Mexillón de Galicia ha emitido un comunicado por el que desiste desiste de mantener el sello azul MSC que garantiza la sostenibilidad de su proceso. Renuncia al proceso, pero no porque no considere al bivalvo merecedor de esa distinción, sino hastiado por el «torpedeo desleal» de determinados colectivos, encabezados por la organización WWF, explica el secretario xeral del Consello Regulador de la DOP (denominación de orixe protexida), Joaquín Garrido.
En un comunicado, la entidad reprocha la campaña desleal de esa agrupación conservacionista en «dificultar un procedemento de su mantenimiento que colmó la paciencia del Consello». Si hasta ahora Mexillón de Galicia había mantenido un silencio prudente, ahora estalla contra las «conductas claramente partidarias» para frustrar el proceso de certificación internacional.
Una vez han dicho adiós al sello, Garrido conmina a WWF a explicar por qué se han desdicho de acuerdos que ya estaban aceptados y a reflexionar sobre el daño que su falta de lealtad «causará a miles de familias que viven del mexillón en Galicia: productores, transformadores, depuradores…»
Y no solo eso. También tendrá que arrojar luz, según la entidad que vela por la DOP, sobre la beligerancia que ha mantenido contra el mejillón gallego en un proceso en el que otras filiales de WWF mostraron una actitud más constructiva y dialogante para certificar un proceso de cultivo similar, como pueden ser los del Reino Unido o Irlanda. Según Garrido, la cría de bivalvo en el país británico obtuvo la bendición de los conservacionistas con niveles de afectación a los fondos marinos que «multiplicaban por tres» los que arroja el cultivo de mejillón en Galicia.
Eso es lo que lleva a pensar en el Consello Regulador do Mexillón de Galicia a que hay intereses ocultos en tumbar el proceso. Asimismo, señala que Mexillón de Galicia «seguirá defendendo e valorizando un cultivo natural e sostible con máis de setenta anos de historia».
El ente que regula Mexillón de Galicia decidió iniciar el proceso de certificación de sostenibilidad en noviembre del 2019 para «reforzar a súa posición como garante dun mexillón cento por cento galego e da máxima calidade con outro selo internacionalmente recoñecido». Tras una evaluación independiente, Mexillón de Galicia logró superar el proceso, incluyendo un plan de acciones para mejora del cultivo. Un logro, por cierto, que se consiguió «a pesar de WWF, que tratou de modificar o criterio técnico independente descualificando publicamente á Administración galega, aos avaliadores e ao propio cultivo do mexillón». Pero como no aceptaron el resultado final, la organización ecologista llevó el proceso a una fase de alegaciones en la que intensificaron las zancadillas. Una estrategia de «desgastes de adversario» que ha dado sus frutos con el abandono del proceso por parte de Mexillón de Galicia.
Ahora tendrá que ser WWF la que dé «explicacións sobre as súas prácticas e obxectivos», apuntan desde el consello. La entidad intentó hasta el último momento llegar a un acuerdo con los ecologistas, dice Garrido, pero no se avinieron a llegar a acuerdo por un supuesto «riesgo reputacional». «Se supone que es una organización sin ánimo de lucro, si se habla de riesgo reputacional es que hay una cuenta de resultados y si hay cuenta de resultados hay una empresa y si eres una empresa no eres una oenegé», remacha el secretario xeral del Consello.
