Los pescadores insisten quela cuota de captura de sardina debe ser como mínimo 15.425 toneladas y consideran “inadmisible” un cupo menor, porque “hay abundancia de la especie”. El cerco pide a los gobiernos de España y Portugal que no validen las 10.300 toneladas que propone la UE
Las asociaciones de pescadores de sardina de España y Portugal mantuvieron una reunión en Lisboa para exigir una cuota mínima conjunta de 15.425 toneladas para 2019, frente a la cantidad sugerida por la UE de 10.300 toneladas, considerada de “inadmisible” y han acordado constituir una plataforma. El encuentro se celebró coincidiendo con el segundo día de la agenda del Grupo de Trabajo del ICES de evaluación del Plan de Gestión de la Sardina Ibérica, que se celebra también en la capital portuguesa entre 1 y 5 de abril.
Las organizaciones ibéricas de la industria de la pesca de la sardina acordaron por unanimidad fortalecer su confianza en el plan de gestión presentado por los gobierno de España y Portugal para asegurar la recuperación de la población en las aguas del Atlántico ibérico.
Sin embargo, las asociaciones entienden que ninguno de los dos gobierno debe validar ninguna cantidad de captura de sardina para 2019 que sea inferior a 15.425 toneladas, “teniendo en cuenta la excelencia de los resultados científico de 2018 y la abundancia de la especie que se está observando este año”, si no quieren contribuir al fin de la pesca de la sardina en las aguas de la Península Ibérica.
Los pescadores han acordado solicitar con carácter de urgencia una audiencia con el máximo responsable de la Dirección General de Asuntos Marítimos y Pesca de la Unión Europea, así como constituir la Plataforma Ibérica en Defensa de la Pesca Sostenible de la Sardina.
LAS ORGANIZACIONES DE PESCADORES ANUNCIAN LA CONSTITUCIÓN DE UNA PLATAFORMA IBÉRICA
Los representantes de las asociaciones de ambos países insistieron ayer en que las 10.300 toneladas para sendos países “no es viable social y económicamente”, y además “no garantizan la sostenibilidad pesquera”.
El año pasado, la cuota conjunta alcanzó las 9.000 toneladas y las asociaciones esperan que, al menos, lleguen a las 15.425 toneladas para 2019, ya que la biomasa actual de la sardina (cantidad de ejemplares adultos con un año o más) en aguas hispanolusas es superior a las 154.000 toneladas, según cálculos del Consejo Internacional de Exploración del Mar (ICES), lo que supone un incremento de un 70% de la biomasa con respecto a 2017.
La cuota provisional de sardina para este año la dio a conocer el pasado lunes la secretaria general de Pesca, Alicia Villauriz, en la reunión que mantuvo con los pescadores en Sevilla.
En la misma, Villauriz planteó el sector del cerco del Golfo de Cádiz concentrar la mayor parte del consumo de la cuota disponible en el periodo comprendido entre el 1 de junio y el 31 de agosto, periodo estival en el que la demanda de la sardina es mayor.
El 70% en el primer periodo
Así se reservaría el 70 % de la cuota correspondiente a España para dicho periodo, lo que significaría contar con una cantidad semejante a la disponible durante el primer periodo de la anterior campaña. El 30 % restante se pescaría durante el segundo período y, si una vez en disposición del resultado de la evaluación científica del plan de gestión conjunto así se decidiera, serían susceptible de contar con algún incremento adicional de cuota. De partida al golfo de Cádiz le corresponderían 1.340 toneladas de sardina, 940 a capturar en e primer periodo y el resto en el segundo.
El presidente de la Federación Andaluza de Cofradías de Pescadores (Facope) y patrón mayor de la cofradía de Punta Umbría, Manuel Fernández ha señalado que el futuro de la pesquería pasa por el diseño de un nuevo plan de gestión para el caladero, ya que el actual “está obsoleto” y contemple el boquerón y la sardina “en paralelo”, ya que los barcos no tienen rentabilidad si no es capturando las dos especies”.
Los pescadores han reclamado además que el caladero abra en mayo, no en junio como está establecido y confían en poder ampliar la cifra en base a los nuevos estudios científicos que se conocerán a mitad de julio
