Navantia ha diversificado sus actividades hacia la eólica marina, ante el declive de la situación de las empresas relacionadas con el crudo y el gas. Esto ha hecho que la mayoría de los astilleros y contratistas llave en mano estén focalizando esfuerzos hacia la eólica marina. Para Navantia la eólica marina ha supuesto retomar la actividad civil en dos centros de trabajo: Puerto Real y Fene, en un sector y mercado de futuro, compatible con el mercado de «oportunidad» de los buques civiles, según comenta Abel Méndez Díaz, director comercial de Navantia en el área de Buques Civiles, Offshore y Diversificación.
En tres años Navantia ha facturado más de 400 millones en eólica marina, y contrató tres productos distintos: eólica fija (jackets), eólica flotante y subestaciones eléctricas. En este sector, un tercio del presupuesto de los proyectos son el coste de los materiales, y los dos restantes, la mano de obra, lo cual revierte directamente en generación de empleo. Gracias a esto se crearon puestos de trabajo de manera continuada en los dos centros de trabajo, con picos de 1.200 personas.
Además, las empresas que se dedican a este negocio provienen de la fabricación de estructuras para crudo y gas, y habitualmente consisten en espacios abiertos y medios de izado alquilados, con uno o dos talleres cerrados y cabinas de pintado temporales. El espacio de almacenamiento suele ser limitado también. Navantia, sin embargo, dispone en los astilleros de Fene y Puerto Real de unas instalaciones diseñadas para otro producto, como son los grandes buques y unidades offshore, ideales para este negocio.
Así, en el astillero de Fene se están construyendo 42 jackets para East Anglia One en alianza con Windar. Esta asociación, que comenzó con Wikinger, se ha mantenido en proyectos de subestructuras fijas y flotantes hasta la fechas: Wikinger, Hywind y Nissum Bredning. Las dos empresas, Navantia y Windar, se alían formando una UTE por proyecto, de forma que a los ojos del cliente son una única empresa.
Windar cuenta con experiencia complementaria a la de Navantia, y es uno de los principales actores internacionales en fabricación de componentes tubulares para eólica marina y terrestre, tanto en subestructuras fijas como flotantes, con instalaciones en España, India, México, Brasil y Rusia.
Windar fabrica ciertos componentes de las subestructuras en sus instalaciones en Asturias, pero los más grandes los ensambla directamente en el astillero de Navantia.
Navantia está participando en todas las ofertas en el mercado en eólica marina, tanto en la fija, con jackets, como flotante. Las mayores oportunidades continúan en la eólica fija, en tres zonas geográficas, Reino Unido como la más inmediata, Francia y Alemania.
A medio plazo, 2018-2019, los contratos en el mercado de jackets y eólica flotante van a ser pocos proyectos para realizar, aunque trabajarán para dar continuidad a los proyectos actuales. En el período 2020-2022 se plantea gran cantidad de proyectos en los cuales estamos participando mediante la colaboración desde las primeras etapas con los clientes, incluyendo Iberdrola. El East Anglia 3 es uno de ellos.
El pasado 2017 fue el año en el que comenzaron la construcción de los proyectos de East Anglia para Scottish Power, 42 jackets en Fene y una subestación de 750 MW en Puerto Real. Además entregamos el proyecto Hywind para Statoil y el proyecto Nissum Bredning para Siemens. Estos proyectos nos sitúan en el foco de atención internacional y consolidan una de las líneas de diversificación que nos marcamos como objetivo hace cuatro años.
Su prioridad pasar por seguir contratando con Iberdrola/Scottish Power con el que participan en dos ofertas con ellos, en Francia y Alemania, en las que están realizando los mayores esfuerzos para seguir siendo competitivos en un escenario cada vez más exigente con la entrada de nuevos competidores en zonas de bajo coste y jackets de gran tamaño, hasta el doble de las construidas en 2016 para el campo Wikinger. También continuan el diálogo y los contactos con Statoil, Cliente de Navantia-Windar en el proyecto Hywind, en relación a oportunidades futuras.
Otras empresas españolas con las que están trabajando en proyectos de eólica marina son Repsol y Cobra, así como la portuguesa EDP, que tiene varios proyectos de jackets en fase de licitación en Inglaterra y Francia que también son muy interesantes para nosotros.
La eólica marina ha permitido, por tanto, reactivar unas instalaciones y tejido industrial con baja ocupación debido a la crisis internacional y, en el caso particular de Fene, a un veto a la construcción civil que duró diez años.