Preocupados y sin ocultar el temor que sienten ante la sombra del Covid-19, los comercializadores no tienen más remedio que asistir a las lonjas a comprar especies. Así aseguran sentirse algunos usuarios de la lonja pesquera de Pasaia, que lamentan la ausencia de unas medidas más férreas de control en un espacio en el que coinciden cada madrugada varios centenares de personas.
«Hoy -por ayer- ha venido bastante gente con mascarilla y guantes, pero sigue habiendo quien no lleva ninguna protección y le ves manipulando el pescado o respirando a menos de 30 centímetros», manifiesta un trabajador, quien añade no entender por qué el Puerto no toma las mismas medidas que estos días pone en práctica cualquier supermercado. «Un único dispensador de jabón en los aseos que el lunes estaba agotado», aseguran desde Pasaia
Otro habitual de este equipamiento también echa en falta medidas como la de tomar la temperatura a quienes entran en las instalaciones o a los camioneros que llegan de otros países. «No hay ningún control», critica.
Los operarios critican que solo exista un único dispensador de jabón en todo el recinto para centenares de personas.
Por megafonía se recuerda al personal la necesidad de guardar un mínimo de distancia. «Es la única medida que percibes, además de la visita que realizó hace unos días la Guardia Civil. Tenemos miedo de que, por la falta de control, puedan producirse contagios», confiesan otros usuarios.
La Cofradía de Pescadores se ha hecho con guantes y mascarillas para su personal, y obliga a respetar el espacio físico cuando celebra subastas. Sin embargo, sus responsables lamentan que «no haya una organización ni una coordinación como la que hubo con el chapapote».
Desde la Autoridad Portuaria de Pasaia aseguran que el viernes 13 de marzo adoptaron el protocolo sanitario del Gobierno Vasco de actuación frente al coronavirus para explotaciones ganaderas y la industria alimentaria. «Hemos repartido un documento, que ya hemos actualizado dos veces, con las directrices marcadas. El veterinario pide rutinas de limpieza, primando el lavarse las manos todo lo que se pueda frente al uso de guantes; y antes de las subastas recordamos que se guarde la distancia para que no haya una concentración de personas», indican.
Además, «de manera excepcional», han habilitado parte de la zona de lonja aún en construcción, «delimitando con vallas y marcas en el suelo el espacio para garantizar las separaciones de metro y medio». A la desinfección diaria de los espacios, se ha añadido desde ayer el reparto de guantes a quienes lo soliciten. «El veterinario nos insiste en que las mascarillas no son estrictamente necesarias», precisan.
Desde la APP «se llama a la responsabilidad» de personas y empresas de la cadena de valor de la alimentación para minimizar los riesgos y evitar el contagio. «Estamos tranquilos porque en la lonja hemos ido adoptando las pautas marcadas», concluyen