Las protestas de los exportadores escoceses de pescado fresco han estallado con una serie de manifestaciones que han tenido lugar en el centro de Londres.
Los exportadores se quejan de las importantes pérdidas económicas causadas por la ralentización del transporte debido a los nuevos controles fronterizos desde que el Reino Unido dejó la UE.
El Primer Ministro Boris Johnson ha prometido 23 millones de libras para ayudar a las empresas afectadas por los retrasos de Brexit.
Las asociaciones de la industria se han quejado de la dificultad de entregar productos frescos a Europa, señalando que si la situación continúa podría poner en peligro varios puestos de trabajo.
El gobierno intervendrá para apoyar a las empresas que han sufrido demoras burocráticas y serias dificultades para hacer llegar sus mercancías. Las modalidades de acceso a la ayuda se esperan para el final de la semana.
Tras abandonar la unión aduanera de la UE y el mercado único, las exportaciones del Reino Unido están sujetas a nuevos controles aduaneros y veterinarios que han causado problemas en la frontera. Los exportadores escoceses de mariscos dicen que el acuerdo comercial de Brexit ha dejado al sector en una situación de estancamiento y piden que el gobierno tome más conciencia.
