Martin Carolan, director gerente y CEO de Global Energy Ventures (GEV) ha confirmado que la compañía ya está trabajando en el diseño y desarrollo de su carguero de 2000 toneladas, el C-H2, que marcará el camino dentro del transporte de hidrógeno, más allá de las pruebas piloto actuales.

Este buque, con una capacidad de carga de 430 toneladas, tendrá el tamaño ideal para cubrir la cada vez más creciente demanda de hidrógeno, lo que permitirá a la compañía establecerse dentro del segmento del transporte marítimo de hidrógeno verde. Además del proyecto C-H2, GEV se asociará con otras empresas cuyo objetivo será crear una cadena de suministro de hidrógeno verde cero emisiones, con origen en el norte de Australia. Esto incluiría el proyecto de generación de hidrógeno mediante energía renovable y el transporte marítimo mediante buques de la clase C-H2.Advertisementabout:blank

Según afirman desde GEV, el diseño modular del C-H2 permitirá escalar su producción con relativa facilidad, permitiendo además aligerar y simplificar las necesidades que las infraestructuras «tradicionales» destinadas al transporte de hidrógeno requieren. 

La compañía se complace de anunciar a los accionistas que ya se han organizado reuniones entre Capilano Maritime, C-FER Technologies, Tekkara Project Services y la American Bureau of Shipping para llevar a cabo las labores de ingeniería, diseño y análisis de seguridad que se requieren para que la clase C-H2 reciba la aprobación. 

El sobre el primer carguero C-H2 comenzaron ya este mes de junio, cuya primera etapa será la cuidadosa selección de materiales, las especificaciones de las soldaduras de alta resistencia y el diseño del prototipo que se usará para los primeros ensayos, previstos para 2022.

Especificaciones clave de la clase C-H2

El diseño principal del buque se basa en dos tanques circulares de 12m de diámetro, que se alojarán en el interior del casco, en posición longitudinal. Estos tanques almacenarán 430 toneladas de hidrógeno a temperatura ambiente, a una presión de 250 bares. Como comparativa, el Toyota Mirai almacena el hidrógeno a 700 bares.

Cabe destacar también que el carguero contará con pilas de combustible, desarrolladas por Ballard Power Systems, para su sistema de propulsión, alimentadas directamente desde los propios tanques del barco. 

Una de las principales consideraciones a la hora de diseñar los tanques es la relativa facilidad que tienen las moléculas de hidrógeno para integrarse entre las moléculas de acero, lo que puede acabar causando fragilidad en el tanque. Recordemos que un material frágil sufre roturas no elásticas (sin deformación previa), por lo que suelen ser más difíciles de predecir.