Las pescaderías piensan gatantizar el suministro de especies pese al cierre de los caladeros galos. Durante el día de ayer fueron muchos los arrastreros y volanteros que descargaron sus especies para suministrar el mercado a la clientela.
La prohibición de faenar en el Golfo de Vizcaya a los buques de enmalle y pelágicos durante un mes a partir del lunes 22 de enero para luchar contra las capturas accesorias de delfines se compensará parcialmente.
Los 450 buques pesqueros obligados a interrumpir toda actividad pesquera en el golfo de Vizcaya del 22 de enero al 20 de febrero para reducir las capturas accidentales de delfines (un tercio de todos los buques que utilizan el golfo) recibirán una compensación de alrededor del 80 al 85% de su volumen de negocios, declaró el 18 de enero Christophe Béchu, Ministro francés de Transición Ecológica. En el caso de España, las ayudas alcanzan un 25 por ciento.
Vendedores y productores temen un alza del precio del pescado blanco en los próximos días por la entrada en vigor de la orden del Consejo de Estado francés de cerrar un mes la pesca en el Golfo de Bizkaia para proteger a los delfines y mitigar los varamientos de esta especie. De esta forma, unos 450 barcos que faenan en esas aguas, cuyas artes de pesca se consideran un riesgo de captura accidental de delfines, quedarán amarrados.
El cierre de la pesca tendrá su inmediata repercusión sobre los precios de las especies. Así lo cree el responsable de la Asociación de Detallistas de Pasaia, Enrique Legarda, que vaticina «una subida de los precios del pescado. Se cierra un caladero habitual y el suministro se va a resentir. A menor cantidad con la misma demanda, el precio será mayor». Los barcos, de capital francés, que descargan en Pasaia no podrán faenar a lo largo de un mes en el Golfo de Bizkaia, con lo que no podrán descargar especies como la merluza, calamar, salmonetes o rape, que serán los que más acusen alzas de coste. Tampoco esta flota va a tener alternativas de marchar a otros caladeros, como el de Irlanda, con lo que la flota que frecuenta los caladeros galos no tendrá más remedio que amarrar.
Merluza, rape, calamar o salmonete son algunas de las especies de pescado blanco más afectadas por la medida francesa
En este sentido, para el gerente de la Organización de Productores de Ondarroa, Mikel Ortiz, «esta medida es un desastre. No han tenido en cuenta nuestras alegaciones, ya que nosotros usamos dispositivos disuasorios acústicos para ahuyentar delfines y llevamos observadores científicos de AZTI, lo que ha contribuido a una reducción drástica de toda interacción con delfines». Los armadores vascos habían mantenido reuniones con la Administración para estudiar las repercusiones que iba a tener la medida que anunciaba Francia, pero sus reivindicaciones no han sido atendidas. «Una vez más, la administración no ha tenido en cuenta el impacto social (habrá menos pescado en pescaderías y los precios subirán o se recurrirá al pescado de importación, capturado con toda probabilidad en peores condiciones medioambientales y laborales». Para Ortiz, «va a tener impacto laboral, y económico». Ortiz critica que «las ayudas establecidas por ley en paralizaciones temporales no cubren ni el 25% de la reducción en ventas de nuestros cuatro barcos afectados».
Informe danés
Para la organización de productores Pêcheurs d’Aquitaine, que agrupa a la mayoría a los barcos de Iparralde y Arcachon, la medida afectará al 70% de la flota, «lo que es enorme», afirman. Un informe del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES) de Dinamarca expresó que «la única medida eficaz para proteger delfines consiste en prohibir las prácticas pesqueras en cuestión en las zonas más expuestas y durante el periodo más crítico». La prohibición afecta a la red pelágica de arrastre de puertas, red de arrastre pelágico a la pareja, red de arrastre de fondo a la pareja, red de trasmallo, red de enmalle de fondo y red de cerco pelágico.
Casi 300 varamientos al mes de cetáceos
A lo largo de los últimos años han sido muchas las ONG que han solicitado el cierre de la pesca para proteger a mamíferos marinos. A pesar de las nuevas medidas puestas en marcha en Francia, los varamientos de cetáceos en la costa del Golfo de Bizkaia se mantienen «en un nivel elevado» con 282 ejemplares registrados en 2021, según los datos de estas asociaciones. En un principio, la Comisión Europea barajaba implantar el cierre por tres meses, pero Francia ha iniciado un cierre de un mes que incumbe a todas las flotas pesqueras que trabajan en todo el Cantábrico y Noroeste. De momento, no le afecta a la flota de bajura que comenzará la campaña de verdel en marzo.