Marruecos ha celebrado el nuevo acuerdo pesquero cerrado con la Unión Europea (UE) que será aplicable en el Sáhara Occidental, tras el fallo del Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) del pasado mes de febrero, que excluyó las aguas de este territorio del pacto. No obstante, la flota no regresará a los caladeros de pesca hasta octubre. Un responsable del Ministerio marroquí de Exteriores, dijo que este nuevo texto respalda la posición de Rabat como «único interlocutor» para negociar cualquier acuerdo internacional que incluya el Sahara Occidental.
El ministerio de Exteriores marroquí precisa que la firma del acuerdo pesquero «permitió pasar una nueva página en el camino de la superación de las peripecias judiciales y de los ataques vanos de terceros», en alusión al movimiento independentista saharaui Frente Polisario.
También analista marroquí Mehdi Fakir consideró el nuevo acuerdo como «un triunfo político» de Marruecos, que pide ser tratado en su globalidad y no de manera restrictiva al excluir el territorio del Sahara. «Marruecos ha gozado también del apoyo de la Unión Europea que contribuyó a superar las consecuencias del fallo del TJUE», subrayó Fakir.
Además, el analista agregó que la firma del acuerdo confirma «el apego» de Marruecos a sus relaciones estratégicas con la UE pese a los cambios geopolíticos marcados por la tendencia internacional hacia el proteccionismo y la orientación de la política exterior marroquí hacia un modelo de cooperación sur-sur.
La UE y Marruecos han mostrado que el nuevo acuerdo incluirá una referencia «explícita» a las aguas adyacentes al Sahara Occidental y a la necesidad de distribuir el impacto económico y social de la actividad pesquera entre la población del área.
También se comprometieron a tomar «las medidas necesarias» para cumplir los trámites legales de la adopción por los órganos ejecutivos y legislativos de ambas partes para que el acuerdo entre en vigor lo antes posible.
Cabe recordar que el protocolo 2014-2018 del anterior acuerdo de pesca UE-Marruecos, que expiró el pasado sábado 14 de julio, permitía faenar en el caladero atlántico de Marruecos a un máximo de 126 barcos de pesca de la UE, incluidos 90 barcos pesqueros españoles. De las 90 posibles licencias para España contempladas en el protocolo, el sector pesquero ha hecho uso, este año 2018, de 49 licencias: 35 barcos andaluces de Barbate, Algeciras y Conil, 10 canarios y 4 gallegos. El resto de las licencias se reparte entre otros países comunitarios como Holanda, Lituania, Letonia, Polonia y Alemania.
A cambio de ello, la UE destinaba una contrapartida económica de 30 millones de euros anuales al Gobierno de Marruecos y otros 10 millones más que aportan los armadores, además de la contratación de entre 1.500 y 1.600 marroquíes para trabajar en los barcos europeos.
En las aguas saharauis se pesca más del 90 % de las capturas de la flota europea en el marco del acuerdo que acaba de expirar el pasado 14 de julio.
En declaraciones a Efe, el copresidente de la comisión euro marroquí de los profesionales de la pesca marítima, Omar Akuri, se congratuló del nuevo acuerdo cerrado tras tres meses de negociaciones.
Akuri precisó que las «ganancias políticas de este acuerdo son más importantes que las económicas», porque profundiza, en su opinión, «la asociación entre Rabat y Bruselas».
Más allá de los logros políticos, el especialista universitario Mohamed Nayi cree que el nuevo acuerdo pesquero no tiene un impacto económico significativo sobre Marruecos.
«Si hay que ver el acuerdo de pesca según una lógica de ganancia y perdida, Marruecos pierde a nivel económico pero gana a nivel político», precisó Nayi.
Naji añadió que, según los datos de un informe publicado a finales de 2017, cada euro invertido en el convenio ahora caducado producía un valor añadido de 2,78 euros a favor del sector pesquero europeo.
No obstante, agregó que, históricamente, los acuerdos pesqueros firmados entre Marruecos y los países de Europa Occidental o Rusia constituyen una herramienta política que utiliza Rabat para garantizar el apoyo de estos países a sus tesis sobre el Sahara Occidental.