La falta de relevo generacional y el nivel de titulación complica la continuidad de la flota en España complica la continuidad de la flota de altura y bajura en España, según ha afirmado Javier Garat, secretario general de la Confederación Española de Pesca (Cepesca) y presidente de Europêche, quien ha explicado que la dificultad de cubrir puestos es mayor para los de patrón y los relacionados con las máquinas, al ser los que exigen mayor titulación.Para revertir esta situación, Cepesca trata de que un mayor número de trabajadores españoles se pueda ver interesado en embarcar, para lo que se ha creado un grupo de trabajo en la Secretaría General de Pesca.
Esta confederación también ha requerido al Gobierno central que incluya las titulaciones pesqueras en el catálogo de ocupaciones de difícil cobertura y ha pedido la modificación de la Ley de Extranjería para facilitar la contratación de trabajadores extranjeros. En cualquier caso, Garat ha confirmado que la prioridad de Cepesca es atraer a los barcos a empleados españoles, porque «históricamente» han sido «muy buenos marineros» y con el fin de «crear puestos de trabajo» en el país.
Luis Francisco Marín, gerente de la Organización de Productores de Pesca de Altura de Ondarroa (OPPAO), ha lamentado que muchos barcos tienen dificultades para asegurar el mantenimiento de la tripulación en un futuro próximo.»La gente que en la actualidad ocupa puestos de patrón y de máquinas es mayor de 50 años, cuando en el mar la edad de jubilación se sitúa en los 55 años», ha afirmado. En ocasiones, estudiantes que se preparan para trabajar al cargo de las máquinas de un barco acaban por ser contratados por empresas de mantenimiento en tierra.
«Los alumnos salen bien formados en las escuelas, pero nos los quitan de las manos para trabajos de mantenimiento, porque es gente acostumbrada a resolver problemas y, si les ponen sobre la mesa la posibilidad de quedarse en tierra, aceptan», ha lamentado.
Aunque la falta de relevo generacional ha venido afectando a todos los puestos de la tripulación, los empleos de marinero se han venido cubriendo en la flota de altura con pescadores emigrantes, que en los años sesenta fueron gallegos, en los noventa de Portugal y ahora son sobre todo de Senegal. El representante de esta asociación vizcaína que agrupa a 25 barcos ha asegurado que a los marineros también se les exigen cursos de formación, que a algunos pescadores les desanima a embarcar.»Al principio fue un lío, porque muchos de los senegaleses que querían trabajar en los barcos no sabían ni castellano y tenían que hacer unos cursos de supervivencia en los que se tenían que tirar el agua y muchos no sabían nadar», ha destacado.
A pesar de ello, el gerente de este grupo ha considerado que el problema de falta de relevo generacional «no ha estallado del todo», por la reducción de la flota. «Ahora tenemos 25 barcos en Ondarroa y hace 20 años teníamos 100 barcos», ha puesto como ejemplo.
