Una investigación reciente, fruto de la colaboración entre la Universidad de Gotemburgo y RISE, ha señalado que un sistema de cultivo de microalgas marinas de bajo consumo energético puede mejorar la calidad del agua en los sistemas de acuicultura. En el estudio participaron unas 160 especies de microalgas de diferentes lugares de la costa occidental de Suecia.
El Skeletonema marinoi y el alga verde Nannochloropsis granulata, que prosperan y florecen durante el invierno y la primavera respectivamente, resultaron ser muy eficaces para absorber el nitrógeno y el fósforo del agua de mar y convertir los nutrientes en una valiosa biomasa.
Sistema cerrado y sostenible.
Los investigadores han demostrado que la producción de biomasa mediante el cultivo rotativo con especies adaptadas a diferentes climas estacionales puede llevarse a cabo, incluso durante los períodos más fríos.
Según un estudio de mercado encargado por el proyecto, la biomasa de algas podría utilizarse de varias maneras como materia prima de base biológica, por ejemplo para fertilizantes o dentro de las industrias cosmética, farmacéutica y de bioplásticos. Sin embargo, actualmente el mayor interés proviene del sector de la acuicultura como medio para mejorar la calidad del agua en las piscifactorías.