeño y desnutrido que ahora se enfrenta a un nuevo reto: el gusano del hígado Contracaecum osculatum.
Jane Behrens, investigadora principal de la DTU Aqua, dirige estos estudios, que ya habían demostrado anteriormente que los bacalaos gravemente afectados por el gusano del hígado crecen menos. A pesar de que se les ofrece abundante comida en ensayos controlados, resulta que los bacalaos afectados por los parásitos no crecen como se esperaba. Estos estudios previos también sugieren que los gusanos hepáticos dañan el tejido hepático del bacalao y perjudican las funciones de sus órganos.
Los datos históricos de las décadas de 1940 y 1950 muestran que ya entonces el bacalao era delgado y tenía el hígado pequeño. Este patrón puede indicar que la salud del bacalao no es nueva, aunque el estado actual sea excepcionalmente malo. En periodos anteriores de mala salud del bacalao se produjo posteriormente una recuperación, lo que da esperanzas sobre la posibilidad de restaurar la población. Sin embargo, está claro que el reto es amplio a todos los niveles.
Un proyecto de investigación está comparando el bacalao del Báltico oriental con el del mar de Åland para entender por qué este último prospera mejor. Los estudios se centrarán en los gusanos del hígado, las hormonas del crecimiento y los cálculos auriculares para identificar las diferencias entre las dos poblaciones de bacalao. Se espera que esta investigación contribuya a comprender mejor la salud del bacalao y su resistencia a los gusanos del hígado y a las condiciones de oxígeno.