El sector primario pondrá en marcha dos campañas informativas: una en centros escolares para sensibilizar a los niños sobre el correcto uso de los alimentos y otra más amplia dirigida al consumidor para que entienda que las frutas y verduras imperfectas “son igual de buenas” que las que tienen mejor aspecto.
Los fabricantes, por su parte, redactarán una guía de buenas prácticas en procesos productivos y divulgarán un documento sobre el papel que juegan envases y embalajes en la reducción del despilfarro
Bares y restaurantes medirán el desperdicio alimentario en el sector para poder analizar su evolución y lanzarán una campaña de sensibilización del consumidor para que pida raciones adecuadas o se lleve la comida sobrante, entre otras opciones.
Del lado de las cadenas de supermercados e hipermercados, el compromiso pasa por una guía de buenas prácticas que recoja proyectos que ya han tenido éxito en este ámbito, y las asociaciones de consumidores lanzarán un concurso fotográfico que ayude a tomar conciencia del valor de los alimentos.
Además, la cadena alimentaria sensibilizará a figuras mediáticas de la cocina y la gastronomía para que no tiren comida a la basura en sus programas y den más énfasis a las recetas con sobras.
A finales de 2018, se ha acordado la celebración de una Semana contra el Desperdicio, en la que participarán todos los agentes implicados.El decálogo ha sido consensuado en el marco de un proyecto contra el desperdicio coordinado por la Asociación de Empresas del Gran Consumo (Aecoc).
Según Aecoc, entre 2013 y 2016, la cantidad de alimentos destinados a la donación ha aumentado un 13 % en España y el porcentaje de producto que no llega a venderse bajó del 2,4 al 1,7 %. Las empresas y patronales que suscriben el decálogo también han reclamado a la administración una regulación más homogénea -ante las diferencias que existen entre comunidades autónomas-, y han abogado por un modelo legal más flexible y de ámbito nacional para eliminar trabas a la donación.
Otro de los debates abiertos es la confusión que genera en el consumidor la existencia de productos con fecha de caducidad y otros con fecha de consumo preferente, por lo que desde la cadena han reclamado “algún tipo de campaña institucional para evitar que ese desconocimiento acabe provocando” mayor despilfarro de comida.
En el acto de presentación el secretario general de Agricultura, Carlos Cabanas, ha recordado que el Ejecutivo puso en marcha en 2013 la estrategia “Más alimentos, menos desperdicio” y, según sus datos, en el hogar se ha reducido un 4 % el desperdicio.