Con el telón de fondo de la fuerte caída de las capturas de pulpo en Marruecos, Mauritania e Indonesia, los restauradores rusos se han enfrentado a la escasez de producto y algunos han tenido incluso que retirar platos de la carta. La situación ya ha afectado a los precios, que se han triplicado desde el comienzo del verano, aunque los proveedores prometen estabilizar la situación en breve.
Los restauradores informan de que hay una grave escasez de pulpo desde mediados de septiembre. Los proveedores están aumentando los precios debido a la escasa cantidad de producto, y en el caso del pulpo de Marruecos, los precios están subiendo hasta 24 euros por kg.
Hay que tener en cuenta que el consumo anual de pulpo grande sólo en Rusia es de 200-250 toneladas. Sólo Italia, en enero-septiembre se importaron en Rusia 1,16 mil toneladas de todo tipo de pulpo, un 17% menos que en el mismo periodo de 2019.
El problema de la escasez de pulpo no sólo está vinculado a la Federación Rusa, sino también a otros países, ya que está estrechamente relacionado con el fuerte descenso de las capturas, que llega al 30-40% en Marruecos y Mauritania. Esto se debe a la disminución del número de buques de pesca de pulpo y de las cuotas de captura, así como al cierre de las fronteras entre los países productores y los transformadores. Además, en Marruecos, las capturas han disminuido debido a las prohibiciones de pesca estacional, y en Indonesia debido a las condiciones meteorológicas desfavorables. A juzgar por la dinámica de los mercados mundiales, la oferta sigue disminuyendo, por lo que es poco probable que los precios bajen.
