Un total de 22.500 neumáticos se recuperarán del agua para 2020, según un proyecto francés que ha comenzado a ponerse en marcha en el Golfo de Juan-les-Pins (Alpes Marítimos), donde ocho buceadores se turnan para extraer arrecifes artificiales que cuentan con 22.500 llantas sumergidas hace 40 años. Ubicada en la bahía Natura 2000 y Cap d’Antibes – Islas Lérins, la operación llevada a cabo por la Agencia Francesa para la Biodiversidad (AFB) tiene como objetivo restaurar en dos años el ambiente marino donde se encuentran los neumáticos dispersos. Esta iniciativa se lleva a cabo en el marco nacional para la restauración de hábitats y entornos terrestres, marinos y acuáticos.
Los neumáticos fueron inmersos en 1979 como parte de un proyecto estatal para construir un arrecife artificial para «apoyar la pesca comercial artesanal». Los neumáticos, compuestos de caucho a base de hidrocarburos y potencialmente contaminantes, se consideran que amenazan la biodiversidad, los coralinos y prados de Posidonia, de la zona.
Desde el viernes 21, los submarinistas, descendieron a profundidades de entre 25 y 35 metros, y comprobaron la existencia de cuerdas que formaron «collares» de 10 a 30 neumáticos. Cada collar se levanta usando un paracaídas y luego una grúa. Estos neumáticos están destinados a ser transformados para la composición de nuevos materiales o utilizados en forma de recuperación de energía. Dos mil llantas ya han sido retiradas en cuatro días de campaña.
Francia cuentatiene hoy 90 000 m3 de arrecifes artificiales, sabiendo que también se han realizado inmersiones en aguas no francesas. La fachada mediterránea francesa concentra la mayoría de los proyectos de arrecifes artificiales con volúmenes sumergidos de 32 000 m3 en Languedoc-Rosellón y 54 000 m3 en Provenza – Alpes – Costa Azul. En la costa andaluza de Granada se contabilizaron 1000 neumáticos, para su retirada por un proyecto, con lo que el número de neumáticos en la costa española puede alcanzar números increíbles.
En Estados Unidos
Más de dos millones de neumáticos viejos están hundidos bajo el mar, a menos de dos kilómetros de Fort Lauderdale, una ciudad de Florida (EE UU). Lauderdale, que es famosa por sus playas, bares y apartamentos, es uno de los principales focos turísticos del estado norteamericano, un factor determinante para la llegada al fondo marino de los dos millones de ruedas. En 1972, conscientes las autoridades del desgaste que causaban en los arrecifes de coral naturales de las numerosas visitas que recibían, decidieron crear un arrecife artificial, constituido por los neumáticos. La pretensión era construir el mayor arrecife artificial del mundo y transformarlo en un lugar propicio para rutas alternativas de buceo. Esperaban que se creara un nuevo hábitat marino sobre las ruedas, pero lo cierto es que apenas se ha creado vida marina sobre ellas.
El resultado en 2007 El resultado, 35 años después, sólo ha favorecido a los vertederos, que estaban saturados de neumáticos, ya que se ha transformado en un gran problema ecológico para la zona. Los neumáticos constituían el arrecife mediante ataduras, llevadas a cabo con sogas de plástico y cables de acero. Sin embargo, gran parte de esas ligaduras se han deteriorado y roto, de modo que muchos neumáticos peregrinan a sus anchas, pero sin rumbo, a lo largo del fondo marino, en una superficie cuyo tamaño es el de 30 campos de fútbol, aproximadamente. Algunos de ellos han terminado en la playa, arrastrados por las olas, pero el gran problema lo constituyen otros; miles de neumáticos que, liberados de los nudos y las ataduras vagaron por el fondo marino pero no terminaron durmiendo en las arenas de Florida, sino que fueron a parar a un arrecife natural cercano. El arrecife damnificado, a unos 21 metros bajo la superficie marina, está perdiendo su aspecto original, dado que los neumáticos están destruyendo la vida marina e impiden el crecimiento del coral.
Según William Nuckols, coordinador de un organismo involucrado en una campaña de limpieza, otros arrecifes de neumáticos en todo el mundo están sufriendo problemas similares ya que «destruyen constantemente el coral». Ahora las autoridades están pensando retirar los neumáticos. Uno de los responsables afirma que «la buena idea consistía en dar un hábitat a la fauna marina, de modo que pudiéramos duplicarla o triplicarla en el área». «Simplemente no funcionó. En retrospectiva, me doy cuenta de que fue una mala idea» añade Los arrecifes artificiales usan elementos tan diversos como barcos, aviones, coches o neumáticos usados, como es el caso de Florida.