El Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 14 de la ONU, conservar y utilizar de forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos, ha atraído hasta ahora el nivel más bajo de inversión de todas las metas de los ODS, pero según el Enviado Especial del Secretario General de la ONU para los Océanos, Peter Thomson, este año se están celebrando una serie de reuniones de alto nivel que podrían revertir ese déficit.
En su intervención en la 9ª Cumbre Mundial de los Océanos 2022 e insistiendo en que «no hay un planeta sano sin un océano sano», Thomson subrayó la necesidad crítica de hacer más hincapié en el ODS 14.
Además de los considerables retos que plantean el cambio climático, la acidificación y el calentamiento de los océanos, que están dificultando la vida en los mares, Thomson dijo que es importante que los responsables de la toma de decisiones no aparten la vista de otras tareas realmente importantes, como poner fin a las subvenciones a la pesca, consideradas perjudiciales, detener la sobrepesca y frenar la destrucción del hábitat.
«Una economía azul sostenible es el futuro de la humanidad. De ahí vendrá la seguridad futura. Ya sean alimentos, nuevas medicinas o energías renovables, todo procederá del océano», dijo Thomson. «Ha llegado el momento de mover la aguja de la inversión en dirección a la economía azul sostenible».
En 2022 se celebrarán importantes reuniones internacionales que podrían resultar revolucionarias, señaló Thomson. Entre ellas se encuentra la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos, que se celebrará en Lisboa (Portugal) a finales de junio y que se centrará en la ampliación de la acción sobre los océanos para los ODS.
«Realmente creo que en 2022 podremos detener el deterioro de la salud de los océanos. No digo que vayamos a arreglar el océano -eso es tarea de nuestros hijos y nietos-, pero podemos detener el declive, y gran parte de ello está en manos de los Estados miembros».
«Hasta 30.000 millones de dólares de fondos públicos se gastan principalmente en el disfrute de las flotas industriales para ir a por las poblaciones en declive. Imagina que ese dinero se destinara a la economía azul sostenible, ahí es donde debería gastarse. Habría un cambio radical si pudiéramos deshacernos de las perjudiciales subvenciones a la pesca», añadió Thomson.
Por otra parte, además de garantizar la introducción de un sólido tratado sobre la contaminación por plásticos marinos, es necesario un acuerdo de trabajo sobre la biodiversidad más allá de las zonas de jurisdicción nacional (BBNJ) para hacer realidad la gobernanza de alta mar, dijo Thomson en la conferencia.