Una encuesta del Eurobarómetro confirma el descenso del consumo de pescado en la Unión Europea cifrado en un 6%. Apenas 1 de cada 4 ciudadanos compra pescado o productos de la pesca al menos una vez a la semana.
¿La razón? Los productos pesqueros son cada vez más caros, según el Eurobarómetro. Estas cifras son alarmantes, porque la reducción del consumo de pescado hace que nuestra dieta sea menos rica y saludable, con graves consecuencias para la salud. Recuerdo que los productos de pescado son fundamentales en la Dieta Mediterránea, que es la más saludable del mundo. Por eso debemos detener e invertir inmediatamente esta tendencia, fruto de las perversas políticas europeas de los últimos años.
Por ello, desde el sector pesquero y comercializador solicitan centrarse en la promoción de nuevas especies y de las menos comunes en nuestras mesas, que representan una alternativa válida y sostenible tanto en términos nutricionales como medioambientales y económicos, dado el excelente estado de las poblaciones y el menor coste. Para ello se pide la comercialización de especies como el cangrejo azul, una especie exótica cada vez más presente en el Mediterráneo. Además, hay que promover el consumo de productos pesqueros locales, incluso reforzando la acuicultura.
El pescado capturado y criado en Europa de acuerdo con las normas más estrictas es un verdadero «superalimento», una proteína completa que es útil para nuestra nutrición y salud y que debería promoverse como fuente de alimentación. Por el bienestar de todos y el sustento de las comunidades que dependen de él».
