La Comisión Europea ha hecho público un nuevo estudio que ofrece una primera visión de la aplicación de la obligación de desembarque (LO). El estudio también examina el impacto de la LO en las tasas de descarte.
La conclusión general es que el seguimiento y la aplicación de la obligación de desembarque siguen siendo «difíciles», por parte los Estados miembros que no han adoptado las medidas de control necesarias y que se producen importantes descartes no documentados.
Un aspecto clave del estudio se refiere a la eficacia y eficiencia de las herramientas de control tradicionales frente a las modernas para supervisar la obligación de desembarco. El estudio concluye que las herramientas de supervisión electrónica a distancia (REM) son el medio más eficaz y rentable (aunque algunas partes interesadas plantearon cuestiones como la privacidad y los costes). El control electrónico a distancia ha sido probado por varios Estados miembros, pero no se ha aplicado a gran escala. En su propuesta de revisión del sistema de control de la pesca (COM/2018/368 final), que se está negociando actualmente con el Consejo y el Parlamento, la Comisión apoya el uso de estas modernas herramientas de control. Por otra parte, el estudio señala las importantes deficiencias de las herramientas de control tradicionales (inspecciones en el mar e inspecciones en los muelles/subastas/diarios de embarque), ya que sólo proporcionan una instantánea del cumplimiento en el momento del control.
En segundo lugar, el estudio concluye que las tasas de descarte aún no muestran tendencias o patrones claros debido a la obligación de desembarque. Se consideró que no hay pruebas de cambios en la práctica de los descartes y que éstos siguen produciéndose. Las partes interesadas que contribuyeron al estudio identificaron una serie de posibles explicaciones, entre ellas la complejidad de la legislación y la normativa y la importante adaptación que debe realizarse a bordo de los buques. El estudio ofrece sugerencias sobre cómo superar estos retos mediante la mejora de los registros y la formación. Aunque las partes interesadas ya han trabajado en este sentido durante la fase de transición, según el estudio aún hay margen de mejora.
El documento en este link: https://op.europa.eu/en/publication-detail/-/publication/89868cc6-015f-11ec-8f47-01aa75ed71a1