Trece pescadores de vieiras irrumpieron en el gran puerto marítimo de La Rochelle en la mañana del viernes 3 de diciembre, por un desacuerdo sobre el análisis de muestras de vieiras, a pesar de que se les ha prohibido pescar desde principios de noviembre.
La esperanza de poder pescar había vuelto en la última semana de noviembre, cuando el laboratorio autorizado por la prefectura de Charente-Maritime había dado un índice menor de toxina ASP (veneno amnésico para moluscos), por debajo de 20 mg/kg de carne. Lamentablemente, los resultados de esta semana indican que el nivel ha vuelto a subir a 23,8 mg. Como se requieren dos semanas consecutivas por debajo del umbral, esto pospondría la pesca hasta aproximadamente el final del año.
No obstante el comité departamental de pesca hizo realizar sus propios análisis en un laboratorio de Nantes autorizado por la prefectura de Loire-Atlantique. Sus resultados confirman el descenso iniciado, con una tasa de 15 mg. Que haya una pequeña diferencia entre dos laboratorios es comprensible», dice Philippe Micheau, presidente del comité de pesca de Charente-Maritime. Pero aquí no hay lógica. Exigimos explicaciones. Romuald Coutanceau, representante de los mariscadores en la comisión, está indignado: «La tasa aumenta en un caso y disminuye en el otro. Sin embargo, se trata de conchas que proceden del mismo muestreo, del mismo arrastre…».
La prefectura de La Rochelle organizó por la tarde una reunión entre la DDTM y los pescadores costeros. Finalmente se decidió realizar dos análisis por semana en lugar de uno. Los pescadores también piden ayudas para compensar la pérdida de volumen de negocio causada por estas semanas de prohibición.
