Los lomos precocinados congelados de túnidos importados a la UE aumentaron ligeramente en los primeros seis meses del año con el crecimiento de la demanda de los principales mercados de procesamiento. No en vano, los conserveros españoles fueron los principales compradores del producto.
Las fábricas de conservas de la UE recibieron 109 310 M/T de lomos en el primer semestre de 2022, y los procesadores españoles importaron casi el 58 % de los envíos totales. Las plantas en Italia, Portugal y Francia han aumentado constantemente su consumo, especialmente en los niveles de 2020, cuando hubo una demanda máxima de atún enlatado por parte de los consumidores que almacenan reservas. Solo los cuatro mercados compraron casi el 98 por ciento de todo el volumen.
Las entregas a España consistieron principalmente en lomos de barrilete debido al producto de menor precio a EUR 4.620 por T/M. La mayor parte de la carga se importó durante el período Q1, mientras que solo tomaron 20.194 M/T en el período Q2. Esto demuestra que los españoles aprovecharon al máximo la cuota libre de impuestos de ATQ, especialmente con lomos de China. Curiosamente, este volumen H1 no es más alto que el nivel máximo en 2020.
Los conserveros italianos enviaron casi 80 contenedores refrigerados de 40 pies más llenos de carga en la primera mitad de este año en comparación con 2021. Sin embargo, alrededor del 73 por ciento de las importaciones se entregaron durante el período del primer trimestre, también bajo la cuota libre de impuestos. Solo se tomaron alrededor de 8.100 M/T en el período Q2. Los pedidos fueron en su mayoría lomos de aleta amarilla de alta calidad dirigidos a Bolton Group, con el valor más alto a EUR 6,052 por tonelada. Casi la mitad de las entregas fueron de empacadores de Indonesia y Ecuador combinados.
La demanda de lomos de los procesadores portugueses ha aumentado a lo largo de los años y en el primer semestre enviaron el mayor volumen de lomos de barrilete con 8.724 toneladas. Desde 2020, su demanda ha crecido en más de un tercio.
Debido a los altos costos del flete marítimo, los enlatadores de la UE no estaban dispuestos a enviar su carga a través del puerto de Róterdam en los Países Bajos, lo que supondría un gasto adicional en sus facturas CFR. Por lo tanto, se negoció un tonelaje casi insignificante a través de este puerto a 297 M/T. El precio indica que eran lomos de aleta amarilla precocinados.
Las dos plantas de procesamiento de Alemania compraron 811 toneladas en la primera mitad del año para producir ensaladas de atún: Rügen Fisch para la marca Havesta, propiedad de Thai Union, y Appel Feinkost para su marca Appel.
